-Arya, te busca tu amigo Tanner- Leonel aparece del otro lado del auto.
- ¿Tanner? - cuestiono extrañada asomándome un poco más hacia la entrada y veo a un hombre con la misma apariencia que Zetina, solo que éste tiene más pinta de guarda espaldas.
Yael pasa por mi costado y tomándome del brazo me jala debajo del capó del auto que estábamos revisando.
- ¿Qué están haciendo aquí? -susurra.
- ¿Crees que yo lo sé...? -igualo su tono.
-Afuera hay otros 3 hombres y dos de ellos son militares armados.
-Vaya, sí que van enserio estos tipos. ¿Crees que quieran darme una clase de tiro? - bromeo, aunque no tanto.
-Concéntrate, Arya, ¿qué piensas hacer? - hace un ademán con sus manos para llamar mi atención.
-Aún no me convencen del todo, esto parece ser un chiste.
-No creo que esos hombres de afuera estén actuando, y no creo que sus armas sean de utilería.
-De acuerdo, déjame ver que quieren.
-Arya...
-Seré precavida, tranquilo.
Tomo un trapo para limpiar la grasa de mis manos y salgo del taller.
-Amigo mío, que gusto verte-pondero mi tono, mientras coloco mi mano sobre la espalda del hombre-¿enserio?, creí que me darían más tiempo, no ha pasado ni un día- susurro al tal Tanner, tratando de alejarme lo más que pueda del taller.
Por suerte, papá tuvo que ir a recoger unas piezas y no se encuentra para ver lo que sucede; sin embargo, todos los amigos de mi hermano ya han de tener curiosidad de porque soy amiga de los militares.
-No tenemos tiempo- contesta con voz profesional y calculada.
-Bien, ¿a qué debemos su visita?
-Para llevarla a las instalaciones.
-Ayer estuve en las instalaciones, señor- me cruzo de brazos dando más énfasis.
-Lo que le quiero dar a entender es que tenemos que prepararla...
-Aún no he aceptado.
-Tengo órdenes de llevarla.
-Tienes órdenes, mas no mi aquiescencia.
-Yo...-el tipo se rasca la cabeza- ¿qué fue lo que dijiste?
Me contengo para no doblarme y partirme de la risa en frente de tan profesionales personas.
-Quiero hablar con Zetina-despacho el asunto.
-Me temo que eso no es posible.
-Entonces no iré a ningún lado- suelto con reticencia.
Tanner toma una profunda respiración, señal de que lo estoy exasperando. Se acerca hacia el otro hombre con traje que está cerca de la Humvee y comienzan a charlar animosamente. Tanner saca de su bolsillo una especie de teléfono y contacta con alguien más. Los lentes oscuros de Tanner no me permiten ver algún indicio. Tal parece que todos estos hombres llevan consigo la misma máscara todos los días.
Después de un breve tiempo se acerca de nuevo a mi posición y me tiende su teléfono.
-aquí tienes.
Vacilo un poco al tomarlo.
-Hola, buenos días...- guaseo un poco para tratar de suavizar la situación.
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Templanza
ActionArya es una chica común y corriente a simple vista, pero por dentro tiene un don que muy pocos pueden apreciar. Siempre viviendo por encima de los límites y experimentando las emociones más fuertes. Un día cualquiera las personas correctas ponen sus...