Capítulo 18. El niño de Manter Acrux

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Behemoth estaba arruinado y al igual que sus compañeros intentó escapar de alguna manera, ya que sus esperanzas de recuperar el amor de Mórrigan desaparecieron por completo. Prefirió seguir utilizando la apariencia de los últimos meses, esto con la esperanza de no ser reconocido si se topaba con alguien de los suyos, pero en el fondo sabía que era algo inútil. Aun con todo eso siguió intentando huir de lo que le esperaba, siempre fue un demonio que se caracterizó por insistir demasiado en todo y no dar un paso hacia atrás tan fácilmente, lo cual se hizo aun mas evidente cuando ideó todo un plan para impresionar a su más grande amor. Su obsesión era tan grande que no le importó arriesgar su propia existencia para poder volver con ella.

Consideró la posibilidad de regresar al sector Norte y disculparse para ser perdonado por todos sus errores, pero esa idea se esfumó rápidamente cuando volvió a toparse con Asmodeo y Agares en el camino. Cuando los divisó a pocos metros se ocultó entre las ramas de algunos árboles cercanos, no podía creer lo que veía, ¿se habían rendido finalmente? Ambos estaban reposando en el suelo en silencio con los ojos cerrados, el hombre sollozaba y se estremecía de cuando en cuando, y la mujer frente a él sostenía su mano entre las suyas. Agares pudo sentir la presencia de Behemoth, pero no hizo nada al respecto, estaba cansada de correr siempre tras él, por lo que siguió en silencio acompañando a su amigo.

Para ser una noche tan terrible el paisaje lucía hermoso, no había luna en el cielo pero los insectos luminiscentes lo iluminaban todo, los grillos entonaban una suave melodía y unas cuantas gotas rociaban el pasto y el follaje sobre los enormes troncos. El viento suave arrullaba las hojas en ocasiones, como si tratara de calmarlas luego de una horrible pesadilla. A pesar de lo que estaba por ocurrirles, todo se sentía en paz finalmente. Agares comenzó a reír en medio del silencio y abrió los ojos para contemplarlo todo, quizás y solo quizás, cuando todo acabara al fin podría ser libre.

***

En un lugar a las afueras de Blue Heller un hombre trataba de llegar a su país desesperadamente, pero por más que conociera el camino de memoria no lograba encontrarlo, como si de pronto hubiera desaparecido. Su madre había dicho algo muy inquietante y era su deber acudir en búsqueda de Black de inmediato, de lo contrario estaría en peligro. Se preguntaba cómo pudo ser tan estúpido para no darse cuenta de lo que sucedía antes, con todos sus años de conocimiento no pudo notar que era lo que pasaba y eso lo enfurecía. Perdió el contacto con Black desde que esta se unió a las filas del ejército y el arrepentimiento lo estaba ahogando justo en ese momento. Ya había perdido a una de ellas y no podía permitir que se repitiera algo así. Frank debía darle la terrible noticia a Black, pero primero la abrazaría muy fuerte en cuanto la tuviera frente a él.

***

El cuartel se veía desolador, todo estaba destrozado y quemado, Black se preguntaba cómo era posible que hubiera cometido algo así en tan poco tiempo. Lo que sea que hubiera hecho ya no importaba, ya que ahora estaba en camino a redimirse por las atrocidades cometidas. Caminó con dificultad entre los escombros en búsqueda de algún arma que pudiera utilizar, movió algunas piedras y dio con algunas espadas de hoja delgada, estaban muy abolladas, algunas incluso quebradas, pero servirían. Tomó las dos que estuvieran en mejor estado y se las colgó sobre su brazo izquierdo, ahogó un grito de dolor al sentir el peso sobre sus músculos desgarrados.

Pensaba volar por Blue Heller hasta encontrar a Jezbeth y a esos demonios traidores, estaba segura de que no podría asesinarlos, pero quizás eso la mataría y con eso sería suficiente. Se detuvo un momento para tomar aire y tratar de expulsar sus alas, o lo que sea que tuviera en la espalda. Poco a poco su piel comenzó a abrirse de forma dolorosa y un par de extremidades escamosas crecieron, cerró los ojos y se agachó poniendo sus manos sobre las rodillas en un intento de apaciguar el ardor. Con su cuerpo en este estado era mas que evidente que iba directo a su muerte en lugar de a luchar.

IMPERIUS. La leyenda de Black Dragon.  [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora