-Cap. 04-

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Capítulo cuatro: El sabio Yuu.

Creo estar segura de que he escuchado ese nombre en otro lado...¿será?

— Mi querida nieta quedó sin palabras por el regalo que le ha dado su abuelo—la voz orgullosa del viejo Yuu me sacó de mis pensamientos, le dediqué una sonrisa irónica.

— Debes usarla, es hermosa—Mei se acercó a mí y extendió una de sus manos para que le entregara la joya.

— Gracias—dije al instante en que dejé a Mei con la perla en sus manos, ella se puso tras de mí y con cuidado la engancho en el collar para que quedase segura.

Apenas la perla de Shikon quedó anclada a mí, una extraña sensación llenó mi pecho. Pero, aquello pasó a un segundo plano, pues justo mamá llegó a darnos aviso de que está todo listo.

— Me alegra verlas—habló entusiasmada con una sonrisa—. Vamos, está todo listo.

Asentí agradecida y nos dirigimos hasta el centro de la casa, no pude evitar sorprenderme por la cantidad exagerada de comida, adornos, bebidas e incluso la imagen de Nao usando un gorrito de cumpleaños fue gracioso.

— ¡Feliz cumpleaños querida, _____!—dijeron todos a la vez a tiempo que llegaba al centro del lugar, no pude evitar sentirme un poco ansiosa, aún no desbloqueo el nivel en el cual sabes cómo reaccionar el día de tu cumpleaños.

Recibí abrazos de todos, partiendo por mis padres, abuelo, hermano y mis queridas amigas.

— Toma—Ami se acercó en representación de las tres—, esto es para ti. Lo elegimos entre todas, así que es un regalo grupal.

— No tenían que molestarse—respondí agradecida, Ami me entregó una pequeña cajita rosada, al abrirla un brasalete fino de plata se dejó ver.

— Tiene tus iniciales—añadió Mio con la voz feliz—, así no te perderas ni olvidaras tu nombre.

— Como hemos visto que últimamente andas perdida en las nubes—sentenció Mei con una sonrisa cálida.

El cariño que mis amigas me transmiten siempre es tan sincero y puro que llena mi corazón de felicidad, me acerqué a ellas y las abracé con suma alegría. No necesitaban de un regalo para hacerme sentir feliz, pero saber que estan pendientes de mí es una dicha que no puedo explicar.

— ¡Abrazo grupal!—chilló el abuelo Yuu mientras corría a sumarse a nosotras, pero antes de que pudiese hacerlo, mi hermano Nao le jaló del cabello.

— Abuelo, vamos—habló con la voz seca—. Necesito que me ayudes con la torta.

Observé como el pequeño Nao se llevaba al viejo Yuu casi arrastrandolo, fue tan gracioso que no pudimos evitar reír.

Así, la noche transcurrió de forma tranquila, comimos, cantamos y reímos con total confianza y relajo que el tiempo pasó volando. Las horas ya se habían hecho demasiado tarde, por lo que mis padres decidieron ir a dejar a mis amigas casa por casa.

— Nos vamos a demorar—habló mamá mientras se preparaban para partir—. Así que no nos esperen despiertos, sí el abuelo está muy cansado deja que se vaya a dormir.

— Está bien—respondí mientras les seguía hasta la entrada—. Muchas gracias por venir, chicas.

— Lo disfrutamos muchos—respondió Mei con una sonrisa tranquila.

— Dale mis saludos al abuelo Yuu—añadió Mio entre risas.

— Nos vemos el lunes—sentenció Ami con su voz alegre al instante en que se subían al auto de papá.

Flechados / InuyashaxTúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora