𝐃𝐈𝐀𝐍𝐀, jasper hale

xiv. dangerous Bella

—¿Ya estás lista? —me pregunta Jasper cruzándose de brazos y recostándose en la Jeep de Emmett.

—Sí, ya estoy lista. —asiento. Me subí a la Jeep junto con Jasper

—Por cierto, es la primera vez que te veo con tenis y no con tus botas. —dice este mientras se subía a la Jeep y comenzaba a manejar.

—No lo sé, algo me dice que tengo que ponerme tenis hoy. Y el presentimiento de un semidiós siempre acierta.

—Y el de una mujer sí que menos. —murmuró antes de que los dos soltáramos una carcajada.

Sé que se preguntarán por Nico, este tuvo que irse al Campamento, Quirón llamó a Nico. Al parecer, necesitaba que este realizara una misión. Me la hubiera asignado a mí, pero, antes de irme mi madre los amenazó de que si interrumpían mis vacaciones ella no dudaría en hacer centauro asado.

Fue duro para Alice separarse de Nico, pero este le prometió que volvería lo más pronto posible. Vamos, quien diría que algún día vería a Nico tan enamorado y menos de una vampira que es mucho mayor que este.

—¿Has hablado con Nico? —La voz de Jasper hizo que me despegara de mis pensamientos.

—Claro, dice que en muy poco tiempo volverá. Ya se está acercando a la semidiosa. —la misión de Nico consistía en lo de siempre, acercarse a la semidiosa, contarle y llevarla al campamento.

—Si es una misión muy típica, ¿por qué no mandó a otro semidiós que sí se encontraba en el campamento? —pregunta Jasper sin despegar la mirada del camino.

—Ganas de molestar al pobre Nico.

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Veo un carro estacionarse al lado de la Jeep, supuse que eran Bella y Edward. De allí se bajan estos mismo.

—Me alegra que hayas venido. Necesitamos otro árbitro. —le dice Esme acercándose a Bella.

—Cree que los chicos hacen trampa. —me pongo al lado de ellas.

—Sé que hacen trampa. —murmura Esme entre risas —. Ustedes son la ley.

Los relámpagos comienzan a caer. Era tan cool, jamás había estado en un Baseball de vampiros, ¡ni siquiera sabía que existían!

—¡Es hora! —grita Alice emocionada y tirando la pelota. Al momento de Rosalie batear la pelota se ocasiona un gran ruido y al momento en que cae un trueno.

—Ahora entiendo por qué necesitan los relámpagos. —murmuro entre carcajadas.

Edward al ver que la pelota llegaba a su base sale corriendo de forma inhumana.

—Eso es un cuadrangular, ¿no? —le pregunta Bella a Esme.

—Edward es muy rápido. —nos dice Esme. Sí, pero no más que mis viajes de sombras.

Rosalie se acercaba al igual que la pelota, pero antes de que llegara Esme atrapó la pelota.

—Estas afuera. —le dice Bella. Esta se gana una mirada odio de Rosalie.

—Vamos, cariño. Sólo es un juego. —le gritó Emmett.

Le extiendo mi mano a Rosalie y esta se queda sorprendida, acepta mi mano dudosa y la ayudo a levantarse. Esta vez, no me dio escalofríos al sentir la helada mano de ella. Al parecer, me acostumbraba a eso.