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«𝖱𝗎𝗆𝗈𝗋»
Una sensación de extraña inquietud había decidido acompañar al omega desde primera hora en la mañana. Nada más dar los primeros pasos, se identificó y saludó a la recepcionista, tomando sus informes y andando a toda prisa hacia su despacho. No deseaba ver a ninguno de sus compañeros, exceptuando a YoonGi y Namjoon.
Algo estaba diferente en su entorno desde luego, como si su pequeño paraíso se hubiese fragmentado y hubiera sido capaz de quedarse con las mejores partes de él, las verdaderas, las que le producían alivio.
Y por otro estaban esos otros destinos, ahora totalmente desconocidos y hostiles para él. Agradeció no encontrarse con ningún enfermero dado que a pesar de todo lo que pasó el día de ayer y de lo que él no tenía culpa, no se sentía con fuerzas como para hablar normalmente con alguno.
Aunque esa mañana se sentía con más energía, cosa que admitía que era gracias a aquel alfa pelinegro causante de que sus últimos días fuesen de locos. Y también la persona junto a la que era protagonista de un rumor.
El rumor.
Quizá a esas alturas se había extendido por todo el hospital. La pregunta era desde hace cuánto, cómo, y por qué.
Todo aquello pudo haberse quedado en una jugarreta de niños, era fácil tener sospechas con respecto a alguien tan cerrado y desconfiado como Hoseok, pero si se cruzaba un límite y las palabras llegaban a oídos del mismo fundador y jefe superior del hospital, estarían perdidos.
"Otra preocupación más, como si ya no hubiese tenido suficientes estos días", pensó.
Kim Taehyung era un hombre de actitud de acero, no había habido vez en la historia que alguien hubiese presenciado una sonrisa suya. Era motivo de temor por lo estricto que era con las reglas de su propio hospital. Hoseok recordaba sus primeras palabras intercambiadas, siendo subestimado por ser el estudiante que mejor se desenvolvía en el área de medicina... y un omega.
Así mismo, vio en los ojos del pelirrojo una postura y fuerza inexpugnables, lo que fue motivo de resultar ser "el elegido" para llevar a cabo ese gran y exitoso proyecto; el gigantesco hospital de casi 4 kilómetros de distancia en total.
Nunca pudo tener una opinión mala sobre Taehyung a pesar de que fuese alfa, pues poco parecía importarle el tema del estatus social con respecto al área laboral. Si eras capaz, lo hacías y punto, simplemente no era de esperar decepciones.
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Entre un pensamiento y otro, acabó llegando a su destino; el pequeño hogar de los cachorros desamparados de la cuarta planta. Ver sus pequeñas cabecitas asomarse apenas por las cunas y sus mantitas suponía para Hoseok una liviana y cálida sensación desde primera hora de la mañana.
