Coge aire

Capitulo 10

Mi madre estaba loca si pensaba que iba a abandonar a Lena. La mujer que me había dado la vida, la que siempre estaba ahí para ayudarme, ahora me estaba mirando furiosa.

-Vamos Lidia, podemos llegar a un acuerdo- mi padre como siempre intentando calmar las cosas.

-NO, Marcus esa niña es un peligro para todos-Mi madre estaba loca de remate. 

-¿Que estás diciendo mamá? Lena no es mas que una niña. Si acaso el problema lo serias tú.- esto se me iba de las manos, sentía tantas cosas que no pensaba con claridad. Habia dejado al mundo atrás como si ellos no valiesen nada. ¿Que iban a pensar al ver que en muchos años ni el presidente, ni los reyes, aparecían por la tele o por algún medio de comunicación?

-Lena no hables así a tu madre- estaba furiosa, con todo el mundo, mi padre seguía defendiendo lo indefendible, a mi madre.

-Ella ya no es mi madre- solté esto y me quedé muy a gusto. Era la pura verdad, ella ya no se comportaba como una madre. Menos mal que Carson apareció y nos separó antes de que la situación empeorase. 

Después de todo lo ocurrido mi padre, consiguió convencer a mi madre. La relación con mi madre había dado una voltereta de 180º, pero a estas alturas las únicas personas que me importaban estaban fuera del submarino, con excepciones claro.

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El resto de la tarde pasó muy rápido. Conseguí un saco de dormir y un hinchable con forma de tumbona que usaría como colchón. Carson, Julia y Dylan conocieron a Lena. Estuvimos viendo pelis hasta las 20:45, a esa hora el submarino se sumergió en el inmenso océano atlántico. Lena estaba asustada, pero me sorprendió al ver que no decía nada al respecto. Esa noche no dormí nada. Estuve pensando en todos los que se quedaban en tierra. En Rob, Carol, Will, Declan, Chloe, Lauretta... Estuve llorando hasta las 5 am al presa del cansancio.

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Hoy en vez de despertarme por el reloj de mesita de mi habitación, una niña con el pelo castaño revuelto con ojos dorados y cansados me movía en mi super hinchable-cama. La sonrío.

-Buenos días peque. ¿Qué tal has dormido?

-Bien, pero tengo hambre... y ha dicho una mujer en ese chisme que hay que ir a desayunar al comedor- me dice con su voz chillona mientras señala un pequeño altavoz. Me río. Esta pequeña va a hacer que esto no sea tan duro.

Nos vestimos y nos dirigimos al gran comedor. Hay varios cocineros haciendo el desayuno.

-¿Huevos revueltos con bacon y tostadas, zumo de naranja y una pieza de fruta?- leo el pequeño cartel que hay a la entrada del comedor que al parecer se divide en grupos. Los reyes en una mesa, los presidentes en otra, los militares en otra y los científicos (mis padres y los de Julia junto con otra pareja) en una mas al fondo. Los hijos también se dividían en esos grupos. Hay un montón de mesas. Busco a mis amigos. Se encuentran en una mesa negra hablando. Lena y yo cogemos el desayuno y nos vamos a sentar con ellos. Al principio no le querían dar el desayuno a la pequeña pero después de varias miradas de "no me pruebes", se la han dado. 

-Estoy fatal de verdad.- Dylan tiene un aspecto horrible. Sus preciosos ojos azules ahora estaban rodeados por unas sobras moradas, al igual que todos, me tranquiliza no haber sido la única en no poder dormir. Julia tiene una cara muy triste. La miro y ella me lanza una mirada de "Luego te cuento."

No me había percatado de que había otra chica que no conocía. Era castaña, con mechones dorados. Tenía los ojos verdes, con un aspecto de haber estado llorando. La cara la tenia muy fina y cuidada. Sus labios grandes y rosados no sonreían. Al sentarme me presento.