Capítulo 28.

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—¡¡MARTH!!

Despertó de golpe, exaltado.

Marth miró a todos lados, tratando de encontrar a las almas en pena de sus seres queridos, pero se sintió mejor al no verlos. Alzó su mirada para encontrarse con los ojos de Ike observándolo detenidamente, sonrojándolo. Odiaba que alguien lo viera en ese estado de vulnerabilidad, no quería mostrarse débil ante nadie, y menos Ike. Puso una de sus manos en su pecho intentando calmarse, y la otra en la de él, empujándolo.

—Vete —susurró él, sin fuerzas.

El mercenario lo seguía viendo, logrando que temblara. Se acercó lentamente a él, causándole una gran agitación, y sin poder creerlo, lo abrazó. El de Crimea hundió la cabeza en entre su hombro y cuello, con una mano se soportaba de la cama y la otra Lo acercaba a su gran cuerpo. Presentía que su corazón se saldría de su pecho gracias a la velocidad que palpitaba, no podía entender el sentimiento que le causaba ello. Se le hacía muy familiar.

—No tienes por qué lamentarte por algo que ya no puedes arreglar —susurró cariñosamente en su oído, sintiendo como su respiración le acariciaba la piel—. Lo que se fue ido está. Y no te estoy diciendo que los olvides, sino que los recuerdes con ese amor que te regalaron un vez sin pensárselo dos veces. Ellos jamás querrían verte así, ya que tú eres la luz que iluminó sus esperanzas y caminos —sintió como el mercenario, dejándose llevar un poco, acarició los cabellos que se encontraban por su nuca—. En tí fue que depositaron su cariño más profundo, deseando que tú también confiaras en ellos, consiguiendo unos grandes lazos que ni la espada más afilada o con el pasar de los años más atroces, podrán romperse —sin separarse, tomó su barbilla para asegurarse de que le oía—. Ellos te amaron, y tú los amastes. Aquellas personas que extrañas, que desearías más que nada que aún te acompañaran siendo las estrellas de tú luz, se apagarían si te viera así. Tú no tienes la culpa de su sufrimiento. Deja de lastimarte a ti mismo.

A pesar que las caricias del mercenario le causaba gran paz, pero abrió los ojos como platos. Ike... ¿entendía por lo que pasaba?. Se sonrojó cuando el mercenario pasó su pulgar sobre su mejilla para secar las gotas de aguas caídas por sus ojos. Sentía su respiración sobre la cara, serca de sus labios. Marth estaba notablemente intranquilo.

Vacío. {Marth x Ike}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora