𝐒𝐄𝐀 𝐎𝐅 𝐌𝐎𝐍𝐒𝐓𝐄𝐑𝐒 || PJO 🔱

Capítulo X

"Clarisse lo hace saltar todo por los aires..."

— ¡Estáis metidos en un lío tremendo!

Acabábamos de terminar el pequeño tour que Clarisse nos dio por todo el barco: través de camarotes sombríos, cañones, calderas, torretas de artillería y un montón de sitios más a los que no le presté atención.

Allí donde íbamos, los marineros confederados nos miraban con aquellas caras fantasmales y barbudas que relucían bajo sus cráneos. Al principio se interesaron por mí, al llamarme Jackson como el famoso general sudista, pero lo estropeé al decir que era de Nueva York.
Tyson les tenía verdadero pánico a los tripulantes fantasma. Skylar se separó del grupo y reapareció a la hora de cenar, con ropa limpia y el pelo lavado.

El camarote principal no era mucho mayor que el resto, pero en la mesa reposaban decenas de sándwiches varios para comer. La verdad, no me apetecía ponerme a comer delante de todos aquellos fantasmas.
Skylar cogió una botella de SevenUp y se sentó sobre el escritorio del camarote, alzando una ceja al ver que no probábamos más.

— Tántalo os ha expulsado para toda la eternidad. — nos dijo Calrisse en tono presuntuoso — Además, el señor D dice que si apareces por allí, te convertirá en ardilla y te atropellará con su deportivo.

— ¿Han sido ellos quienes te han dado este barco?

— Por supuesto que no. Ha sido mi padre. — Clarisse me miró con desdén — ¿Crees que tu papi es el único con potencia naval? Los espíritus del bando derrotado de cada guerra le deben tributo a Ares, es la maldición por haber sido vencidos.

Tyson tragó saliva.
Skylar llamó la atención de la hija de Ares.

— Clarisse, Luke quizá vaya tras el vellocino también. Lo hemos visto, conoce las coordenadas.

— ¡Perfecto! Lo volaré por los aires a cañonazos. — Skylar abrió los ojos como platos al notar su emoción — Por cierto, Elliot me pidió que te dijera algo. "Como te mueras, te juro que te revivo para matarte yo".

— Es un amor. — las dos rodaron los ojos divertidas — Pero creo que no me entiendes.

— Tenemos que unir fuerzas. — yo intervine — Deja que te ayudemos...

— ¡NO! — Clarisse dio un puñetazo en la mesa — ¡Esta misión es mía! Por fin logro ser yo la heroína, y vosotros no vais a privarme de esta oportunidad.

— ¿Y tus compañeros de cabaña? — pregunté — Te dieron permiso para llevar a dos amigos contigo.

Ella quedó en silencio, planteándose la respuesta.

— Les dejé quedarse para proteger el campamento.

— ¿Ni siquiera la gente de tu propia cabaña ha querido ayudarte?

— ¡Cierra el pico, alga con patas! ¡No los necesito! ¡Y a ti tampoco!

— Clarisse, — Skylar habló — Tántalo te está utilizando. El campamento le trae sin cuidado.

La pelinegra se bajó del escritorio y cogió otro sándwich.

— ¡No es verdad! Y me importa un pimiento el Oráculo. — Clarisse se interrumpió bruscamente.