Capítulo 9

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-¿Hola?¿Carson?- silencio.-¿Lauretta?¿Mamá?¿Papá?- el miedo empieza ha envolverme.¿Dónde están todos? Empiezo a caminar sin hacer ruido hasta la cocina, la cual está vacía. Voy hasta la habitación de mis padres y mi corazón se para. ¿¡Qué narices ha pasado aquí!? La habitación está vacía. Solo quedan los muebles y las cortinas. Pero está vacía. Corro hacia la habitación de Carson. ¡También está vacía!¿Qué esta pasando aquí? Voy hacia mi habitación. La abro y no sé si alegrarme al ver que está completamente igual a cuando me había ido esa mañana. Salvo que ahora hay como tres maletas encima de mi cama y un sobre amarillo chillón. La abro.

"Mila. Nos hemos ido... Al submarino. Las cosas se han complicado. No sabemos que va a pasar a partir de ahora. Cariño, sentimos no haberte esperado, pero es que el submarino cierra esta noche a las 20:10. Tu madre no sabia si al final querías venir con nosotros. Y ha dicho que hicieses lo que quisieses. Nosotros no te vamos a obligar, ya eres mayor y responsable y sabemos que sabrás lo que quieres. Pase lo que pase nos tienes para lo que necesites y cuando lo necesites. Carson ha decidido venir, se ha enfadado mucho cuando hemos dicho de irnos sin ti. Pero tienes la oportunidad de venir con nosotros y así salvarte de la muerte. Cariño te queremos, no lo olvides. Sé que elijas lo que elijas, estarás bien. Un beso.

Papá"

No me lo puedo creer. De pronto la habitación ha empezado a dar vueltas. Me he sentado en la cama sin parar de mirar a la carta de mi padre. ¿Por qué a mí?¿Qué he hecho yo para merecerme esto? Me habían abandonado. Como quien deja las sobras de la comida. Sin importarle nada lo que pueda o no pesarla después. Tenia menos de 4 horas para hacer unas maletas con toda la ropa de mis armarios. ¿Qué iba a pasarme si me quedaba en tierra? Muy fácil Mila, vas a morir. 

No tenía opción. No quería morir. Nadie quiere morir. Tengo miedo. Tú por lo menos sabes que vas a morir, pero... y los niños que acaban de nacer y los recién graduados y los recién casados. Todos se merecen ser felices. ¿Me merezco esto? 

17:45

Ya he hecho las maletas. Ahora estoy en uno de mis sitios favoritos de todo Miami. La casa de Rob. O mas bien dicho en el mirador que tiene en frente. Las lagrimas caen de mis ojos sin yo poder hacer nada mas que limpiarlas. Mi familia me ha dado la espalda. Les ha dado igual que yo quisiese quedarme o no. Simplemente me han abandonado. Estoy sola. Todavía tengo tiempo. Pero aun así, ¿que va a pasarles a todos los que se queden aquí, en tierra? Una voz hace que me sobresalte.

-Mila. ¿Qué haces aquí?- Carol, me saluda desde el otro lado de la calle. Se acerca a mi y me ve llorando. No tarda nada en agacharse y abrazarme. No me puedo creer que esta mujer sea mas madre que mi propia madre- ¿No deberías estar en el submarino con tu familia?- La miro aún con lagrimas en la cara. Me siento muy avergonzada.- No pasa nada... Ey...- me levanta la cabeza para que la mire directamente a los ojos.- tienes la oportunidad de sobrevivir. No lo eches a perder.

-Lo siento mucho Carol... no puedo hacer nada...- Y entonces me acuerdo de Elena. La nieta de Carol y Rob. Es una niña encantadora. Muchas veces juego con ella en el gimnasio. Tiene 5 años, ella perdió a sus dos padres en un accidente de avión, los dos volvían de un viaje de negocios en Londres. El avión no llegó a recorrer ni la mitad del recorrido. Desde entonces Lena vive con sus abuelos.-Elena... déjame llevármela al submarino...-Carol me mira sorprendida de la idea que he tenido-... por favor Carol, quiero hacer algo, ninguno se merece esto. La cuidaremos como a una reina.

-Aunque quisiese... Mila, no van a dejar que una niña normal entre en el submarino como quien no quiere la co...

