Killer lo miró con los ojos abiertos de par en par. Su cerebro fue capaz de coordinar las palabras que salían de sus labios temblorosos–Rich, lo siento. Yo ya me iba.
– ¿Irte? –Rich seguía sonriendo–. No, ven. Quédate.
Killer se quedó en silencio, pensando. ¿No era eso lo que había deseado todos esos días? ¿No había soñado despierto y dormido con él?
Pero se lo había prometido: le había prometido a Rich que nunca más volvería a verlo.
Rich se acercó un poco más a él, apretando levemente su brazo. Había dejado de sonreír y se veía serio. La respiración de Killer se frenó por un momento–Por favor –susurró Rich.
Se quedaron en silencio, mirándose fijamente. Todo a su alrededor pareció frenar por un momento, dejándolos solos en ese mundo.
Rich dio un paso más, pensando si debería hacerlo o no. Killer seguía petrificado, pensando si debería quedarse o no. Ninguno de los dos se había dado cuenta de lo que pasaba por la cabeza del otro.
–Está bien –murmuró finalmente Killer, cuando Rich iba a dar el último paso. Pero las palabras del contrario lo frenaron.
– ¿Te vas a quedar? –preguntó Rich, esperanzado y triste al mismo tiempo.
–Sí –Killer sonrió amablemente.
–Genial –se quedaron mirándose otra vez, como hipnotizados.
– ¡Killer! –exclamó Kau, apareciendo desde atrás de Rich. Este último finalmente soltó el brazo de Killer, reprochándose a sí mismo no haberse animado a hacerlo.
– ¡Hola Kau! –saludó Killer, abrazándolo por un momento. En cuanto se separaron, Kau pasó un brazo por sus hombros y el otro por los hombros de Rich.
– ¡Vamos a bailar! –dijo Kau, obligándolos a avanzar hasta la pista de baile.
–Aquel barman se me hace conocido –comentó Rich, señalando a Julián.
–Sí, es Julián. ¿Por qué se está tirando de los pelos? –preguntó Killer–. Parece enojado.
–Oh, no es el único tirándose de los pelos –comentó Kau amargamente. Le hizo una seña al barman, que se acercó peinándose.
–Hace falta más alcohol, ¿eh? –dijo Julián, mirando a Rich y Killer con los ojos entrecerrados.
–No, yo estoy bien...
–No creo que haga falta...
Julián cortó las excusas de ambos– ¡Qué hace falta más alcohol! Vengan a buscar un par de cervezas –dijo, y se marchó a paso rápido.
–Venga, vayan con él. Después vengan a bailar con nosotros –los animó Kau, con una sonrisa. Después se fue hasta la pista de baile.
Ambos hombres caminaron hasta la barra, donde Julián les pasó la cerveza. Los miró pícaramente, volvió a acomodarse el pelo, y se marchó, dejándolos solos.
Killer y Rich tomaron un sorbo de sus bebidas, sin mirarse. En realidad, Rich observar a Killer de reojo, mientras que el otro parecía más interesado en analizar su vaso.
–Así que este es el bar debajo de tu edificio –comentó Rich, rompiendo el hielo.
–Sí.
–Ya me parecía...
Volvieron a quedarse en silencio. Después, Killer se dio vuelta, encontrándose con que Rich no había dejado de mirarlo.
– ¿Qué pasa? –preguntó Killer, sonriendo sin darse cuenta.

ESTÁS LEYENDO
Te quiero, capullo - KillerRich
Fanfiction¡Hola! Mi nombre es Ricardo. Rich, para los amigos. Vamos a ponerte en situación. Digamos que, con el paso de los años, me empezó a gustar mi mejor amigo, Rubén. Algo así como atracción, ¿no? ¿Cómo? ¿Qué quizás me enamoré y no lo quiero aceptar? Nah...