hola

5 2 0
                                    

La casa de Louis era enorme, estaba rodeada de vidrios y sofás marrones de cuero sintético. Había luces de colores que daba un ambiente relajado al lugar. Además de bastante gente bebiendo con vasos o copas, juraría que era alcohol. Algunos borrachos y otros tan solo... mareados. Pero se notaba que iban a acabar la mayoría olvidando esta noche al día siguiente. Seguí rondando por la casa, hasta ver a Liam sentado tranquilamente con su móvil en las manos. Decidí acercarme y hacerle algo de compañía.
-Hola-
-mhm... - me miró y luego apagó su móvil -hola Olivia-
-¿te entretienes?- me senté en una silla de madera a su lado
-Sí, la verdad quería pensar un poco en mis cosas-
-perdona si te he molestado, me puedo ir si quieres- estábamos mirándonos fijamente. Llevaba una chaqueta marrón clara y una camisa un poco desabrochada, acompañado de unos pantalones negros que no llegaban a ser ceñidos.
-No no, no te preocupes- se hizo un silencio entre nosotros, que pasaba a ser incómoda... nunca habría pensado que Liam fuese tímido -¿así que Harry te ha traído?-
-Sí, me buscó y ... tiene un bonito coche negro- seguidamente se rió haciendo bastante sonido
-¿Harry en una camioneta? Él colecciona coches, eso sí que es un gran chiste... en una camioneta... Harry...- siguió riéndose. Pero me había quedado pensando, ¿me trajo en un coche sin que se pudiese ver quien entraba para no publicar mi dirección y que le reconociesen o porque no quería verme con gente? Borré de mi mente lo segundo, si le cayese mal, ya habría dejado de hablarme.
-Perdona, acabo de recordar algo que tenía que hacer- se asustó y me agarró de la muñeca
-¿te vas ya?- noté cierto temor en su voz
-No, pero necesito hablar con alguien- en realidad, quería buscar a Harry y comprobar que teníamos una bonita amistad y no fuese lo contrario.
"Maldita inseguridad" pensé. Aunque sabía que le caía bien, sentía que era necesario comprobarlo.
Ahí le vi en la mesa de la cocina hablando con Louis. Sus ojos no paraban de mirarse y reírse, brillaban al hablarse. No quería interrumpir tampoco, me parecía demasiada buena energía cómo para interrumpirla con mi inseguridad. Fui a sentarme al borde de la piscina, me quité los tacones y metí los pies, jugando suavemente con el agua.
Ni rastro de Niall o Zayn o Liam.
"Qué fiesta más divertida"
Alguien se sentó a mi lado, giré la cabeza y vi a una figura rubia con las expresiones faciales marcadas por la luz de la Luna. Llevaba una sudadera a rayas, aunque no distinguía los colores.
-Esto es una fiesta, ¿estás bien?- me preguntó Niall
-Sí, nunca he ido a ninguna tan... tan- remarqué mirándole a los ojos. No me había dado cuenta hasta entonces lo bonitos que eran, parecía un océano sin olas.
-Entiendo, a mi también me costó al principio- puso sus manos apoyando el bordillo y mirando al cielo. Sin querer su mano se colocó encima de la mía, y por alguna razón no la quité.
-si quieres te puedo ayudar a que te diviertas en las siguientes fiestas-
-¿siguientes?-
-oh... por supuesto-
Levantó uno de sus pies exageradamente, mojándonos a los dos.
-¡Inútil!- me reí metiendo la mano en la piscina y salpicándole un poco.
Él hizo lo mismo y acabamos con gotas de agua cubriendo la mayoría de nuestras prendas.
Me levanté asustada a que pudiese llegar a más y acabásemos metidos en la piscina, tenía que llegar a casa intacta.
Se levantó conmigo y se acercó, podía sentir su respiración. Apreciaba sus ojos verdes, su nariz, sus mejillas húmedas y sus labios finos pero delicados. Di un paso hacia delante y acercó suavemente una de sus manos a mi cabello acomodando un mechón
-tienes unos ojos preciosos- dijo susurrando. Nos quedamos quietos, apreciándonos al otro.
Un gran golpe de agua nos interrumpió.
-¡Vas happenin!- oímos gritar cuando ese golpe ocurrió. Retrocedí un paso hacia atrás y vi a Zayn en calzoncillos metido en la piscina
-¡Hace frío Zayn!- gritó Niall riéndose
-Estás loquísimo- añadí yo moviendo demasiado las manos.
