Lan Sizhui, Lan Jingyi y Jin Ling encontraron algo extraño en una cacería nocturna, cerca de las montañas de Gusu Lan se situaba una gran piedra brillante, los chicos por investigar se acercaron demasiado, haciendo que la misma los absorbiera.
Lo qu...
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—Ahora, siéntate -
Los chicos no salían de su asombro, y menos al ver que Lan wangji obedecía a lo que Wei Wuxian pedía.
Sentándose en en donde Shizui había estado antes, Hanguang-Jun recibió un pequeño vaso con sonrisa del emperador, seguido de un "bebe" de Wei Wuxian. De inmediato tomó lo que contenía el vaso, y unos segundos despues, dejó caer su cabeza sobre la mesa.
Jingyi no sabia muy bien en que momento salir del escondite, pensaba quedarse ahi hasta que el dueño de la habitacion se durmiera, pero en cuanto vio como Hanguang-Jun se "dormia" encontró el momento perfecto.
Jaló nuevamente a Shizui del brazo y paso las cortinas detras de ellos. Wei Wuxian en ese momento los vio e hizo una "o" con su boca.
Tomaria nota de ese escondite, era tan bueno que incluso habia pensado que ambos chicos de habian ido hace tiempo.
Jingyi le hizo señas con las manos y procedio a salir de la habitacion en silencio. Shizui giró su mirada al par que se quedaban dentro. Su madre le habia picado el hombro a su padre, suponia que en algun punto de presion. Despues lo miró y le guiñó un ojo mientras hacia un ademan que denotaba silencio.
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Finalmente habian cerrado la puerta tras ellos, y caminaron a paso veloz (por que esta prohibido correr en Cloud Recess) hacia su cabaña. Antes de entrar, Shizui detuvo a su amigo. Estaba mareado... Tal vez en ese punto ya mas de lo que su mente aguantaria, pero de igual manera no iba a quedarse con la duda
¿Como demonios sabia Jingyi que Hanguang-Jun entraria a la habitación? Por muy alto nivel de cultivo que tuviese, era imposible ver el futuro... Aunque despues de la situacion en la que estaban viviendo, podria haberlo creído. Shizui conocía a su amigo, y por eso no le sorprendió su respuesta, es mas, el esperaba algo mas elaborado.
—Puedo reconocer el incleible aura de Hanguang-Jun a kilometros - orgulloso de si mismo, Jingyi alzó un brazo. Shizui paso de largo y entro a la cabaña.
Despues de esa fiesta solo deseaba dormir un poco para recuperar energias. Y tampoco queria pensar en el castigo que recibirian al siguiente día, pues su cabeza daba punzadas cuando intentaba usar su cerebro.
