Lan Sizhui, Lan Jingyi y Jin Ling encontraron algo extraño en una cacería nocturna, cerca de las montañas de Gusu Lan se situaba una gran piedra brillante, los chicos por investigar se acercaron demasiado, haciendo que la misma los absorbiera.
Lo qu...
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Lan Shizui, Lan Jingyi y Jin Ling se habían despertado, todos sin ánimos pues bien recordaban que la noche anterior el de túnicas amarillas había causado un alboroto acompañado de Wei Wuxian.
Pero Wei Wuxian no era directamente responsabilidad de aquellos dos jóvenes Lan, pero por el contrario Jin Ling si lo era, ya se les había complicado más su plan, pues después de agarrarse a golpes con el hijo favorito del líder de su clan, lo único que le podría esperar al volver era un castigo 20 veces peor que el que tenía que cumplir, o incluso podría ser expulsado.
A paso lento y perezoso se vistieron correctamente, y acompañaron a su amigo a donde Zewu-Jun los había citado para vigilar que el miembro de Jin cumpliera con su castigo.
Tampoco era responsabilidad de Lan Xichen, pero le pareció extraño que nadie del clan Jin lo hubiera ido a buscar.
Como sea, el castigo de Jin Ling no era más que arrodillarse, Qiren quería algo más severo, pero de acuerdo a las normas del Clan, sólo bastaría con hacer que se arrodillada por un buen tiempo.
Por suerte, Shizui había meditado un plan con anterioridad, sabía que no todo podía ser tan perfecto como lo parecía. Y ahora que le habían cambiado la jugada a sus dos amigos sería bueno intentar.
—Zewu-Jun... –
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Para Wei Wuxian el castigo que le habían puesto no era tan impresionante. Definitivamente no quería copiar libros otra vez, pero podría soportarlo sólo por el hecho de que Lan Wangji también estaría en la biblioteca.
Aunque bueno, ya estaba jugando mucho a su suerte. Debió haber sido castigado desde esa vez que le dió Sonrisa del emperador a Lan Zhan. Era como una especie de juego según él. Mientras más travesuras te diera tiempo de hacer antes de que te atraparla Lan Qiren, más puntos ganabas.
En fin, el maestro Qiren se había enojado mucho por perturbar la paz, pero no entendía que él lo había hecho porque ese Pavorreal se atrevió a despreciar a su hermana.
No solo él lo había escuchado, ese chico también se puso de su lado. Tal vez debería buscarlo más tarde... dicen que el enemigo de tu enemigo es tu amigo, ¿no?
