-Mis hombres les dirán que vestido ponerse y después serán maquilladas y arregladas para que se vean espectaculares- dijo el jefe para después irse.
-¡Ya escucharon! En fila todas, ¡ya!-gritó el segundo al mando, pues que carácter. Apenas me levanto y ya me están gritando.
Nos fueron pasando una por una, agarraban un vestido o disfraz que hacÃa que resalten lo más bonito que tenemos, después nos maquillar y nos peinaron.
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Ya eran las 11:30 de la noche, estábamos detrás de un escenario y estaba muy pero muy nerviosa, no me dijeron quién iba a venir, espero todo salga bien.
-Bien, aquà nos despedimos, fue un gusto conocerlas, las extrañaré mucho-dijo el jefe dramáticamente pero era sarcástico,obvio. Después se sentó en un trono y se nos quedó viendo mientras encendÃa un puro y asà se quedó hasta que se lo terminó.
-Hagan que gané mucho dinero, preciosas-habló de nuevo el jefe para después pararse e ir al escenario y empezar a hablar. Y asà comenzó una de mis peores pesadillas.
Escuché como se presentó y le dio la bienvenida a todos y asà pasó a la primera chica, escuchaba como aumentaban sus propuestas y al final los aplausos, ver la cara de terror de esas niñas me lastima demasiado. Lo siento, pero las salvarán después de esto, tranquilas.
Y asà fueron pasando todas hasta que quedé yo, la última aquÃ.
-Bien, dejamos lo mejor para el final, una belleza excepcional-gritó el jefe mientras uno de sus subordinados me paraba y me ponÃa atrás de las cortinas.
-Vean aquÃ, la mejor que hemos tenido- dijo para que después me empujaran y salir al escenario, hay muchas personas, que nervios.
-Ella es inocente, piel blanca sin manchas, una cara de ángel con ojos brillantes, pequeña y frágil pero también se pone rebelde-dijo mientras me agarraba de un brazo y me daba una vuelta.
-Puede servir para criada, esclava de lo que gusten, ¿me entienden? Ja! Como acompañante, realmente tiene muchos usos y sobre el quirk... Eso es sorpresa pero no se arrepentirán-terminó de decir.
-Haz la posición que te dijimos hacer rato-me susurró.
Iba a decirle que no pero sentà que me dieron un golpecito en la espalda y tuve que hacer eso, me vistieron como criada-esclava con un vestido ajustado, sin nada debajo y resaltando mis partes femeninas. Cielos... Mi dignidad.
Enseguida muchos empezaron a levantar la mano hasta que escuché una voz conocida.
-500,000- gritó mientras levantaba una tabla con el número 15.
-500,000 con el caballero, ¿alguien da 550,000? Efectivamente, 550, 000 con la mujer de allá -
-700,000-gritó nuevamente el 15, acaso es... No, no creo, está un poco oscuro, no podrÃa ser él.
-700,000 ¿Alguien da 750,000? El señor de aquà enfrente, quién sube a 800,000-
-¡10,000,000!-se levantó el de 15.
-¡Woow! Que oferta tan grande, sin duda no se arrepentirá sobre esta chica especial, se da al hombre serio en 3...2..-
-100,000,000-levanto un número 20, estaba más cerca de mÃ, pude ver que era una persona un poco grande, con barba blanca, semblante serio y frÃo, se ve que hace ejercicio, está bien conservado ese señor. CONCÉNTRATE MIDORIYA.
-¡Esto se pone bueno! ¿Alguien da más? ¿No dará más el del 15?...y vendida al señor Bones de allá!- gritó el jefe.
¿Bones?... Dónde he escuchado ese nombre, Bones... Bones... BONES! ¡Ya recordé! Es el aliado de Shigaraki, cómo pude olvidarlo, sabÃa su nombre pero no su cara, oh Dios mio, me vendieron con él.
Ahora tengo que ir con él y esperar a mis amigos...
-Bien, llevensela al Sr. Bones y muestrenle su respeto-dijo el jefe seriamente.
Me pusieron unas esposas en las manos y otra en el cuello y me jalaron como perro hacia él.
-Señor, aquà tiene su compra, le aseguramos que nunca se va a arrepentir-mencionó el hombre. Bones se le quedó viendo serio y le hizo un gesto con la mano y un subordinado detrás de él les dio un maletÃn, se nota muy pesado.
-Vámonos- dijo Bones y me jalaron de la cadena.
Nos dirigÃamos a su camioneta con cristales blindados y oscuros, se puede notar con el gran tamaño de ese monstruo de camioneta y las ventanas. Me subieron a lado de él y le dieron mi cadena.
Y asà emprendimos el viaje a su casa, supongo yo, al salir no pude evitar ver al que tenÃa el numero 15,pues aún tenÃa su tablita, cruzamos miradas y es él, me sonrió y me mandó un beso, ¿qué le pasa? Al estar distraÃda sentà un jalón de cadena y vi la cara del jefe, no puede sonreÃr o qué.
-No seré blando contigo, si haces algo mal, lo pagarás serio-dijo.
-¿Cuál es tu don?- preguntó serio.
-Puedo quitar quirks-dije nerviosa.
-Bien, no eres una mala compra-dijo y se calló. Llegamos a su casa, qué digo casa, una mansión bien, que humilde es, tiene hasta un gran jardÃn y todo es vigilado por guardias alrededor.
-Ven acá - me dijo mientras me jalaba de la cadena, me llevó a un cuarto en el primer piso.
-Aquà te quedarás, mi habitación es la de a lado, por si quieres hacerme una visita divertida. Ponte esto y quédate a lado de mi, vendrán unos por negocios-me dijo y me aventó un vestido, aunque ni vestido es.
Y asà me lo puse, aún tenÃa la cadena y me llevó a su despacho, se sentó y me amarró a una agarradera que tenÃa en el piso. Vaya, que inteligentes.
-Te vas a quedar aquà y siéntate con las piernas cerradas, baja la mirada cuando lleguen y ni los mires-me dijo.
Pasaron unos cuantos minutos hasta que escuché la perilla de la puerta siendo abierta, creo que han llegado.
-Pasen, mis chicos, siéntense-dijo el jefe ¿alegre?.
-Abuelo, venimos por negocios serios, no te entusiasme-dijo un chico de cabello negro y alto con un traje, le queda bien.
-¿Esa quién es?- dijo el otro hombre de cabello rubio y un poco más bajo que el de cabellera negra.
-Una buena compra, ya sabes, de las subastas a las que asisto-respondió.
-Baja la cabeza, dije- me dijo mientras me pisaba la cadena.
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Holi a todos!
¿Les está gustando como va la historia? Sugerencias? Reclamos? Algo?
CuÃdense mucho, los amo.
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¿Qué me está pasando...? (Pausada)
FanficIzuku Midoriya es raramente convertido al sexo opuesto debido a un quirk desconocido, solamente se sabe que hace generar demasiadas hormonas del sexo opuesto, y así generando cambios en su cuerpo y mente. ¿Acaso Midoriya pensará distinto sobre sus c...