Capítulo 21: Todos tienen una agenda, excepto Alice y su Dragón.
"Sentarse a la sombra en un buen día y contemplar el verdor es el refresco más perfecto." —Jane Austen.
"Un día perfecto para mí tendría una pizca de sol, una pizca de romance y una pizca de esperanza, por si acaso." —Draco Malfoy.
"Nada cura mejor que el aire fresco, el sol, el ejercicio y la limpieza del alma, siendo completamente sinceros con uno mismo y con los demás." —Hermione Granger.
* * *
Esperaron varias horas para ir de picnic. Después de todo, acababan de desayunar y todavía tenían que llevar a Alice a ver los ponis. Además, Draco tenía que tomarse un tiempo para recomponerse. Alice lo había llamado "papá". Ni siquiera "padre", que es como siempre llamó a su propio padre desde la infancia. La niña que solo dos días antes le había dicho que no quería otro papá, ahora había llamado a su verdadero padre "papi", y había sido la cosa más desgarradora y agonizante que jamás había experimentado.
Salió a caminar solo, pero cuando regresó, Alice, Ingrid y Hermione lo estaban esperando en el jardín trasero. Ingrid tenía una gran cesta de picnic en la mano. Alice tenía una pequeña canasta en la suya y su dragón en la otra. Hermione tenía dos mantas sobre un brazo. Había planeado este picnic, pero había dejado que los demás lo implementaran, y parecía que lo habían hecho bien. Sonrió mientras se acercaba a Hermione, quien extendió su brazo libre hacia él, con la mano abierta, lista para tomar la suya.
Sí, su vida era buena. Finalmente era buena. Finalmente era feliz, aunque esperaba que todo lo bueno que le estaba pasando no fuera de corta duración.
Comenzaron a caminar, Alice e Ingrid pasándolos por la retaguardia. La gravedad de la situación actual lo golpeó como una tonelada de ladrillos. Había llegado la hora de que se casara, y todo parecía estar encajando a la perfección. Iba a hacerlo con una mujer a la que amaba, que había tenido a su hija... era todo lo que siempre había deseado, pero aún se sentía ciertamente cauteloso. Temía sucediera algo que pudiera arruinarlo. Sostuvo la mano de Hermione tal vez un poco demasiado fuerte mientras caminaban por el sendero, pasando arbustos de rododendro y altos arces y pinos. No iba a dejarla ir, en sentido figurado o literal.
El camino era ligeramente inclinado, por lo que Draco miró hacia atrás en varias ocasiones para asegurarse de que Ingrid y Alice estuvieran bien. Mientras todavía sostenía la mano de Hermione, se ofreció a llevar a Alice un par de veces, pero la niña era ferozmente independiente. Sabía que ese carácter lo había heredado de su madre, pero al menos dejaba que Draco la tomara de la mano. Cuando llegaron a la cima de la colina, su cumbre personal, Hermione se soltó y corrió hacia adelante. Estaba parada en la cima de la colina, con el viento agitando su cabello salvajemente alrededor de su cabeza, con los brazos extendidos, mirando hacia el cielo y con una sonrisa en la cara.
Draco se acercó a ella lentamente y Hermione abrió los ojos, lo miró y dijo:
—No puedo creer lo feliz que me siento. ¿Se me permite sentirme tan feliz?
Esa frase lo tomó por sorpresa. ¿Qué quiso decir con la palabra "permitido"? Antes de que pudiera comenzar a formular una respuesta, Alice corrió hacia su madre. Hermione atrapó a la niña, la levantó y señaló el valle de abajo.
—Mira esa vista, Alice. ¿No es este el lugar más hermoso del mundo?
—¿Vamos a vivir aquí siempre, mamá? —preguntó.
—No, no siempre, pero vamos a venir aquí a menudo, estoy segura —dijo Hermione.
—Quiero vivir aquí siempre —decidió Alice. Ella se movió en sus brazos hasta que Hermione la bajó. Su madre le advirtió que se mantuviera alejada del borde y luego, por si acaso, conjuró un hechizo simple para mantener a Alice lejos del final de la colina. Ingrid tomó las mantas de donde Hermione las había dejado caer antes de llegar a la cima y comenzó a colocar sus cosas.
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A Marriage Most Convenient
RomantizmHermione Granger ya había tenido un mal matrimonio y realmente no estaba buscando otro. Sin embargo, cuando su marido la dejó, también le dejó un montón de facturas y créditos que pagar. Si quería mantener su empresa y su casa debía hacerse con algo...