Había un hombre, estaba de pie. Estaba quieto. Era larguirucho.
Jungkook miró el suelo; suciedad, hojas. Un bosque los rodeaba.
No, no un bosque. Más bien un bosquecillo con suelo fértil y cielo azul. Un ave cantaba en la distancia, los huertos se balanceaban con el viento.
—Esto es un sueño —dijo Jungkook en voz alta, lo que era raro, porque las personas no se supone que supieran que estaban en un sueño. El hombre frente a él se giró. Su cara estaba oscurecida, pero Jungkook podía ver que el hombre se frotaba la cara incómodamente.
—No es tan simple —dijo el hombre después de una pausa —no soy tan simple.
Cierto. Eso no sonaba... para nada pretencioso. Le recordó a Jungkook sobre el meme de "no te enamores de personas como yo" "por fin entenderás por qué las tormentas tienen nombre de personas". Já.
—¿En serio? —dijo Jungkook.
El hombre desconocido dejó salir una risa —Oh, te extrañé.
Eso era algo extraño para decir. ¿Este hombre conocía a Jungkook?
El hombre caminó hacia adelante, su cara de alguna manera seguía oscura. Jungkook podía verlo, pero las características de la cara del hombre no estaban claras. Era como una ecuación matemática que terminaba en un disparate.
—Estarás aquí hasta que termines mi licitación —la voz del hombre hizo eco en su cabeza, en su cuerpo, impregnando cada orificio de Jungkook. Era casi una violación. Todos los sonidos se volvieron intrascendentes. El césped bajo sus pies desapareció, al igual que los árboles y el cielo.
Una pausa, como si estuviera considerando algo.
—Adiós, Jungkook.
Y entonces Jungkook despertó.
La luz del sol era penetrante. Carros sobre piedra hacían sonido en el fondo.
—Te desmayaste —dijo preocupado Jimin, mirándolo hacia abajo. Junto a él estaba el Magistrado Yoongi, cuya cara estaba aterradoramente blanca.
—¿Lo hice? —Jungkook gruñó, frotando la parte trasera de su cabeza. Todo estaba tan nublado. ¿Cuándo se desmayó? La mano de Yoongi descansaba en la parte baja de su espalda, ayudándolo a sentarse. Jimin le entregó una copa de bronce con agua y Jungkook se bebió el contenido rápidamente.
—El ritual terminó y te desplomaste —intervino Yoongi. Jimin le dirigió una mirada —¿Viste algo cuando estabas durmiendo? ¿Sueños, quizás?
—Yo no... —Jungkook sacudió su cabeza —no recuerdo nada.
Solo destellos. Jungkook recordaba árboles, algunos verdes, y un golpeteo en su cabeza persistente. Fue como si hubiera estado en un delirio de seis horas o algo así.
—Eso es entendible —le concedió Jimin, mirando a Yoongi por el rabillo de su ojo nuevamente. Ayudó a Jungkook a ponerse de pie, frotando su espalda de manera confortante —La Príada comienza esta tarde. Dejo a Jungkook bajo tu cuidado, mi señor.
Jungkook de pronto se sintió como un objeto muy valioso pero inanimado siendo entregado entre dos maestros.
—Debes estar bromeando —dijo Yoongi de forma plana —seguramente.
—¿Por qué bromearía? —preguntó Jimin —Esto es razonable. Yo me encargo principalmente de los rituales que preceden a la Príada, por lo que debo tener tiempo de sobra para prepararme. Además, Jungkook es tú ofrenda, después de todo. Han consumado. Disfrutaste tu tiempo con él, ¿no es así?
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Displacement (Yoonkook)
General Fiction-Eres encantador, después de todo -dijo el hombre, parpadeando apreciablemente mientras miraba a Jungkook de arriba abajo en minuciosa consideración. -Creo que le gustarás mucho al Señor Yoongi, incluso con esa extraña ropa que estás usando. Jun...