Me miro y no me conozco.
Cambié tan rápido, por lo que ya no recuerdo cómo se sentía mi yo de hace unos años.
Recuerdos que al proyectarlos en mi mente no percibo lo que sentía en ese momento.
Cómo era
Intento sonreír, pero mis labios se estiran tanto que parece una sonrisa extraña.
Una sonrisa forzada.
Fui influido por tantas cosas que ya no sé qué forma tengo.
Este, al que estoy viendo en el espejo, no soy yo.
