Esta, a diferencia de las anteriores, es un relato corto de terror. La escribí nomás para probar algo nuevo, je. Disfrútenlo.
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Mis ojos ardían y sentía un pequeño pero molesto dolor en la frente. Eran casi las 3 de la mañana, y yo estaba navegando por Youtube ya que no tenía nada más que hacer acostado en la cama. He estado tomando pastillas para conciliar el sueño, pero tardan un "poco" en hacer su efecto, así que espero a que eso suceda.
Mientra seguía viendo vídeos, una pequeña luz que pude visualizar en la puerta de mi cuarto me hizo levantarme e investigar qué era. Pensé que era una luciérnaga, pero su luz era muy resplandeciente para ser una. Al momento de salir por mi puerta, mi visión se hizo negra: estaba ciego. Me sentí inquieto en ese momento por no saber qué estaba pasando. Hasta que poco a poco, y algo borroso, mi vista se comenzaba a recuperar, sólo para ver una lugar muy viejo y escalofriante. En este punto no sabía si estaba soñando. Llegué a pellizcarme con tal de despertarme y salir de este maldito lugar, pero no conseguí nada.
De repente, la luz que había visto al principio, se situó en una pared, y de esta, comenzaron a salir órganos a montones. Yo solamente miraba con asombro y confusión lo que estaba pasando. Cuando dejaron de salir más, un rostro deforme salió de la luz, acompañado de otros más pequeños. Los ojos de estos eran de un lunático, la piel era pálida y se dejaban notar los huesos de la cara, como si fueran esqueletos. Estas cabezas estaban siendo sostenidas por una mano demasiada grande y larga, con las uñas enterradas en la parte de atrás de las cabezas. Solté un grito y corrí lo más que pude; no quería voltear. Escuchaba cosas que se caían atrás mío: me seguían. "Corre, corre", no pensaba más que eso. Pero una de esas cabezas me topó de frente, y solamente recuerdo un susurro claro que dijo: Despierta.
En ese momento desperté, con mi celular en el pecho, aún reproduciendo un vídeo.
Desde ese día, ya no tomo más pastillas.
