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«𝖲𝗎𝗉𝖾𝗋𝗂𝗈𝗋 𝖪𝗂𝗆»
YoonGi cerró tras de sí la puerta de la consulta de primeros auxilios, sosteniendo una bolsa de hielo sobre su —ahora— amoratada frente. Quizá subestimaba seriamente a ese omega.
—¡Aquí estás!
El azabache se giró hacia la voz proveniente, mezclada con jadeos exhaustivos. El causante de sus magulladuras lucía un adorable rojizo y ojos llenos de preocupación, eliminando las maldiciones dentro de la mente del alfa.
Hoseok se incorporó de encima de sus rodillas tras recuperar el aliento.
—Lo siento muchísimo, no quise golpearte tan fuerte...—YoonGi olía cierto temor en su aroma, no tenía seguridad de acercarse.
—No estoy molesto.— Hoseok levantó la vista su sombra, consecuente y sorprendido de su calma.— Fue mi culpa y era obvio que lo merecía, sólo no pensé que tuvieras tanta fuerza con lo pequeño que eres.
El omega abrió la boca a breves de protestar, enrojeciendo al notar cómo el mayor tomaba su mano y la guiaba hasta su frente, habiendo retirado el hielo. La zona estaba amoratada y se sentía un leve hinchazón, común reacción del cuerpo ante una amenaza a este. La mano grande parecía encubrir la suya y protegerla con facilidad, sus ojos no se mostraban iracundos, sólo en calma.
— Tan pequeña y tan poderosa.— valoró YoonGi con una sonrisa.
— ¿Superior Jung? — una llamada desconocida los desconcertó.
Un hombre mayor, de barba recortada y facciones robustas talladas, que vestía diferente a ellos, se les aproximaba. Para temor de cualquiera, se les acontecía la palabra de uno de los terceros altos cargos, la mano derecha de Kim. Estaba serio, su presencia no generaba buen augurio.
—¿Sois alfa y omega emparejados? — Hoseok se desprendió de la mano de Yoongi, negando con la cabeza vergonzosamente.
El hombre cabeceó.
—Acompáñame, el superior Kim te llama.
El omega pasó saliva, y los ojos de YoonGi se giraron con frialdad al hombre, ambos se tensaron. El superior nunca llamaba excepto si se trataban de asuntos seriamente graves, que le hiciesen salir de su estado de continua vigilancia.
Posiblemente todo llegó pronto a oídos de Kim.
Hoseok dio un paso al frente, cuando el hombre acabó su oración.
—El alfa.
Vio a YoonGi adelantarse a disposición sin mediar palabra, una tensión dominante del ambiente erizó sus vellos. El azabache notó un tirón de su brazo que lo detuvo, tras él sobresalía el cuerpo del omega.
