25. El Fin del Inicio

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La apariencia de está comenzaba a cambiar a algo más bestial, no sólo sus manos tenían un aspecto extraño, sus piernas parecían cambiar a las patas de un águila, sus brazos cada vez parecían estar unidas a sus alas, sus ojos, colmillos y boca se asemejaba a los de una serpiente ahora era menos humana, solo sabían que alguna vez fue México del sur, ahora tenochtitlan puesto que aún conservaba sus ropas aztecas con su característico plumaje de colores exóticos.

-Te quemaré, te cortaré, te dejaré morir de hambre, haré todo lo que me hiciste y luego después de que te sacrifiqué acabaré con tu gente- gruño la del plumaje.

-De ten esto Tenochtitlán, esto no está bien no es la solución- pidió el Español.

-Si, mi madre dijo lo mismo y tú hiciste caso omiso

La lanza estaba suficientemente dañada por los ataques que hacía su contrario pero no desaprovecharla la oportunidad para aparecer su espada mejor conocida como Macuahuitl una vez que el español se concentro en romper la dañada arma, la azteca giro ya con su arma en la otra mano para dar un golpe certero a la cabeza de su contrario, pero antes de que diera el golpe final esta fue destrozada por una serie de disparos que destruyeron su espada.

México había llegado junto a argentina, el tricolor no se veía muy, estaba con una mueca de dolor y se notaba que no quería utilizar sus armas contra lo que según era su hermana pero tampoco quería ver a su padre muerto estaba bajo mucha presión, temía por la vida de todos.

La de tez blanco retrocedió y está vez en vez de hablar parecía chillar al estilo de un águila real, no solo eso sus manos y sus alas ahora era una sola, era una especie de arpía pero no solo con las características de un ave si no también las de la serpiente, puesto que en vez de la cola de un ave era la de una serpiente con su cascabel, realmente hace alucino a su escudo.

-¿Que mierda es eso?- exclamó el argentino sujetando con preocupación a su hermano.

-No lo se! No sabía que podía hacer eso!- exclamó asustado

España apenas vio la oportunidad corrió en dirección de sus hijos y los sujetó intentando los llevar a una zona segura, ni siquiera él había visto que azteca hiciera algo así.

-Así que tienes más de una forma maldita mierda- exclamó Reich clavando un par de sus plumas sobre ella.

La azteca chilló y lanzo a un lado al alemán para después emprender vuelo, lo cual URSS e Italia no permitieron, puesto que utilizaron unas boleras que argentina les dio para atar las ahora patas de estás y obligarla a volver al suelo.

Al ver qué no podía alzar vuelo se dejó ir en contra de ambos ex países que solo fue detenida por Reich al taclearla en pleno descenso, pero al igual que las bestias era casi imposible contenerla.

Por otro lado, el estadounidense observa el cielo, el sello del calendario azteca parecía estar debilitandose pronto el español llegó junto con sus hijos.

-Esa cosa no es Tenochtitlan y mucho menos Sur- exclamó exhausto el europeo.

-Norte... ¿Estás en condición de disparar?- Cuestionó el Americano.

-Yo puedo hacerlo- hablo el argentino quien estaba más calmado que su hermano.

USA, apareció su franco y se lo entregó al del sol, puesto que su manos estaban terribles por el ataque de Japón.

-¿Qué quieres que haga?- cuestionó a lo que el americano nuevamente observó el cielo.

-Mamá... te necesito...- Murmuró el mexicano llamando la atención de los presentes.

La extraña corrupción [Country humans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora