Motivos para sonreír (Kei Tsukishima y tú)

ℒℯℊ𝒶𝒹ℴ

𝒫𝓇ℴ́𝓁ℴℊℴ

Pov Narradora.

Una amiga que la vida le había otorgado desde el día de su nacimiento, eso era lo que tenía, no solo era una simple hermana mayor para ella, era su soporte, el hombro al que podía acudir cuando se sentía mal y agotada, aquel donde podía descansar y ser ella misma sin miedo a ser señalada o juzgada, un lazo inquebrantable forjaron con el pasar de los años, uno que decidieron fortalecer más con una pequeña pero poderosa promesa.

"Jamás nos abandonaremos"

Y así fue, siendo aquel juramento acompañado del gran afecto que ambas tenían la razón por la que ambas siempre se acompañaban a cada lugar y en cada momento, o casi siempre, la edad les permitía que estuvieran en el mismo instituto, sin embargo no en la misma clase y mucho menos en el mismo grado, Kiyoko le ganaba a T/n por solo dos años, una diferencia que sería la causante de un gran estrago, sin embargo en estatura no existía mucha diferencia, hasta que Kiyoko dio el llamado "estirón" antes de entrar a secundaria, donde por primera vez se separaron, aunque la hija mayor de los Shimizu aún acompañaba a la joven T/n  por las mañanas, para asegurarse de que llegara siempre a salvo, hasta aquel día donde entre un hilo de voz y lágrimas le pidió en forma de suplica que dejara de hacerlo.

"¿Por qué?"

Un cambio de ánimo y personalidad la habían azotado de gran manera, sus ojos antes llenos de vida y curiosidad por todo ahora se encontraban rojos y cansados por tener que derramar tantas lágrimas, ojeras y bolsas que cubrían los c/o orbes de la pequeña, su cara hinchada debido a las horas de llanto que mantenía a diario, era muy joven para lucir de esa manera, y aunque quisieran acercarse para poder entender el comportamiento de la joven, esta siempre se reusaba a hablar al respecto, nadie sabia la causa de aquella decisión y de ese cambio en su ser, solo sabían que no hablaría sobre aquel tema.

Después de largos meses, siendo más específicos seis, nuestra joven protagonista volvió a retomar los lazos que había dejado atrás, está vez fortaleciendo su promesa, Kiyoko no pudo expresar la alegría y emoción que sintió al escuchar como de nueva cuenta como la menor volvía a tomarle en cuanta y salía de su habitación, dedicándole aquella hermosa sonrisa que tanto extrañaba cuando se encontraban en los pasillos, todo volvía a estar bien en el hogar de ambas, parecía que todo empezaba a acomodarse de nueva cuenta, sin olvidar que cada una tenía un talento que se debía de admirar y aplaudir, si bien la joven T/n no era buena en los deportes como su hermana, ella amaba la computación, algo que provocó que sus caminos se volvieran a separar, pero está vez por una buena causa.

—Es una gran oportunidad, prometo regresar pronto, así que espérenme y no hagan cosas divertidas sin mi.

Una pequeña familia se despedía de la menor de sus hijas, una gran oportunidad se había cruzado en su camino y no la dejo escapar, sería una manera de poder despejarse y sanar la heridas del pasado que aún permanecía en su ser, solo estaría lejos de casa un año, decirlo así era corto, pero tener que vivir sin sus padres le partía el alma, estaría en un internado, pero aún así no quería dejar a su madre, se aferraba al cuerpo de su progenitora, como si de su vida se tratase, sintiendo que una vez que se separé de ella se desvaneciera ante sus ojos, hasta que su vuelo fue anunciado, seco rápidamente sus lágrimas para poder ver a su familia por última vez, tratando de grabar lo mejor que pudo la apariencia de cada uno de los integrantes, "solo será poco tiempo" y sin más entro en aquel avión para poder ir a cumplir su tan anhelado deseó.

—Recuerden mi sonrisa y no mis lágrimas

Y sin decir más la pequeña silueta de la joven abordo el avión, mirando todo lleno de curiosidad, nunca había estado lejos de su familia y jamás había salido de su hogar natal, mucho menos cambiado de continente, mirando por la ventana sus pensamientos empezaron a surgir.

"Un lugar sin ser tu sombra me espera, pero extrañare serlo"

Colocó su palma sobre el cristal de la ventana del avión, sonriendo amargamente, era un revoltijo de emociones, quería hacer esto, era un sueño hecho realidad, pero también era una pesadilla, ¿Y si no lo logro?,¿Seré capaz?¿Se olvidarán de mi?, Cada pregunta le provocaba agobio, pero debía de ser valiente, como su hermana, suspiro para poder negar con su cabeza, debía de ser digna de ser su "sombra".

Time Skip

La espera que al inicio pareció eterna paso de manera rápida, como en un abrir y cerrar de ojos, pero por fin estaba de vuelta en su hogar, esperaba ver a su hermana y tal vez a la persona más importante en su vida.

Colocó su mano libre sobre su pecho, tratando de controlar los latidos de su corazón, había esperado mucho por su tan esperado regreso y por fin se encontraba de pie delante de su hogar, acercando su mano diestra a la puerta principal de su hogar, reposando está sobre la manija, mientras contenía el aire en sus pulmones, tratando de reunir el valor suficiente para poder abrirla y pronunciar aquella palabras que tanto deseaba y extrañaba pronunciar.

—Estoy en casa