No es ¡CIERTO! ||VMIN||

Capítulo 38

Dormir con una almohada entre sus brazos y piernas era muy clásico de él, la necesidad de abrazar algo para poder conciliar el sueño era una manía que tenía desde pequeño, abrazando a todo lo que se encontrará en su cama.

Pero abrazar a una almohada nunca antes había sido tan placentera, como ahora, ni siquiera sus propias almohadas tenían ese aroma tan embriagante o esa suavidad tan exquisita en su tacto, e incluso ese calorcito tan agradable y cómodo.

La almohada que en esos momentos abrazaba debía ser mágica, ya que con solo pasar sus dedos podía hacer vibrar su cuerpo, ya que con solo olfatear lograba que suspirara de felicidad.

Con los ojos cerrados y los sentidos dormidos, se apego más a esa cálida almohada, delineando la suave y curiosa forma bajo su tacto y hundiendo su nariz en busca de más aroma.

El suspiró bajito y las caricias relajantes en su cabello lo hicieron ronronear gustoso, moviéndose ligeramente en busca de más contacto. Hasta que un chillido lo hizo alarmar, logrando que abriera los ojos.

Lo primero que sus ojos captaron fue una piel pálida frente a él, frunciendo el ceño y pestañeando confundido se alejó unos centímetros. Inspeccionando la piel conforme alzaba la mirada.

Quedándose sin aliento al encontrarse una mandíbula, continuo su recorrido por unos gruesos labios y una pequeña nariz, hasta llegar a unos pequeños semi abiertos ojos. Boqueo como un pez fuera del agua un par de veces al encontrarse con el rostro adormilado de Jimin.

"Buenos días, TaeTae" Jimin bostezo somnoliento, sin darse cuenta del temblor en el cuerpo ajeno.

Taehyung pestañeo un par de veces antes de caer en cuenta que se encontraba abrazando a Jimin y con el rostro muy de cerca, su reacción fue alejarse con rapidez del cuerpo contrario, terminando por caerse de la cama y lastimando a Jimin en el procesó. Se quejó de dolor Pero como pudo se levantó del suelo para esconderse en el baño, en ese momento lo único que quería era alejarse del pelirrosa.

Jimin acarició su tobillo maldiciendo en voz baja al peliplomo por empujarlo, por suerte era una torcedura leve que en unos días de reposo volvería a la normalidad y sin consecuencias. El sonido de la puerta del baño al cerrarse llamó su atención, suspirando por el actuar del contrario.

Su corazón martillaba su pecho con tanta fuerza que parecía querer salir, calentando su rostro y haciendo temblar su cuerpo. Se deslizó por la puerta hasta sentarse sobre el frío suelo, su cabeza repitiendo una y otra vez la sonrisa de Jimin al despertar, su tacto volviendo a recordar la cálida piel, y su olfato percibiendo el aroma impregnado en su cuerpo.

¿Cómo terminó durmiendo y abrazado con Jimin? ¿Por qué se encontraba en otra cama? ¿Cuando fue siquiera que se despertó?.

Tantas preguntas que no podía encontrar respuesta alguna. Y si ese no fuera el único problema, ahora tendría que enfrentar al pelirrosa cuando saliera del baño. Que le diría, porque estaba muy claro que él había invadido la cama del pelirrosa, el problema era que no recordaba como sucedió.

Sacudió sus cabellos con frustración, debía pensar en algo con rapidez, ya que permanecer en el baño con su pijama no era una opción.

*

*

*

"No entiendo que sucede" Jimin gruño frustrado, formando un puchero tierno ante los ojos de su amigo, "me ignora durante casi medio día, me ayuda cuando me lastimó, me vuelve a ignorar luego de haber sido tan atento, me grita cuando quiero hablar con él, y en la noche se levanta como un sonámbulo para meterse en mi cama y me llama con apodos lindos mientras me abraza" muerde un poco de pan con enojo bajo la atenta mirada del embarazado, tragando casi sin masticar, "y si no fuera poco, se disculpa por haber hecho una 'tontería'" hace comillas con sus dedos, "volviendo a ignorarme e irse casi corriendo de la habitación" unta el pan con mantequilla y vuelve a comer con enojo, "¿Acaso soy un mostró? ¿Estoy haciendo algo mal? O quizás ¿Mi presencia le desagrada?" Traga un trozo más de pan, y gruñe con fastidio, "ya no se que hacer".