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Una vez que Draco llegó de nuevo a los dormitorios de los chicos, pidió a Merlín que el Draco del pasado tomara la decisión más beneficiosa.

A su vez, seguía anhelando poder estar otra vez con Harry, y a sabiendas de que el otro Draco le haría caso, esa mañana, aprovechando que estaba vestido, bajó en busca del Gryffindor.

- ¡Granger! - llamó Draco a Hermione mientras se acercaba a ella, después de haber estado buscando a Harry por todos lados.

- ¿Qué pasa, Malfoy? - preguntó la castaña.

- ¿Has visto a Potter? - preguntó.

- Sí, ahora acabo de estar con él. Está al lado de las gradas de Quiddich, en el árbol más grande.

Y Draco, tras saber el paradero del Potter, no se lo pensó dos veces y emprendió su camino.

Pero antes, Hermione le cogió del brazo.

- Malfoy, creo que tú y Harry tenéis una relación bastante cercana... ¿Sois algo más que amigos? - preguntó la chica.

Fue cuestión de segundos cuando el Slytherin volvió a hablar.

- ¿Cómo lo sabes? - preguntó.

- El otro día os vi agarrados de las manos, debajo de la mesa Slytherin.. - explicó Hermione - Y os miráis de una forma que no... no es común en la amistad. - hizo una pequeña pausa - Harry está mal, Malfoy.

Draco pensaba en que a lo mejor sería una mala idea ir ahora, pero él solo quería, por lo menos, volver a verle.

Así que, se soltó del agarre de Hermione y volvió a retomar su camino.

Fue al lugar donde siempre solían verse, y allí estaba, tumbado en un gran árbol, a plena luz del día.

Parecía estar llorando, pero Draco no estaba del todo seguro, así que decidió acercarse más a él.

- Harry... - habló en voz baja la serpiente.

El nombrado solo se limpió las lágrimas con su suéter.

- Harry. - alzó un poco más la voz.

Esta vez, Harry se volteó para mirarle.

- ¿Qué quieres, Malfoy? - preguntó, despectivamente, sin llamarle por su nombre, por primera vez en mucho tiempo.

- Harry, lo siento. - se disculpó débilmente, haciendo callar al león.

Se dio cuenta de que no estaba mentalmente preparado para volverle a hablar. Pero ya no había vuelta atrás.

- No quería hacerte sentir así, Harry.
Lo siento. - se volvió a disculpar, intentando parecer que estaba bien.

Y el Gryffindor se puso de pie, para poder estar a su altura.

- Me has mentido. Me prometiste que no lo harías, y lo has hecho, Malfoy. - dijo, empezando a cabrearse. Draco se quedó callado - ¿Qué? ¿No me vas a decir nada?

- Harry, déjame explicarme.. Yo-

- Tú. Siempre tienes que ser tú. Mira, no sé qué me vas a soltar ahora, pero no quiero oírlo. Así que, vete.

Draco le hizo caso omiso, y continuó.

- En un principio, quise hacer la apuesta porque Crabbe me dijo que si no lo hacía tenía que masajear sus pies por dos semanas. La acepté, y fue cuando empezamos a ser mejores amigos cuando me di cuenta de que era estúpido, y fui un gilipollas cuando la acepté. - hizo una pausa - No quiero perderte por esto, Harry, me importas y mucho - le empezaron a brotar las lágrimas, sin apenas percatarse.

- Vete, Malfoy.. - Harry ordenó de nuevo, débilmente.

- Está bien.. - El Slytherin se fue yendo del lado del azabache.

Sin apenas tener fuerzas por las que luchar, el Malfoy subió de nuevo a la Sala Común de Slytherin.

Había estado llorando por un buen rato en su cama, hasta que se durmió.

- Oh, Draco... - Harry esta vez le estaba acariciando su pelo - No te pongas así..
Solo tienes que dar cinco vueltas y media.

Al parecer, en el sueño, Draco también estaba llorando y Harry le estaba consolando.

- ¿Cinco vueltas y media al giratiempo? - preguntó Draco, limpiándose las lágrimas.

- Eso es. - afirmó - Lo tienes justo en tu cuello, y quiero que lo cuides bien - y acto seguido, le plantó un beso en la frente.

- ¿Para viajar al pasado?

El Gryffindor asintió.

- De todos modos, tú ya has viajado al pasado conmigo. - añadió Harry.

- Tienes razón. - el rubio sonrió un poco, y el azabache aprovechó en besarlo.

- Adoro verte feliz.

- Solo estoy feliz cuando estoy contigo, Harry.

Y ambos sonrieron.

Aquel sueño, parecía igual de real como el anterior que tuvo.

- Harry, ¿podrías estar a mi lado siempre?

- Siempre lo voy a estar, aunque esté enfadado contigo. Porque tú también me importas, y mucho.

Y Draco lo abrazó, haciendo que Harry le correspondiera.

- Harry... creo que me estoy imaginando todo esto..

- No, Draco, esto es un sueño. Puede que te preguntes que por qué es tan realista y es gracias al giratiempo. Te hace soñar con las cosas o personas que más te hacen feliz. - explicó.

- ¿Tú realmente estás aquí por el giratiempo? ¿Y por eso, desde anoche estoy soñando solo contigo?

Volvió a asentir.

A Draco le daba como una especie de miedo y felicidad al oír todo eso.

- ¿Y si me lo quito..?

- No podrás soñar conmigo por las noches. O sí, pero no será tan seguido.

- Joder...

- Lo sé.. Supongo que por eso Hermione se lo quitaba por las noches, solo soñaba con libros que ya había leído. - rió un poco, hizo una breve pausa, y miró a Draco - Estás muy serio...

- Es solo que... bueno, el Harry del exterior está enfadado conmigo, y yo... yo no lo estoy pasando bien. He viajado en el tiempo para impedir que mi yo del pasado pudiera aceptar esa apuesta, y..

Harry le interrumpió con un abrazo, y Draco se lo correspondió, solo que esta vez estaba llorando más que en al principio.

- ¿Estoy haciendo bien en intentar arreglar las cosas? - dijo entre lágrimas.

- Ya lo creo. - afirmó, sonriendo un poco - Te has dado cuenta de que lo que has hecho está mal y lo estás intentando arreglar.. Eso está bien.

- Gracias por comprenderme, Harry.

- No me lo agradezcas, Draco.
Lo que sea por ti.

Draco Malfoy y el giratiempo | { Drarry }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora