👑TWO PRINCES👑 • Rubegetta / Luzuplay • //

👑💜ELEVEN💙🐻

Samuel llevaba ya años conociendo al castaño, sus torpes movimientos, sus ojos color Jade, su delgado pero alto cuerpo, todo le tenía encantado.

Siempre había pensado que eso del alma destinada que tanto escuchaba tontear a Borja, era solo una forma de auto engañarse de la miserable ironía que les había tocado vivir para así sentirse mejor.

Pero tenerle frente a frente, la prueba viviente de esas tonterías, le hacían sonreír por ratos.

Caminaban ambos entre los gruesos troncos de los pinos que les rodeaban en aquel bosque al que estaban tan acostumbrados, los murmullos del viento agitando sus ramas y el suave canto de las aves, le hacían sentirse en fantasías.

— Es hermoso - soltó, rompiendo el tranquilo silencio que ambos mantenían.

— Lo es - afirmó el contrario, buscando por los alrededores los arbustos de moras que tanto le gustaban al híbrido de oso.

Estaba algo disgustado, usualmente ese niño era un parlanchín, pero la sola idea de buscar su bocadillo favorito le tenía tan concentrado, limitando sus palabras, haciendo que sus conversaciones fueran casi a monosílabos, pero entre esos disgustos, pudo divisar uno de los dichosos arbustos de moras.

— ¡Mira por allá! - señaló a la par que le hablaba, asomándose y dando unos pasos hacía dicha dirección — Se ve que tiene muchas, podrías guardarlas y comerlas por días, hasta que seas una mora - reía al imaginarle con la piel del color de sus mismos iris y hasta un poco redondo.

Sin embargo, el agitado respirar del contrario atrajo su atención, haciéndole regresar en sus pasos.

— ¿Rub? - le vio recargado contra un árbol, pegando su frente a la madera y sus piernas temblorosas — ¡Rubén! - apuró su carrera al verle tambalearse, para atraparle antes de que este tocase el suelo — ¿Qué ocurre? –

Samuel estaba muy asustado, no sabía exactamente qué le ocurría a Rubén, pero no tenía pinta de ser nada bueno.

— Ve-Vege - había susurrado despacio el chico de cabello castaño — Caliente - alcanzó escuchar en un susurró.

Samuel le levantó, sintiendo el peso del castaño como una pluma a causa de la adrenalina y, escondiéndolo en su pecho, empezando su carrera en dirección a la cabaña en la que el castaño vivía junto al hibrido búho.

Podía sentir aquello, el aroma de Vainilla se había intensificado tan abruptamente que comenzaba a tener problemas para respirar.

Dios, ¿Acaso esto era el celo del que le había hablado Borja? ¿Del cual debía tener cuidado?

Bueno, ahora Samuel entendía porque. El príncipe tenía un serio problema para controlarse en esos momentos, es más, estaba a nada de detenerse y aclamar el dolor de su Omega como suyo para así poder aliviarlo.

Quería morderlo, quería que llevara sus cachorros dentro de él, quería crear el lazo con él y quedarse por siempre a su lado.

"Si llega su celo, debes alejarte o podrías marcarlo y luego... Será lo peor para ambos"

Las palabras de Borja resonaban en su cabeza como un martillo, su consejo era lo que lo mantenía cuerdo en aquel momento.

El trágico final que tendrían si es que se hacía un lazo.

El de cabello azabache saltaba sobre las raíces salientes, sus fuertes pisadas hacían eco por el bosque y el camino le parecía una cruel eternidad.