41. Caos

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FBI estaba apunto de sacar su arma cuando repentinamente sintió que algo corto ligeramente su cuello, así que se quedó quiero.

-Buen chico… yo tampoco me movería si fuera tu - Susurró Imperio Japonés para después noquear a este.

-¿¡IMPERIO!?- Exclamaron tanto Reich como Fascista al ver aquel uniforme que reconocían muy bien.

La nipona les sonrió pero el lindo momento fue Interrumpido por la de cabellos negros quien había lanzado a la organización contra las escaleras para subir a los lugares de los countrys, sus alas estaban extendidas por lo cual se veía mucho más amenazante e imponente a cada Paso que se acercaba al de tez azul.

- NO LO REPETIRÉ DE NUEVO ONU ¿EN DONDE TIENES A VENEZUELA Y A PERÚ? TIENES DOS SEGUNDOS SI NO QUIERES QUE COMIENCE A DESTRUIR ESTE MALDITO LUGAR CON TODOS AQUÍ-  amenazó levantándolo con una sola mano.

- ¡Ya basta tenochtitlan! Lo que haces está mal- reclamo el mexicano bastante preocupado.

- Sueltalo mujer, estás en desventaja - amenazó España apuntando le con su espada.

-¿Realmente crees que lo estoy? - Cuestionó ella sonriendo.

Repentinamente el español sintió algo frío en su cabeza, Alemania le estaba apuntando con un arma, mientras con la otra apuntaba a cualquiera que intentará detenerlo o moverse.

- Alemania Bas…- apenas iba a ordenar UE cuando china uso un par de talismanes uno para silenciarlo y otro para inmovilizarlo.

- Todos pueden irse menos Europa, América o cualquiera que represente un peligro, así que Kazajistán, Ucrania, Bielorrusia, Rusia y URSS se quedan - Ordenó seriamente Imperio Japonés.

La nipona se encontraba con su katana lista para atacar en caso de ser necesario, claro que todos los que podían irse lo hicieron tan rápido como podían, y aunque había peligros potenciales muchos de ellos no se entrometerian con un país portador de alas.

Tenochtitlan nuevamente había levantado a ONU para lanzarlo cuando las cadenas de este le sujetaron de las alas y muñecas, la organización como pudo se levantó.

- No eres la única con trucos, ya me has causado muchos problemas por tus caprichos - se quejo ONU una vez suelto del agarre de la contraria, realmente se veía molestó.

-ONU sueltala, no uses cadenas con ella- pidió España reconocía que usar esas cadenas en este momento solo empeoraría a la de cabellos negros.

-No necesito tu ayuda España- reclamo la pelinegro retorciéndose en un intento fallido de soltarse, nuevamente la de sangre azteca parecía usar esa extraña transformación a arpía.

- España ¿Porqué la defiendes? ella busca tu cabeza, o es que ¿acaso quieres morir?- cuestionó el de tez azul.

- Para nada, solo intento que esto no se ponga peor- explicó el mencionado sin hacer movimientos bruscos, Alemania aún le apuntaba.

- Hay España, España tan incrédulo siempre que se trata de tus ex colonias ¿Que haré contigo? - cuestionó el de alas blancas apunto de usar una de sus plumas agredir a la de sangre pura.

Por otro lado Japón iba llegando junto a ambos latinos desaparecidos, no se veían del todo bien, parecía que ONU tal vez no era tan santo como muchos pensaban.

En el ataque que ONU se disponía hacer a Tenochtitlan no considero que está era bastante ágil capas de usar eso a su favor además de usar su cola de serpiente para hacerle perder el equilibrio y hacer  que con la propia pluma de este logro romper las cadenas que le impuso.

Otra cosa que nadie se imaginaba que la organización realmente era ágil para luchar cuerpo a cuerpo ponía en aprietos a la de piel blanco quien en uno de sus ataques logró arrancar algunas plumas de su contrario, con sus manos que parecían afiladas garras.

Nadie se atrevía a meterse en una pelea donde los dos eran portadores de alas, todos conocían los rumores y lo peligrosos que podían ser y ahora podían verlos en acción, ni Kazajistán se sentía apto para irrumpir.

Colombia sujetaba a su hermano venezuela quien aún estando algo mal intentaba auxiliar a su amada, claro no lo iba a dejar, era muy probable que saliera mal parado.

-¿Cuál es el plan? - cuestionó Imperio a Reich quien le vio confundido.

-¿A qué te refieres?- cuestionó el del uniforme negro.

- Si tu hijo está con ella imagino que tú también ¿No?- pregunto con su katana a la defensiva.

- La verdad es que no me han incluido en esto y realmente no me interesa, es de lo más interesante que ha pasado después de la isla- balbuceó indiferente.

-Si tenochtitlan muere no tendrás tu revancha- soltó fascista alado del de la esvástica.

- Es cierto, esa zorra me debe la revancha - exclamó estirando sus alas.

Repentinamente las plumas negras hicieron acto de presencia  en el improvisado campo de batalla, tanto ONU como Tenochtitlan las habían esquivado y miraron a su dueño quien se acercaba con su característica sonrisa.

La extraña corrupción [Country humans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora