Prólogo

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El ambiente en la sala de juntas era tenso justo antes de siquiera iniciar la reunión. Todos aquellos hombres sabían que era una misión de vital importancia en la que estaban trabajando y que si fallaban todo sería un enorme caos.

Un silencio sepulcral se formó mientras estaban decidiendo si el plan que Zetina había sugerido era enserio o simplemente un mal chiste, pero al ver que Zetina seguía impasible y a la espera de que alguien comentara algo, fue entonces cuando entendieron que estaba hablando enserio.

Sabía que lo que estaba dejando caer sobre la mesa era algo que nunca se le ocurriría a algún hombre de sus categorías, pero la idea se le encajó en la cabeza y desde entonces no se la pudo sacar de la cabeza. Eran momentos tensos. Tenían que actuar rápido y mostrar de qué estaban hechos.

Lo que se proponía era una locura y él lo sabía, pero las cartas ya estaban puestas sobre la mesa. Entendía muy bien que se estaba moviendo por aguas turbulentas. Temía que en el proceso las cosas se salieran de control, pero en su mente todo salía a la perfección, además de que era algo que le resultaba inquietantemente atractivo para no intentarlo. En esta ocasión podría utilizarla a su favor y tenerla más cerca para saber a qué se estaba enfrentando.

- ¿Y bien...? ¿Qué opinan señores? - Zetina al tratar de verse lo más tranquilo que podía, observó cómo sus compañeros trabajaban sus mentes a toda marcha.

Con un aire desinteresado, el director Frago se pone de pie y comienza a pasearse alrededor de los hombres sentados en sus respectivos lugares en la mesa.

-No creo que sea lo más adecuado, sé que el tiempo está corriendo y la presión sobre nuestros hombros es constante, aun así, deberíamos evaluar nuestras opciones de la manera más oportuna- sentenció Visier lanzando una mirada reprobatoria hacia Zetina.

- ¿Crees que no he evaluado ya la situación, amigo? - Zetina regresa la mirada a Visier tratando de controlarse a sí mismo y no ir hacia su lugar para romperle la quijada.

-Yo solo digo que esto parece más un chiste que un buen plan. Si te gusta, lo único que tienes que hacer es sacarla a bailar, amigo, no tienes que hacer de esto un circo- dice con sorna Visier.

Cansado de escuchar a sus hombres, el director Frago sigue su lento recorrido por la sala mientras sopesa lo que Zetina ha dicho. Es uno de los mejores hombres con los que ha trabajado, por no decir que es altamente efectivo en lo que hace y uno de sus mejores compañeros de vida. Ciertamente lo que ha propuesto parecía una locura, pero tal vez podría funcionar, o tal vez no.

-Escucha Visier, sé muy bien la posición en la que estamos y supongo que si tienes alguna objeción es porque vas a sugerir algo que nos ayude, ¿o me equivoco? - las miradas se concentraron sobre éste al escuchar el comentario de Zetina.

Con un silencioso resoplido Visier deja caerse hacia atrás en la silla.

El director Frago se detiene de nuevo en la cabeza de la mesa.

- ¿Estás seguro de lo que estás hablando, Zetina? - dice el director apoyando ambas manos sobre la mesa y fijando su mirada sobre él.

-Lo estoy señor, yo mismo he sido testigo y jamás había visto en mi vida tanta efectividad en una persona.

Visier carraspea un poco para llamar la atención de los presentes.

-Claro, es solo que estoy tratando de poner las cosas en el plano y no hay manera de que el escuadrón no vaya a enloquecer cuando les anunciemos lo que te propones. Estarás de acuerdo conmigo en que van a estar totalmente descolocados al enterarse de que la misión, y no solo la misión, si no sus vidas también dependen de alguien sin experiencia e incompetente en este ámbito- volvió a hablar Visier tratando de controlar su tono, aunque fallando miserablemente.

Al escuchar aquellas palabras Zetina comenzó a enfurecerse, ya que era bastante obvio que aquel hombre no sabía absolutamente nada de lo que hablaba.

-Como he dicho antes, estoy abierto a que pongas tu jugada sobre la mesa. No escucho mas que pura palabrería saliendo de tu boca y como dijiste el tiempo corre. Si tienes algo mejor en mente, entonces lo único que tienes que hacer es decirlo, de lo contrario, no queda otra mas que ajustarte a las circunstancias y comenzar a actuar - su mirada penetrante conectó con la de Visier, sabiendo que no tenía mas opción que aceptar lo ya planteado.

-Como siempre estoy de acuerdo con Zetina, tendremos que adelantarnos a cualquier posible escenario que se pueda presentar. No podemos fallar, tenemos que hacer las cosas bien y al pie de la letra para que tengamos éxito- todos escucharon atentos al director- Zetina, sobra decir que estarás a cargo de la misión, tendrás acceso a lo que necesites; armas, equipos e información y necesito los reportes diarios de absolutamente todo lo que sucede durante el proyecto, ¿entendido? - Zetina asiente en afirmación al director.

- Vital, Rawling, Tanner y Visier- los nombrados enfocan su atención en el director- ustedes colaborarán junto a Zetina en la misión. El tiempo corre así que les sugiero que comiencen a trabajar y me mantengan informado. El resto puede seguir trabajando.

El director los despidió con un gesto de la mano, ignorando los reproches de algunos hombres y cuando la sala se vio abandonada se dejó caer pesadamente sobre la silla.

Dejando vagar su mente por un instante los recuerdos vinieron a su mente y la culpa con ellos. En ocasiones trataba de ver un escenario distinto, saber qué hubiera pasado si tomaba decisiones diferentes, si hubiera sido más fuerte, si ella no hubiera muerto...

Da un golpe a la mesa de cristal con su mano haciendo que el sonido se haga más intenso dentro de la sala. Apenas y siente dolor, sabiendo que lo que carga dentro de sí puede ser más doloroso que cualquier otra cosa, ya nada de lo que haga va a cambiar la situación.

Tomando una profunda respiración trata de relajar los músculos tensos.

- ¿Qué podría salir mal? - se preguntó a sí mismo.

Lo que no sabía es que en el momento en que dejó que Zetina tomara las riendas sobre la misión, su vida daría un giro totalmente inesperado abriendo heridas que trataba muy duramente de evitar.

O para ser más precisos, que ella iba a cambiar su vida de una drástica manera, pero los cambios no siempre suelen ser malos...

¿O si lo pudieran ser?

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