-La vida es una servidores- dijo tirando de la mano de alguno que parecía ser su amigo. Se tiró también y la gente gritó y rió.
Podía ver a todos menos Harry y Louis.
-Aquí estais- dijo una voz aguda, pero sin serlo del todo
-Louis, Zayn está loquísimo- reí junto a los otros cuatro. Liam se acercó a mi mientras el resto hablaban
-¿conseguiste terminar lo que tenías que hacer?- dijo preocupado
-Sí, no tardé tanto cómo esperaba- sonreí colocando un brazo encima del hombro de Harry, que se había colocado a mi otro lado. Él puso una mano en mi cadera y reímos y hablamos durante algunas horas que no pude contar.
Zayn había salido nada más entrar y Louis le entregó una toalla, en todo ese tiempo no me había dirigo una palabra. Pero no le tomé demasiada importancia. Aun así, fue un final para la noche maravillosa.
Conocí y me hice fotos con ellos y gente que había en su casa.
Llegaron las tres de la madrugada, tenía que volver ya o sería demasiado tarde para ir por esas calles solas, si no lo era aún.
-Muchas gracias por todo, pero me tengo que ir- me levanté comprobando que estaba seca y efectivamente, lo estaba. Louis movió su cabeza en señal de aprobación, Zayn se despidió, Liam asintió y Niall se levantó después de Harry.
-Ya la recogo yo- dijo con su característica voz raspada
-Gracias, ... amigo- murmuré insegura
Sonrió ante mi ocurrencia y volvimos en coche a la misma dirección que la llegada.
-¿quieres que te acompañe a tu portal? Parece muy oscuro- dijo ya quitándose el cinturón
-No hace falta, gracias. Está aquí al lado- señalé dos veces a lugares distintos, un poco agotada por la noche energética. Harry, sin embargo, estaba tan despierto como si fuesen las doce del mediodía
-Sí, te acompañaré- ya estaba de pie a mi lado, con gafas de sol puestas.
-De verdad, puedo volver sola- miré alrededor comprobando que no hubiese nadie y fingiendo estar segura, cuando obviamente estaba asustadísima.
-okay, pero te acompaño-
-Que no, estoy bien- sonreí forzadamente. No quería que viese dónde vivo, que por algún casual tuviese lástima de mi o desarrollase alguna emoción no deseada y penible hacia mi persona. O simplemente no quería involucrar a nadie en mi vida hasta ese punto, mi más vulnerable, mi familia. O quizás eran las dos y algunas más. Ni yo sabía controlar tales emociones... por eso mismo no debía saberlo.
Pero estaba muy asustada, nunca había estado a las tres de la madrugada caminando por las oscuras callejuelas... y a las diez de la noche ya era todo un desafío. Un ruido sonó por algún lado y me arrimé a Harry ocultándome por detrás.
-No me odies- respondí empujándolo hacia delante suavemente
-Jamás podría hacerlo- caminó siguiendo mis pasos, a mi lado. Nos quedamos en silencio durante diez minutos.
-Así que aquí al lado huh- puso su mano en mi hombro
-Eres un lento, normalmente en estas situaciones corro hasta llegar a casa. Es la mejor solución- afirmé. Luego empecé a correr calle abajo. Harry me siguió la corriente y empezó a correr conmigo. Una luz nos llamó la atención
-¿Qué es eso?- pregunté acercándome
-Tendremos que averiguarlo Sherlock-
Nos acercamos y por alguna razón nocturna, pedimos un fish and chips para compartir.
-Sigo sin creerme que a las casi cuatro haya un puesto de comida abierto en mi calle-
-Misterios de Londres supongo, como el hecho de que no te guste el Kétchup- mordió una patata con una cantidad se sal exagerada
-Misterios, misterios...- reí entonando
Nos habíamos parado en una acera para comer y aunque alguna persona que no parecía de fiar o en su sano juicio pasase cada pocos minutos, me sentía segura junto a él.
Terminamos esa cena, desayuno y continuamos el camino. Mi casa era en frente.
-¿recorrerás este camino de vuelta tu sólo? Te van a rajar- preocupada pregunté a Harry, que puso una sonrisa en sus delicados labios.
-Si es lo que hay que hacer, se hará- se removió el cabello rizado
-Me parece muy injusto, quédate a dormir y vuelve cuando sea un horario normal- dejé un silencio antes de añadir -te obligo- se rió
-eres monísima. Está bien-

¿Ella en One Direction?Where stories live. Discover now