Capítulo 17

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¿Has oído la frase, "la felicidad llega a la par que la desgracia"?

El sol iluminaba la habitación de manera leve, los ojos de la chica perdidos en la techo, tratando de buscar respuesta alguna a cada una de las preguntas que su mente formula sin descanso alguno, deteniendo su vista en el reloj de manera vaga ante el ruido tan insoportable que irrumpió sus pensamientos, estirando su mano, apagando por fin la alarma y levantándose para poder estirarse de manera lenta, tomando la pantalla de su celular como espejo, admirando sus ojos, rojos y cansados por tantas lágrimas en una noche, suspiro para poder levantarse en silencio, comenzando a colocarse con tranquilidad su pans y tenis, amarrando en una coleta baja su cabellera azabache. Cerrando la puerta de su habitación para poder dirigirse a la cocina y haciendo el menor ruido posible preparó de manera cuidadosa un desayuno sencillo, posiblemente no fuera la mejor cocinera del mundo, pero cuando de trataba de realizar algo para su abuela, hacia un esfuerzo extra.

Un tazón de fruta picada guardado en el interior del refrigerador, colocando una nota en el exterior para asegurarse de agradecer con todo su cariño todo lo que su abuela había hecho por ella el día anterior y prometiendo regresar al terminar el partido, una tetera con agua caliente para el té de su abuela en la estufa y tras eso y recoger las galletas horneadas el día anterior, ingresando cada bolsa de galletas en el interior de su mochila, las luces se apagaron para salir de una vez de aquel hermoso hogar.

La brisa mañanera golpeo su rostro de manera apresurada una vez sus pies abandonaron la calidad del interior de la casa, abrazándose a si misma para poder seguir avanzando mientras se dirigía a la tienda más cercana que recordaba había por el vecindario de su abuela, deteniéndose al observar que se hallaba cerrada suspirando para poder dirigirse a la estación del metro de manera tranquila, si bien no era temprano tampoco era tarde e iba a buen tiempo, si bien no podría decir con exactitud la hora en la cual se encontraba, pues no tenía planeado quedarse a pasar la noche en la casa de su abuela por lo que no trajo con ella su cargador, suspiro para continuar sus pasos, deteniéndose al encontrar una máquina expendedora.

Ingresó su mano diestra sobre el interior de su bolsillo trasero, tratando de encontrar alguna moneda, suspirando al sacar el poco cambio que tenía, contando una y otra vez con la esperanza de tener el mínimo para cualquier aperitivo, dejando caer su frente contra el cristal que dejaba a la vista los productos que había en su interior, no se preocupaba por la mirada de los demás, puesto que todos los presentes mantenían toda su atención a sus celulares que a una joven se lamentaba no tener más cambio.

— ¿Estas bien? — Comentó una voz masculina detrás de ella, provocando que saltará en su lugar, despegando su frente en un movimiento rápido, provocando que su nuca diera justamente en el rostro ajeno.

 Mi cabeza — Se lamentó mientras se encogía y colocaba sus manos sobre la zona a la cual había impactado contra el contrario.

Lamentó asustarte, no era mi intención  — La joven alzó su vista para observar al segundo afectado, el cuál simplemente sonrió y alzó la mano izquierda como saludo, puesto que la otra se encontraba sujetando su nariz.

 ¿Estas bien? — Parpadeo un par de veces para observar como dejaba de sostener su nariz para alzar su pulgar y aliviar su preocupación, pero al instante que despegó sus dedos de la punta de su nariz, un delgado hilo de sangre bajo, provocando que la joven se levantara de manera inmediata.

 No es nada grave no te preocupes — Ríe entre dientes al observar como la joven cubría su nariz con la manga de su sudadera. — No es como si me estuviera muriendo.

— Yo y mi cabeza dura te provocamos esto — Se lamentó mientras sostenía y limpiaba el rastro de sangre con ambas mangas de sus sudaderas, para proseguir a buscar algo útil en sus bolsillos sacando pañuelos desechables y ofreciéndole de inmediato.

Motivos para sonreír (Kei Tsukishima y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora