Capítulo 23: No, por favor.
"Uno no ama un lugar menos por haber sufrido en él, a menos que haya sido todo sufrimiento, nada más que sufrimiento." —Jane Austen.
"Pensé que sabía lo que era el miedo, pero estaba equivocado. El miedo solía ser lo desconocido. El miedo solía ser el pensamiento de que estaría solo por el resto de mi vida. Ahora sé que el miedo es que te den algo, el mejor regalo de todos, y que luego te lo quiten. Eso es miedo." —Draco Malfoy.
"¿Hubieran sido diferentes las cosas si nunca hubiéramos venido a este lugar? Si nunca hubiéramos tenido la oportunidad de ser felices, ¿no sabríamos ahora del sufrimiento? Volvería feliz a como eran las cosas antes, abandonaría toda la felicidad presente para mi paz mental." —Hermione Granger.
* * *
—¡ALICE! —gritó Hermione. Levantó el dragón de peluche y comenzó a correr por la cima de la ladera, gritando frenéticamente el nombre de su hija—. ¡ALICE! ¿Dónde estás? ¡ALICE! ¡Ven con mamá ahora mismo!
Draco estaba dominado por un miedo que nunca había conocido. Con la mandíbula apretada y la varita en la mano, envió al cielo un hechizo de cuatro puntos para localizar a la niña. No pasó nada.
Hermione corrió hacia Draco, agarró su camisa y dijo:
»¡Tenemos que encontrarla!
—¡Quédate aquí! —le ordenó antes de aparecerse de nuevo en Whitehall. Corrió por la casa sintiéndose un niño en lugar de un hombre de veintinueve años. La razón de aquel sentimiento era que necesitaba a su madre y a su padre. Los necesitaba tanto como Alice probablemente los necesitaba a Hermione y a él. Los llamó, gritándoles tan fuerte como Hermione había gritado antes por Alice—. ¡MADRE! ¡PADRE! ¡Venid aquí! ¡Por favor! ¿Dónde estáis?
Lucius salió de la biblioteca a su encuentro.
—¡Dios mío, deja de gritar como un alma en pena! ¿Qué pasa?
Narcissa comenzó a bajar las escaleras.
—¡Alice se ha ido! ¡Se ha perdido! ¡En un momento estaba durmiendo en la manta junto a un árbol, y al momento siguiente llamó a Hermione y desapareció!
Narcissa jadeó y bajó corriendo el resto de las escaleras. Lucius corrió hacia su hijo.
—¿Dónde estabais tú y Hermione cuando desapareció?
—¡Estábamos hablando a poca distancia de ella! —explicó.
—¿Estaba fuera de tu vista? —preguntó Narcissa.
—Sí, pero no estábamos lejos de ella —confesó Draco. De repente, todo se volvió claro. Era su culpa. Estaba destinado a proteger a Hermione y Alice, y había fallado. El fracaso era algo con lo que estaba familiarizado, al igual que el miedo. Se sentó en el escalón inferior, bajó la cabeza y dijo—: ¿Qué hacemos?
—¡Ve a buscarla! —espetó Narcissa.
Lucius tiró del brazo de su hijo.
—Ahora eres un hombre, hijo, así que actúa como tal. ¡Llévame al lugar donde estaba cuando desapareció! Cissy, quédate aquí, reúne a los sirvientes y envía a la mayoría de ellos hasta la ladera y a algunos a la aldea. ¡Todos deben buscarla! ¡Todos!
Draco tomó la mano de su padre para aparecerse con él en la colina. Antes de irse, sintió que el hombre le apretaba la mano. No estaba seguro de lo que eso significaba, pero lo asustó aún más.
De vuelta en la ladera, Hermione estaba llorando. Había dicho todos los hechizos de localización que conocía y nada había ayudado. Había corrido por el bosque cercano, cruzado el pequeño pasto a la izquierda del mismo, e incluso había comenzado a bajar por el camino, pero no pudo encontrar a su hija por ningún lado. El miedo paralizante se apoderó de su corazón y apretó, apretó y apretó hasta que casi no pudo respirar. ¡No había otra emoción presente sino temor! El tiempo se había detenido. Solo estaba en ese momento y no conocía nada más que terror, miedo y horror. Comenzó a pensar en todo tipo de cosas... un animal salvaje se había llevado a su hija, se había caído por un acantilado o alguien malo se la había llevado y en este momento le estaba haciendo cosas impensables.
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A Marriage Most Convenient
RomanceHermione Granger ya había tenido un mal matrimonio y realmente no estaba buscando otro. Sin embargo, cuando su marido la dejó, también le dejó un montón de facturas y créditos que pagar. Si quería mantener su empresa y su casa debía hacerse con algo...