-Cap. 18-

597 104 8
                                    

Capítulo Dieciocho: Temor a ser herido.

— ¡No seas terca! 

— ¡Tú deja de comportarte como un idiota! 

— ¡¿Yo idiota?! ¡Ja! ¡Recuerda que no fui yo quien casi pierde su cabeza por enfrentarse a esa horrible mujer! 

— ¡Que yo no me enfrente a ella! ¡Tuve mala suerte encontrármela cuando te estaba buscando!

— ¡¿Entonces ahora es mi culpa?!

La anciana Kaede bebía su té caliente mientras los gritos de ______ e Inuyasha llenaban la pequeña cabaña alarmando a los pueblerinos que caminaban cerca de la pequeña choza, todos intercambiaban miradas preocupadas por el bienestar de la mujer de edad, pues ella que acostumbraba a vivir sola, ahora se encontraba rodeada de esa infinita energía juvenil.

Más de alguno suspiro entristecido compadeciéndose por la agotada mujer.

— ¡No he dicho que sea tu culpa!—replicó la muchacha irritada a más no poder por las palabras sin sentido del joven medio demonio, parecía que en cualquier momento explotaría. 

Pensar que todo esto comenzó por la decisión de la muchacha, ya que, cuando llegaron a la cabaña _____ le comentó a la anciana mujer que pretende quedarse un tiempo con ellos, pero a su vez Kaede le pidió entregarle la Perla de Shikon y dejarla a salvo con ella, a lo que _______ se negó rotundamente, pues es "su" perla y no permitirá que nadie se la arrebate, ni siquiera ella. Por ello, Inuyasha reaccionó de una forma muy inquieta, pues él también siente especial interés hacia aquella perla, pero al ver que esa débil humana será su protectora se sentía aún más alarmado del bienestar de aquella pequeña y frágil esfera. 

________ soltó un suspiro pesado agobiada de los gritos y ataques del muchacho, pues sabía de alguna forma que ella no es confiable para el cuidado de la perla, y que probablemente la seguridad de la misma sea la más inestable sí se mantiene bajo su cuidado. Pero, al recordar el especial cariño de su abuelo no podía simplemente deshacerse de ella.

— Solamente me haré más fuerte—gruñó la muchacha cruzándose de brazos y quitando la mirada del peliplateado —. Además, no creas que no sé para qué quieres esta perla. Después de todo, sí antes querías usarla para convertirte en humano, ahora podrías fácilmente elegir el camino contrario. 

Inuyasha se calmó ante tal insinuación de la joven, se sentó en silencio y cruzó sus piernas y brazos tomando una postura tranquila.

— Ahora que sé que el alma de ella ya no está en tu cuerpo he estado pensando en la posibilidad de traerla de regreso a la vida— dijo con la voz algo insegura, pues ni siquiera él está seguro de que la perla pueda concederle tal deseo.

— Pero, Inuyasha —habló finalmente la anciana Kaede con la voz alerta dejando a un lado el líquido caliente —. El cuerpo de aquella chica ya no debe existir en este mundo...sin un frasco que pueda resistir el contenido, ¿Dónde piensas que su alma vuelva a la vida? 

Inuyasha chasqueó su lengua algo irritado, pues aunque las preocupaciones de la anciana no le eran ajenas, aún no quería darse por vencido con tal posibilidad, por muy pocas que sean las esperanzas a su favor.

— Buscare alguna forma—gruñó él para cortar la conversación, la mujer de avanzada edad se limitó a soltar un largo y cansado suspiro. Mientras que, _____ observó en silencio el rostro serio del joven mitad demonio, pues sabe que la intención de Inuyasha podría ser más posible que imposible, y tiene por seguro que él haría hasta lo imposible con tal de lograrlo. 

Siendo un torbellino de emociones, y aún sintiéndose algo culpable por las palabras que le dijo anteriormente al peliplateado, la joven se sentó frente a él para luego cruzarse de brazos de igual forma y hablar con la voz segura.

— Tendré la perla conmigo—confirmo ella llamando la atención de la anciana, pues pensó que Inuyasha saltaría de inmediato ante la joven por sus palabras —. Al menos, hasta que encontremos una forma de traer a tu _______ de regreso. 

La mirada del joven mitad demonio se dirigió de inmediato hasta la muchacha, los ojos dorados de Inuyasha parecieron brillar de emoción y agradecimiento por lo dicho y decisión de la joven. Pero, reacio a quitar su orgullo, se limitó a asentir en respuesta para luego quitarle unos bocadillos a la anciana Kaede que se disponía a comer. 

Llegada la noche, el muchacho salió de la cabaña como es costumbre para hacer unas rondas asegurándose de que no se encontraran demonios cerca, pues llamaba aún su atención que aquella mujer haya estado paseándose por allí, aunque claro era que debe haber sido atraída por la esencia de la perla, aquello le inquietaba aún más, ya que, posiblemente no sería la única interesada.

Una vez que ambas mujeres quedaron a solas, la anciana Kaede dejó de hacer sus quehaceres para observar en silencio y desafiante a la muchacha que comenzaba a acomodarse en su lugar para poder dormir, pues había llegado a un acuerdo con Inuyasha de comenzar inmediatamente al día siguiente a buscar información sobre el plan del ojidorado. 

La mayor aclaró su garganta un par de veces antes de hablar, al hacer aquello llamó por completo la atención de la muchacha, _____ se incorporó frente a ella lista para escuchar las palabras de la anciana.

— Sé que quieres actuar bien con Inuyasha, y que de alguna forma te sientes responsable por su historia y la de su antiguo amor —comenzó ella —. Pero, temo que esto no sea una buena idea, y que más de alguno saldrá herido de todo esto. 

La muchacha de ojos cálidos sintió cierta confusión en su interior, pues le inquieto saber que no solo ella tiene ese presentimiento, ya que, cuando soltó aquellas palabras horas antes una pequeña parte de su interior se alarmó con tal idea, especialmente con el profundo apoyo que le ofreció al peliplateado.

— No creo que sea algo muy complicado—la voz segura de _______ bañó de perplejidad q la anciana Kaede, pues sentía que ambas no estaban en la misma sincronía—. Pero, sí sucede algo que nos ponga en peligro tiene mi palabra que nos detendremos de inmediato.

Dicho aquello, ______ se acomodó en su pequeño y cómodo lugar -a su manera- para luego cerrar los ojos y dejar que el sueño demandara sus preocupaciones.

La mayor se limitó a observar en silencio el cuerpo de la joven que poco a poco parecía dormirse profundamente.
Suspiró vencida al saber que la joven ni siquiera comprendió el temor que invade el corazón de la anciana.

Suspiró vencida al saber que la joven ni siquiera comprendió el temor que invade el corazón de la anciana

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Por fin!!

Perdón por la demora :( espero haya valido la pena♡
Así comenzaran las aventuras de nuestros protas♡♡

Muchas gracias por la espera!!

Nos leemos pronto♡~

Flechados / InuyashaxTúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora