Capitulo 28

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Wei Wuxian no podía ver con claridad al monstruo, y la obscuridad no favorecía

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Wei Wuxian no podía ver con claridad al monstruo, y la obscuridad no favorecía.

Algo seguro era que tenía una gran piedra encima, y un cuello largo...

El grupo de personas se encontraba a una distancia segura, pero tarde o temprano deberían acercarse, pues debían buscar el agujero situado en el fondo de la pequeña laguna.

Al inicio, acercarse era imposible, el cuello largo de esa cosa, le permitía estirarse lo suficiente como alcanzar a los discípulos que le aventaban las antorchas.

El fuego parecía a traerle lo suficiente como para desviar su atención por unos segundos. Por lo que varios valientes se acercaron aún más.

Wei Wuxian, quien dirigía la orquesta en esos momentos, le dió la señal a Jiang Cheng para que entrará al agua y buceara en busca de la tan esperada salida.
Mientras, Jin Zixuan y Mianmian vigilaban estrictamente a los chicos, para evitar que se pusieran en riesgo.

Cheng sólo tuvo cerca de 1 minuto para bajar hasta el fondo de la laguna y encontrar la pequeña salida, antes de que el monstruo detectará su presencia en el agua.

Justo en ese momento, el monstruo perdió todo interés en las insignificantes antorchas, dispuesto a ir por la persona que estaba en su territorio.

Wuxian escuchó desde su costado los gritos de Jin Ling y Jingyi, quienes no habían separado la vista de Jiang Cheng, y cuando el también se percató de lo que estaba pasando, dibujó un talismán que prendió fuego a una buena parte de la superficie, atrayendo la atención del monstruo.

Jiang Cheng pudo salir del agua ileso. Se acercó al grupo y les confirmó que en el fondo se hallaba una salida.

-Caben de 5 a 6 personas a la vez- Aseguró exprimiendo un poco el agua de sus túnicas.

Jingyi se acercó a él y tomó con fuerza una de las mangas, dandole a entender que aunque lo mandara al final de la fila, el se quedaría justo a su lado.
Cheng no se quejó.

Aprovechando que el monstruo parecía maravillado con tanto fuego, Wuxian dió la señal para que comenzarán a evacuar. El distraeria a esa cosa un rato, mientras todos salen.

-¡Los que saben nadar ayuden a los que no!-  El talisman de fuego perdería fuerza gradualmente, por lo que lo único que debía hacer era transmitirle energía para que el proceso tardara más.

Estaba consciente de que Lan Wangji estaba caminando con dificultad, y que Sizhui lo estaba acompañando. Mientras más tiempo pudiera conseguir, mejor.

Unos segundos después, casi todos habían logrado llegar a la salida. En la superficie sólo quedaban los chicos y su padres. El talismán comenzaba a perder su fuerza y Wei Wuxian no veía que su familia se pusiera a salvo.

-Sizhui, tu padre y yo, estaremos bien, apresurate a salir. - Le gritó a su hijo, al ver que no iniciaba a nadar.

Lan Wangji asintió y le dio un pequeño empujón para que se adentrara al agua.

Misión: Unir Destinos. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora