𝐃𝐈𝐀𝐍𝐀, jasper hale

xiii. confide in yourself

—Así es, soy la hija de Hades. —suelto un suspiro —. Debí decirte desde un principio, comprendo si te quieres enojar conmigo por no haber sido sincera contigo.

—No me enojaré contigo, era tu decisión si contarme o no. Pero, me alegra saber que tomaste la decisión de contarme. —me dice con suma tranquilidad. Toma mi mano y la aprieta levemente.

¿Qué hice para merecer a Jasper?

—Gracias por comprender, Jazz. —una sonrisa se forma entre nuestros labios.

—Quisiera que mañana vinieras otra vez a mi casa. Edward llevará a Bella, y como tú y Nico ya hacen parte de nuestra familia, nos gustaría que estuvieran presentes.

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Esme, Rosalie, Emmett, Carlisle y yo preparábamos algo de comer para la bienvenida de Bella. Ellos veían por la televisión como preparar comida italiana, yo sabía cocinar, pero nunca había hecho un platillo italiano. Ayudaba a Carlisle a lavar las verduras mientras que Esme y Emmett las picaban. Rosalie, sostenía el plato donde invertía las verduras.

—¿Siquiera es italiana? —pregunta Rosalie.

—Se llama Bella. —le corrige el líder del aquelarre.

—Y seguro que le va a encantar. —digo dejando a un lado las verduras limpias.

—Huele diferente. Ahí viene la humana. —dice asquienta Rosalie. Jasper se pone a un lado mío, buscaba que lo tranquilizara. Bella portaba un olor muy fuerte, algo que inquietaba a Jasper.

Esme al ver llegar a la mortal y su hijo, corre hacia ellos. Estaba emocionada de conocer a Bella, digo Esme, porque yo ya la conocía.

—Bella, estamos cocinando italiano para ti. —dice que es para ella porque Nico y yo ya habíamos cenado.

—Ella es Esme, mi madre, a efectos prácticos.

—Bonyorno. —saluda con tropiezos Bella.

—Gracias a ti, usamos por segunda vez la cocina. —Carlisle se seca las manos con un trapo.

—Espero que tengas hambre. —dice Esme.

—Ya comió. —suelta Edward. Rosalie rompe el plato entre sus manos por la ira que tenía al escuchar decir eso a Edward.

—Perfecto. —murmura Rosalie.

—Como sé que no comen... —trata de excusarse Bella. Suelto una risita ante sus nervios.

—Por supuesto. Eres muy considerada. —dice Esme.

—Ignora a Rosalie. Como yo. —le dice Edward a Bella. Fruzco el ceño ante el comentario de Edward.

—Hagamos de cuenta que esto no es peligroso para nosotros. —exclama la rubia.

—Jamás le diría nada a nadie. —camino hacia ellos junto con Jasper.

—Ella lo sabe. —murmuro mirando a Jasper, este asiente.

—El problema es que todo el mundo los vio juntos... —Esme interrumpe a Emmett.

—Emmett.

—Merece saberlo. —exige Rosalie —. Toda la familia quedará implicada si esto termina mal.

—¿Y qué hay de Diana? —pregunto un poco torpe Bella.

—Diana no es un peligro, ella también pertenece a un mundo sobrenatural. Su sangre no nos apetece a nosotros. —le dice Jasper.

—Hola, Bella. —Alice había llegado junto con mi hermano. Podía sentir que este estaba mareado, al parecer, no se acostumbraba a la velocidad inhumana de su compañera —. Soy Alice.

La vampira abraza a Bella, esta quedó un poco sorprendida por la acción de mi cuñada.

—«Oh, qué bien hueles.

—¿Qué haces? —pregunta Edward.

—No te preocupes. Bella, Diana y yo seremos grandes amigas. ¿Oh no, Diana? —asiento no tan convencida. Bella mira a Jasper un poco confundida, pues, este tenía una cara... de estar en shock.

—Disculpa. Jasper recién se convirtió en vegetariano. No le es fácil. —explica Carlisle —. Y él es Nico, hermano de Diana y pareja de Alice.

—Es un placer conocerte. —suelta Jasper.

—Hola, Isabella. —saluda Nico un poco disgustado. El aura de Bella llamaba mucha la atención. Era algo débil, pero con algo que me impedía profundizarme en su pasado. Mi hermano abraza a Alice por la cintura, tratando de disimular su disgusto hacia Bella.

Había hecho una apuesto con él, de que si trataba de disimular su disgusto hacia Bella se ganaba veinte dracmas y dólares. Sino, él me los daba a mí.

—Sí, el gusto es mío.

—Voy a llevarla a ver el resto de la casa. —dice Edward. Estos dos se retiran.

—Te lo dije, que no la ibas a lastimar. —le digo mirando a Jasper, este me sonríe.

—Todo salió mejor de lo que esperábamos. —dice Carlisle.

—Limpia eso, ahora. —le ordena Esme a Rosalie. Esta rueda los ojos.

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—¿Quieres quedarte allí de pie toda la noche? —pregunto sin abrir los ojos —. Acuéstate.

Me hago a un lado dejando un espacio suficiente como para que el vampiro se acostara.

—No quiero incomodarte. —dice el vampiro.

—No me incomodaras. Tranquilo. —abro los ojos y este camina hacia mi cama acostándose. Sin pensarlo los dos veces lo abrazo para después alzar mi pierna lentamente y ponerla sobre las de él. Siento como este se tensa ante mi acción.

—Lo siento, me es cómodo hacer eso. —me disculpo antes de caer dormida.