Capitulo 11

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No está, no está, no está... No puedo pensar en otra cosa que no sea dónde podría estar...
Corro por todo el submarino preguntando a todo el mundo si la han visto. Ha desaparecido... Estaba a punto de rendirse cuando suena por los altavoces del submarino mi nombre.
-Mila Roberts, la comandante le reclama ir a su despacho inmediatamente.- lo dice muy enfadada, ¿qué he hecho? A lo mejor tienen a Lena allí y es para recogerla.
Voy lo más rápido que puedo. Por el camino me cruzo con Peyton que me mira preocupada. Debo de estar horrible. Ni siquiera me he vestido esta mañana. Al llegar no llamo, directamente abro la puerta. Mi corazón se relaja al ver a la niña por la que he estado sin aliento toda la mañana. Se gira y viene corriendo hacia a mi para darme un abrazo. Hasta ahora no me había dado cuenta de que estaba llorando.
-¿Qué te pasa?¿Por qué lloras?

-¿Me vas a abandonar?¿Cómo lo hicieron papi y mami?

-¿Qué...?- empiezo a decir pero en ese momento noto que no estamos solas.

-La niña debe irse Mila, está ocupando espacio y hay que darla comida que, por si no te has dado cuenta, está muy controlada.- mi madre me mira con esos ojos dorados que siempre me habían transmitido calidez. Ahora mismo emanaba de ellos un aire gélido. A su lado está la comandante mirando a la niña con... ¿tristeza? No sé. Me río incrédula al escuchar las palabras, previamente estudiadas, de mi madre. Sin embargo, al hablar me dirijo a la comandante.

-Señora, Lena está durmiendo en mi camarote, en mi cama y yo duermo en un sillón inflable, que es lo bastante grande como para ser una cama.- me mira con atención y noto una pizca de calma, supongo que al saber que la pequeña no dormía en el suelo, continuo. -... en cuanto a la comida le doy la mayor parte de mi comida a ella. Lena no ha dado problemas en ningún momento.- La comandante me regala una sonrisa cálida, real. No la había visto sonreír de verdad en todo este tiempo que llevo en el submarino. Ignoro completamente a mi madre. - Lena es huérfana,- le explico- vivía con sus abuelos. Los cuales son muy importantes para mí. Lena ha sido y es como la hermana que siempre he deseado tener. Les debía mucho a sus abuelos. Esto es lo mínimo que podía hacer por ellos. Siento haberlo hecho sin avisar pero también fue una sorpresa para mí. Haré lo que sea para que dejéis a Lena quedarse aquí. Puedo ayudar a cultivar o a limpiar el submarino. Lo que sea pero dejen a Lena quedarse.- le suplico a la comandante. Lena ayuda mucho ya que ella también le suplica con los ojos de corderito. Mi madre sin embargo le está mandando mensajes psíquicos para que niegue mi "oferta". La comandante me mira pensativa y va cambiando la dirección de Lena a mí continuamente.

Al cabo de unos minutos la comandante suspira y me mira.
-De acuerdo, se puede quedar...- Lena pega un grito de emoción seguido del mio, mientras que mi madre desiste y se va de la sala toda indignada, no sin antes decir; "esto es un grave error". No me sorprende, viniendo de ella.- ... Peeero Mila, deberás ejercer un trabajo superior al asignado. Mañana se te asignará otro trabajo que ayude a mantener el submarino con una residente más.- asiento, ya sabía que algo asi iba a pasar. Le digo a Lena que vaya a la habitación. Al irse la niña, la comandante me dice - Pero como dicta la ley de navegantes, debes ser sancionada. Lo siento Mila, se que tus intenciones eran buenas pero es la ley. Mañana a las 10 am vendrás a mi despacho y te pondré el castigo.

- P-pe-pero- no me da tiempo a reaccionar. ¿Sanción? Yo no me merezco todo eso. Por otro lado entiendo que deban darme algún tipo de castigo pero ¡¿SANCIONARME?! Tampoco es tan grave. Al final me rindo. Es imposible que me perdonen. Así que decido agachar la cabeza y asumir el castigo por muy duro que sea.
Me despido de la comandante y me dirijo a la habitación. Cuando paso por la sala central veo a Carson sentado con las manos en su cabeza y los codos en sus piernas. Me acerco.
-¿Mal día?- levanta la cabeza y me mira preocupado.

-Mila...- me abraza. Esto no es propio de él. Algo va mal.- feliz cumpleaños...- le sonrio, pero acyo seguido él me mira serio y pensativo- Mila ¿sabías que hay miles de muertes diarias en la superficie? Ellos están ahí fuera van a ir Mila. Debes hablar con ellos que te expliquen qué pasó aquel día. No puedes dejar escapar está oportunidad.- me mira decidido.- He estado investigando y todas las mañanas salen cargamentos a la superficie.

-¿Cómo sabes eso?

-Trabajo en esa sección Mila.

-¿Y en qué consiste?

-Todas las mañanas salen cajas enormes llenas de cintas de vídeo.- le miro extrañada. El simplemente se encoje de hombros y continúa.- Esas cajas pesan toneladas. No te puedes ni imaginar la cantidad de cintas, hojas, paquetes y mierdas que transportan las cajas. El caso es que mañana a las 9:30 salen las próximas cajas. Pero esta vez no sólo llevarán cintas y hojas.-me mira.

-¿Qué?... No- me suplica con la mirada.- No, no pienso meterme en esas cajas.

Me levanto y me dirijo a mi habitación. A Carson se le va la pinza. Puedo morir. Y no sólo porque tenga claustrofobia, sino por la presión y el oxígeno. Noto que una mano me tapa la boca y otra me tira de la camiseta. Carson me empuja dentro de mi habitación y cierra la puerta tras de sí.
Lena ya está dormida por lo que Carson habla en susurros.
-Mila, no lo entiendes. Puedes salir y verles. Quitarte todas las preguntas de tu cabeza.

-Estás loco. Podría morir ahí Carson.

-Está todo preparado. Confía en mí. No te pasaría nada.
-En el caso de que saliera, ¿me explicas como volvería a entrar? Mamá está enfadadisima conmigo y Papá lleva sin dirigirme la palabra desde el otro día. Y Por si no te has enterado ya estoy sancionada por acoger a Lena en el submarino. Si la vuelvo a vagar me expulsarán y moriré en la superficie. Lo siento Carson, pero es imposible.- aparto la mirada.

-NADA, repito, NADA es imposible.- me mira enfadado- Tú me lo has demostrado. Tú eres la que lleva toda la vida diciéndome que podía conseguir cualquier cosa si me lo proponía de verdad, que luchase por mis sueños. TÚ eres la que me lleva diciendo toda la vida eso y ahora eres TÚ la que no se aplica su propio cuento.- está decepcionado. Le entiendo.
Yo tambien estoy decepcionada, estoy decepcionada con el mundo por irse a la mierda, por proponerse destrozarme la vida. Pero Carson tiene razón, no puedo rendirme. Si algo me ha enseñado mi madre es que no puedo dejar que la vida me gane, esto es un pulso y no puedo dejar que la vida me gane. Yo debo ganarle a la vida. Miro a Carson el cual está mirando a la niña con nostalgia.

-Tienes razón- me mira esperanzado.- debo luchar por lo que quiero, por los que quiero. Pero si yo voy tu también.- noto que le sorprende y alegra.- Carson es nuestra madre. Estoy 100% segura que nos amaba. No podemos decepcionarla, a ella no.

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⏰ Última actualización: Dec 09, 2020 ⏰

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