Escapando de la policía [Capítulo 3]

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—Tu madre me cayó bien— Dije mientras me apuraba en caminar —parece una buena persona.
—Mhm... si. Sin embargo, cuando se enoja es algo mala...
—¿Tu vieja es de enojarse mucho?
—No tanto. Pocas veces.
—¿Cuándo fue la última vez que se enojó?
—La noche anterior a esta. Cuando me quedé despierto toda la noche jugando a Detective 3.
—Tal vez deberías dejar de meterle tanto...
—Simplemente juego a la noche. Me va bien en la escuela, no entiendo por qué le molesta.

—Mejor tomemos otra ruta— Le dije mientras le tomaba el brazo para guiarlo por otra calle.
—Ya entiendo. No quieres pasar por casa de tus padres, ¿correcto?
—No son mis padres, Agustín, no te confundas.
—Si tu lo dices...

Tomamos todos los atajos posibles para llegar lo antes temprano al colegio, ya que se nos hizo un poco tarde.
Cuando llegamos, el director Uitzsom estaba en la puerta.
—Adam... ahora pasaste de vaguear en la parte trasera de la escuela, a llegar tarde, ¿qué sigue? ¿Faltar a clases?
—Disculpe, director, se nos hizo un poco tard-
—No me importa escuchar tus razones— Dijo en un tono enojado —¿Agustín? ¿Que haces con un vago como él? No quiero que sigas su ejemplo.
—No no, director. Simplement-
—No me importa lo que pase fuera de la escuela, solo quiero que seas más selectivo a la hora de determinar con quiénes te juntas, ¿de acuerdo?
Asentió Agustín.
—Ahora métanse ambos, y no quiero que esto vuelva a pasar...

Ambos entramos y caminamos a paso acelerado a nuestros salones.
—No es la primera vez que el director Uitzsom te trata mal, ¿pasó algo entre ustedes?
—No lo sé... creo que simplemente me tiene envidia.

Llegamos al salón y, luego de que la profesora nos regañara por llegar tarde, tomamos asiento para prestar atención en la aburrida clase de Gestión.

—Muy bien jóvenes, no olviden leer las páginas 120, 121 y 122 del manual para la semana que viene. ¡Buen finde!— Dijo la profesora entre las campanadas que marcaban el recreo.

—Pss. Adam
—¿Qué pasa?— Pregunté mientras me acercaba a Agustín.
—Conozco a alguien que pueda ayudarnos en esta investigación.
—¿Quién?
—Se llama Lucía, aunque muchos le dicen Magalí, que es su segundo nombre. Ella es de 5to B y es stalkeadora.
—¿Y de qué nos va a servir una persona que busca sobre la vida de los demás?
—Bueno, me contaron que es buena deduciendo, armando puzzle's y conoce mucha gente. Vamos a presentarnos, no perdemos nada...
—Ya que. Vamos, enano.
—¿Enano?— Dijo mientra se levantaba— Si mido 1,71...

Bajamos las escaleras, puesto que 5to B se encontraba en el 2do piso.
Apenas llegamos, miramos el patio y Agustín comenzó a buscar entre la multitud a esta persona.
—Cuentame. ¿Cómo es ella?
—Mmm. Mide, tal vez, 1.80, pelo grisáceo, y largo hasta la altura de la cintura.
—Que detallista.
—Y es muy linda...— Dijo mientras se sonrojaba.
—¿No es esa, enamorado?— pregunté señalando a un grupo de chicas. Entre ellas, destacaba una mujer con un hermoso pelo gris y una sonrisa brillante.
—Si... es ella...
—Bien, vamos.
—Espera, ¿qué?— Dijo impidiéndome el paso —no podemos simplemente hablarle...
—¿Por qué?
—Porque es una chica ocupada. Tenemos que reservar una cita con ella por su cuenta de Instagram primero.
—¿Qué se piensa que es? ¿Trump, boludo? Daa— Respondí sarcásticamente —todo saldrá bien.
Tomé su hombre y comenzamos a caminar hacia ese grupo de chicas.
—Em...
Toqué su hombro para llamar su atención.
Rápidamente se dió vuelta y, confundida, me preguntó.
—¿Hola? ¿Quiénes son?
—Soy Adam, y este amigo es Agustín.
—Hola.
—Venimos porque necesitamos tu ayuda.
—Si necesitan que stalkee a alguien tienen que pedirlo por mi Instagram, novatos...
—No necesitamos tus habilidades de stalker...
—¿Entonces?
—Alguna vez oiste hablar de...
—¿De...?
—De Plicroxx...
—¿Pri que...?
—Plicroxx... PLI-CROXX.
—Bien... no, nunca oí de eso...
—Mierda...
—Déjame explicarte— Intervino Agustín —La cosa es que necesitamos ayuda de una persona que pueda tratar temas que no son muy conocidos, tales como Plicroxx. ¿Conoces a alguien?
—Mhm...— Se quedó pensante unos segundo —la coordinadora Tulóm tal vez pueda ayudarlos. Ella es la indicada para este tipo de cosas.
—¿Ella está hoy?
—Si si. Está todos los días. Seguramente en el último piso...
—¡Perfecto! Muchísimas gracias. Vamos, Agus.

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