-No.-la interrumpo- No digas eso, yo soy normal, mi familia también, los reyes también, todos somos normales y no digas que no es importante, todas las vidas son importantes, por igual. Nadie tiene derecho a elegir quién muere y quién no.-la miro con desesperación.-Lena ha pasado por mucho, Carol, no me imagino rodeada de gente con mala de salud. Dila que haga las maletas, se viene conmigo. La cuidaré sí o sí.

-De acuerdo.- sonríe.

Al entrar en la casa le digo a Lena que haga las maletas que se viene conmigo de aventura. Esa niña ha sufrido mucho, no quiero que sufra mas. Es muy inocente. No dudo que haya mas en el mundo pero lo quiera o no, no puedo llevar a todos. Me he hecho un juramento. Esa niña va a sobrevivir a esta locura. Y rezo por Rob y Carol. Son los abuelos que siempre quise y nunca tuve.

19:30

Lena, como yo la llamo, es un encanto. No ha parado de repetirme que era "super-mega-chuli" ir de aventuras. Llevo un año llevándola libros día librería que estaban en mal estado, que se había descolorido un poco la portada. Y antes de tirarlo, se lo llevaba. Es una soñadora increíble. Tiene una imaginación tan grande que impresiona, con lo pequeña es. 

Ya estamos en el puerto con todas las maletas y los juguetes de Lena. Habia un submarino inmenso en frente de nosotras. La pequeña había pegado un chillido de ardilla cuando lo había visto. Lena era tan inocente, que la encantaba tener que vivir en el submarino. Habia como unos 12 guardias del FBI en muelle. Al ver que Lena no estaba en la lista no me dejaban entrar pero yo les había dicho que iba conmigo y que como no nos dejasen entrar iba a llamar a mi padre, que al parecer era muy temido por ellos, porque sin rechistar nos habían dado el paso. La niña estaba asustada por esos hombres.

-Lena esos son los guardianes de la nave nodriza. Sin ellos los piratas podrían entrar sin problemas.-ella me miraba divertida. Al parecer la había quitado el miedo.

Al entrar había mucho mas hombres trajeados pero al decirles que era hija del Sr. Roberts me habían dejado pasar. Habia mucha gente en una especie de salón metálico. Busqué a alguien a quien conociese. Después de 7 minutos eternos divisé a Carson en un pasillo larguísimo. Lena y yo corrimos hacia él. Lena saltó a sus brazos cuando él la vio. No preguntó nada acerca de la niña, simplemente me llevó a una habitación donde había solo una cama. Hasta ese momento no me había planteado dónde iba a dormir la pequeña. Decidí que la niña dormiría en mi supuesta cama y yo en un saco de dormir. Al contrario que a mí, la niña le encantó la habitación. Durante 25 minutos estuvimos jugando a las muñecas  y decorando la habitación con los dibujos que ambas habíamos estado haciendo. Estaba feliz y triste. Y eso es bueno porque siempre estaba o triste o enfada. Pero todo eso acabó cuando mis padres entran en la habitación con cara de pocos amigos.

-Milagros Roberts Willson, ¿podrías salir un momento de la habitación? tenemos que hablar un momentito contigo.- mi madre estaba enfadada pero no mas que yo. A mi me había abandonado. 

-Pues la verdad es que ahora me pillas casándome con el Rey Radis. Tendrá que ser en otro momento.

-Mila sal, no quieras empeorar las cosas.-mi padre sabia que estaba mal. Mejor. Que le duela, al fin y al cabo se lo merece.

Suspiro exageradamente. Salgo al pasillo y mi madre sin ninguna otra palabra.

-Quiero que saques a esta niña de aquí. Si no lo haces tú, me encargaré de que se la lleven a rastras. No me pruebes Mila. 

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HOLAAA ¿QUÉ OS HA PARECIDO EL CAPITULO DE HOY? ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO TANTO COMO A MI. NO OLVIDÉIS VOTAR Y COMENTAR. Y SI YA DE PASO LO COMPARTÍS CON VUESTROS AMIGOS MEJOR QUE MEJOR. OS MANDO MUCHOS BESOS Y ESPERO QUE ESTÉIS TODOS BIEN, LO DEL COVID-19 HA DESCOLOCADO LAS COSAS. MUCHO ANIMO CHICOS.

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