Lan Sizhui, Lan Jingyi y Jin Ling encontraron algo extraño en una cacería nocturna, cerca de las montañas de Gusu Lan se situaba una gran piedra brillante, los chicos por investigar se acercaron demasiado, haciendo que la misma los absorbiera.
Lo qu...
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Jin Ling llevaba rato observando lo que Wei Wuxian hacia. Jiang Cheng le había contado un poco de cómo era la vida en Muelle de Loto cuando eran jóvenes. Y claro que le contaba las grandes o vergonzosas asañas que Wuxian tenía.
Era muy diferente vivirlo en persona... Desde que habían llegado a Qishan Wen Jin Ling había quedado maravillado con la valentía de Wei Wuxian. Incluso hace unos segundos que había sometido a Wen Chao...
Cuando vió que podía ayudarlo con lanzar una flecha, lo hizo sin dudarlo.
A decir verdad la flecha iba dirigida al brazo, para dejarle un buen dolor por lo menos una semana, pero al último minuto, cambió la dirección a la mano... Ya que muy a su pesar, los principios del Clan Jin no le permitían hacerlo.
Después de eso, su tío Wei levantó el pulgar en señal de aprobación, a lo que sonrió. Pensaba seguir atacando soldados cuando su antebrazo comenzó a doler. Era como si una aguja se clavara directamente en su piel.
Con su otra mano apretó la zona afectada y soltó el arco. Ya había sentido ese dolor hace algunos días, pero definitivamente está vez era mucho más intenso.
-Jin Ling, ten cuidado. - Dijo Jingyi mientras lo cubría de otra persona que se acercaba por detrás. -... ¿Otra vez? - Preguntó al ver que el de ropas amarillas apretaba con fuerza su antebrazo.
Al mismo tiempo en otro lugar no tan lejano de ahí. Wen Qing se había vuelto a acercar a su sobrino.
Si esto seguia así, Wei Wuxian y su sobrino se verían afectados... Muy afectados. Quizá tomaría la palabra de Wei Wuxian e intentaría llevarse a Sizhui de la cueva para que no saliera herido...
¿Cómo lo haría...?
Acababa de ver con Wen Lingjiao casi perdía la mano. Wen Chao no dejaría pasar ese suceso. Y mucho menos la principal afectada.
Wen Chao estaba retirandose ante el gran monstruo, era el momento de irse. Tomó del hombro a Sizhui y comenzó a caminar.
Durante el proceso se inventaria alguna excusa para que lograra hacerlo pasar por un Wen.
-Tía Qing... Estaré bien. Lo prometo. - El chico no estaba dispuesto a irse. No dejaría que sus padres se quedaran dentro de la cueva mientras el estaba bien.
Tampoco quería exponer a su tía. Conocía cuál era su situación, así que se vería algo sospechoso que salvará a alguien... -Debo quedarme a cuidar a mamá... - la última letra de su frase salió algo distorsionada, estaba comenzando a sentir un dolor punzante en el antebrazo también... Incrementaba con cada segundo pero su cara no hizo ningún gesto de dolor.
Estaba tratando de convencer a su tía de que estaría bien, y justo en ese momento el dolor de la otra vez volvía. - Se van a ir... - mencionó señalando con su brazo sano la salida de la cueva, donde Wen Chao abrazaba a Wen Lingjiao, listos para irse.
