Jack no podía creer lo que estaba haciendo y Pitch no podia creer lo que él estaba haciendo.Pitch: ¡¿Qué estás haciendo?! -Dijo apartando a Jack de sus labios.
Jack: Lo siento, no me resistí.
Pitch: ¡¿De qué estás hablando?!
Jack: Me siento atraído a ti... Yo te des...
Pitch no dejó a Jack terminar. Lo atrajo hacia él de nuevo, regresando el beso, pero con el doble de intensidad. Jack sintió que se derretía, la calidez del beso de Pitch lo tenía a su merced. Pitch levantó a Jack, apoyándolo contra la pared de piedra fría. Jack soltó un leve gemido y entrelazó sus piernas en las caderas de Pitch.
Pitch: Lo siento, yo tampoco me resistí. -Dijo entre jadeos, con un tono de voz seductor.
Pitch siguió presionando contra los labios de Jack. No había control por parte de los dos. Pitch llevó sus manos por debajo del hoodie de Jack y, por alguna razón, su piel era cálida al tacto. No era fría, como él pensaba. Acarició todo su pecho hasta llegar a su cuello. Removió su hoodie y lo aventó lejos.
Jack quitó el saco de Pitch. Sus manos no dejaban de acariciar la piel de Pitch. Ambos querían más, nada era suficiente. Pitch dejó caer a Jack en el piso para besar mejor su cuello, así, hasta llegar a sus pezones, estaban duros. Jack volvió a soltar gemidos leves que subieron de tono e intensidad a medida que Pitch seguía.
Pitch: Sigue gimiendo, Jack. ¡Gime para mí!
Jack: ¡Ah!... ¡Oh, sí! Pitch... -Jack no dejaba de repetir su nombre, le excitaba.
Pitch puso boca-abajo a Jack, tocó su entrepierna, al mismo tiempo que removía su pantalón café. Jack detuvo la mano de Pitch.
Jack: Pitch, métemelo... ¡Porfavor!
Pitch baja su pantalón negro y, sin dudarlo, inserta su miembro lentamente dentro de Jack.
Jack: ¡Ah!... Due... Duele... -Ya no tenía fuerzas para seguir hablando.
Pitch: Tu lo pediste, Jack. -Dijo en voz baja junto al oído de Jack.
Él lo embiste, su pelvis se mueve con más intensidad cada vez. Pitch marcó, con sus manos y besos, todo el cuerpo de Jack
Pitch: Eres tan cálido, Jack, tan lindo... Quiero poseerte.
Jack: ¡Hazlo! Soy... tuyo, Pitch.
Él llega al clímax y deja escapara una serie de gemidos que, al oído de Jack, son deleitables.
Jack: ¡Ah, sí! Mh...
Ambos lo disfrutaban bastante. Después de un rato, el cansancio los invadió y terminaron dormidos en el piso. Utilizaron sus ropas para evitar el contacto frío del suelo en sus cuerpos ardientes en llamas.