Te quiero, capullo - KillerRich

2 - Borrachera de sábado por la noche

–Pues yo quiero una cerveza –respondió Killer a la pregunta del barman, sentándose en uno de los taburetes que había al lado de la barra y pagando su bebida.

Por suerte, gracias a que todos estaban bailando, casi todos los asientos de la barra estaban libres.

Después de meditarlo unos segundos, Rich se decidió–Venga, yo también –sonrió, sentándose al lado de Killer y pagando también.

–Enseguida se las traigo –Julián les guiñó un ojo, se quedó mirando un momento a Rich, y se marchó al otro lado de la barra.

–Ese tipo te mira muy raro –le comentó Killer a Rich en la oreja, para que el barman no los escuchara.

–Sí. Ya se dará cuenta de que no me gustan los hombres –respondió el otro, también en la oreja de Killer.

El corazón de Killer se sacudió, angustiado. No le había gustado eso. En especial tras lo que había ocurrido en su departamento. ¿Cómo podía Rich decirlo después de haber estado a unos centímetros de besarlo?

–Joder Rubén, se te está yendo la pinza –pensó. Solo había sido un accidente. Nada más.

Para tranquilizarse, Killer observó su entorno. A lo lejos, las personas bailaban en la pista. Miles de luces de colores los iluminaban y se movían al ritmo de la música. Por suerte, en la parte de la barra estaba más tranquilo. La música llegaba hasta ellos y tenían que hablar un poco más fuerte de lo normal, pero no hacía falta gritar para escucharse.

Julián llegó con los pedidos, dándole una a cada uno–Sus cervezas, caballeros.

–Gracias –agradecieron ambos al mismo tiempo. Después, el barman se fue a atender a otros clientes.

– ¿Y? ¿Qué te cuentas, tío? –le preguntó Killer a Rich.

Rich suspiró, dándole un trago a su cerveza–Pues todo increíble, para ser sincero. Mis proyectos crecen, mi canal tiene cada vez más visitas, la relación con mi pareja está bastante bien... Me da miedo que todo vaya tan genial.

– ¿Cómo que estás "bastante bien" con Isabel? ¿Pasó algo? –preguntó Killer, mirándolo preocupado.

El otro negó con la cabeza–Nada grave. Las peleas que toda pareja tiene. ¿Y tú?

–Lo mismo que tú en cuanto a proyectos y eso, pero sin pareja –ambos rieron por unos segundos.

–No te desanimes, hombre. Ya encontrarás a alguien.

–Creo que ya lo encontré –pensó Killer, dándole un trago a la cerveza–. Joder, ¿por qué sigo con esas idioteces? Él es feliz con Isabel.

–Tío, creo que aquella chica te mira mucho –le dijo Rich a Killer, señalándole una persona detrás de él.

Killer la miró por encima del hombro. Ella estaba bailando, y mirando en su dirección. A su amigo, más concretamente–Rich, te está mirando a ti.

–Que no. Yo sé cuándo la gente queda encandilada por mi belleza y cuándo no. Ahora, te está mirando a ti.

–Qué pesado eres –rio Killer, tomando un poco más de cerveza.

–Bueno, está viniendo hacia aquí. Así que veremos quién de los dos tiene razón –Rich dio un saltito de felicidad–. ¡Sí! ¡Te está mirando a ti! Te lo dije.

–Hola –dijo una voz calmada detrás de Killer. Él se dio vuelta, mirándola. Rich tenía razón, venía a hablarle a él–, me llamo María.

–Rubén, mucho gusto.