𝐃𝐈𝐀𝐍𝐀, jasper hale

xlv. The mestizo wedding

Han pasado muchas cosas desde la batalla, y cuando me refiero a muchas es que hay una boda por planear y planear una boda sí que requiere estrés y perfección. Y no, no es mi boda.

Es la de Isabella Swan y Edward Cullen.

Y Bella, digamos que no sabe organizar bien una boda, Alice y yo la dejamos organizarla por un tiempo, pero a la hora de ver cómo iba casi deseamos no tener ojos.

Bueno, bueno, le rogamos para que organizáramos nosotras su boda; casi me arranco los oídos al escuchar como Bella arrastraba los tacones de su boda.

—Sólo tienes que ablandarlos. —le dice Alice.

—Los he estado ablandando por tres días. ¿Puedo ir descalza?

—No. De ninguna manera. —murmuro haciendo una mueca.

—Pienso que es demasiado, ¿saben? El traje, los tacones... todo esto.

Volteo a ver como el resto de los Cullen cargaban las bancas hacia el lugar donde se realizará la boda.

—No. Es justo lo necesario. —Alice se encoge de hombros —. La boda será perfecta.

—¿En dónde lo pongo, Jefas? —pregunta Emmett mientras cargaba el tronco de un árbol.

—En cualquiera de los lados del pasillo. —le respondo.

—¿Qué pasillo? — pregunta Rosalie mientras cargaba otro tronco, pero más corto.

—¡¿Es que nadie en esta familia tiene imaginación?! —exclamo mientras bajaba los escalones y los guiaba al pasillo.

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—¿No te dijimos que durmieras bien? —paso delicadamente la brocha con corrector para ocultar sus terribles ojeras.

Puede que hace un año haya dicho que Bella me caía mal, pero, con el paso del tiempo fuimos tratando y poco a poco fue cayéndome bien. La juzgué mal.

—Lo siento. Tuve un mal sueño. Nervios de novia. —Rosalie se hizo presente.

—¿Les doy una mano? Podría hacer el peinado —pregunta mientras se ponía detrás de Bella —. Por favor no me ofende tu elección de novio.

—Sólo mi total falta de respeto por la mortalidad. —le responde Bella. Dejo a un lado la brocha.

—Exacto.

—Bodas. Siempre unen a todos. —Alice nos abraza con su alegría al máximo.

—¿Alice? ¿Diana? ¿Bella? —nos llama Renée.

—Aquí, mamá. —le responde Bella. Renée se acerca casi corriendo hacia nosotras. Nos hicimos a un lado para que su madre la pudiera ver.

—¡Santo cielo! Te ves hermosa —Renée estaba a punto de llorar —. ¡Mi maquillaje!

Alice le extiende un pañuelo, esta lo acepta.

—«Gracias. Charlie, ven acá.

—¿Segura? No quiero... —Todas nos sorprendimos a ver a Charlie en traje. Bella se levanta de su asiento sorprendida —. Lo sé, me veo sexy.

—Pensamos que necesitarías algo azul. —Renée abre una caja color azul y dentro se está descansaba una peineta.

—Y algo viejo. Aparte de tu madre. —bromea Charlie. Renée rueda los ojos.

—Qué amable.

Bella agarra delicadamente la peineta.

—Era de la abuela Swan.

—Pero añadimos los zafiros.

—Es hermoso. Vaya. Muchísimas gracias. —Bella le entrega la peineta a Alice para que se la pusiera. Esta se vuelve a sentar. Así lo hace.

—Tu primera joya familiar. Pasará a tu hija y a su hija. —Renée estaba a punto de llorar, Bella se vuelve a levantar dispuesta abrazar a su madre, pero la detengo.

—Arruinaras mi estupenda obra de arte.

Renée asiente dándome la razón. Alice se dirige al armario para después sacar el vestido.

—Okey, es hora del vestido. —dice emocionada.

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Estaba junto con Jasper conversando junto con Nico y Alice, de repente siento como alguien nos abraza. Bajamos un poco la mirada y vemos a...

—¡Bree! —chillo para después abrazarla.

—¡Hola! —esta se separa de nosotros.

—Es un gusto volver a verte, pequeña. —le dice Jasper con una sonrisa.

—A mí igual.

—¿Qué tal te va siendo vegana? —le pregunto notando como sus ojos ahora estaban tirando a color dorado.

—Es difícil, pero gracias a la familia Denali he mejorado.

—Tranquila, eso lleva tiempo en acostumbrarse. Es la hora y yo aún no me controlo, y lo hago es por el olor de Diana. No sé, pero me tranquiliza. —Dice Jasper viéndome con una sonrisa.

—Espero algún día encontrar a mi compañero y ser cómo ustedes. —Dice Bree soltando un suspiro de enamorada. Jasper y yo nos reímos.

Después de un tiempo de estar conversando nos sentamos, al lado de Nico y de Alice. Primera fila que no es lo mismo. Bella entró junto con Charlie, se la entregó a Edward y una vez que el padre diera la orden de sentarnos, comenzó la boda.

—Damas y caballeros, estamos reunidos aquí en este glorioso día para presenciar la union de Edward Cullen y Bella Swan. Repitan después de mí.