vida | parte 3

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El sonido de llanto es ahora un hecho normal en la casa desde hace 5 meses. Pero tras recapacitar, a Flavio le descoloca. Él está con Pol. Tras cambiarle de muda, le abotona el body blanco y lo deja en la cuna. Baja las escaleras y se dirige hasta el salón, donde provienen los sollozos.

-¿Samantha?

Le llama antes de descubrirla en el suelo, sentada con unos pequeños calcetines en las manos. Vestía con una camiseta suya y su pelo estaba recogido en un moño. Se veía cansada. Se acomoda a su lado y eleva su barbilla.

-Ey, ¿Qué pasa?- le pregunta alarmado.

Samantha niega con la cabeza y se seca las lágrimas dejando escapar una risa exasperada.

-Solo... estoy segura de que puse tres pares de calcetines en la secadora, pero... solo encuentro dos individuales, es... es una tontería, no sé que me ha pasado- Siente cómo sus mejillas enrojecen, avergonzada por el hecho de que la ha encontrado de esa manera. Llorando por unos calcetines. Flavio sacude la cabeza y la abraza.

-Estás cansada, es normal.

La valenciana deja escapar un gran suspiro.

-Sabía que cuando el médico nos confirmó que estaba embarazada, estaríamos cansados, más aún porque decidimos seguir haciendo la obra de teatro, pero no sabía que iba a ser así...

-Especialmente cuando eres la protagonista- Flavio se libera del abrazo y le sonríe.

-Debería haberle dicho a Marc de ser suplente o simplemente dejarlo apartado por un par de meses más, no sé en qué estaba pensando. - gruñe.

-Eh, basta. Estás haciendo lo que te gusta, Sam.

-Sí, tal vez sea asi, pero... - tomó una respiración entrecortada, el agotamiento y el miedo al fracaso se combinaron en su último susurro- Creo que se está volviendo demasiado para mi. Me está sobrepasando.

Flavio sacude la cabeza y se levanta, ayudandola a ella tambien.- Lo que necesitas es dormir un poco.

-Eso va a suceder enseguida - suelta con ironía.

-¿Sabes qué? Voy a llamar a mi hermana, ya sabes que se ha estado muriendo por cuidar a Pol. Iremos al parque o algo parecido y así podrás dormir un par de horas. Recuperar un poco de energía.

-No puedo dejar que os ocupeis de Pol sólo porque yo esté un poquito cansada.

-Joder, Samantha. Desde que nació, no has hecho otra cosa que cuidarle y matarte a practicar tus lineas en el poco tiempo libre que te dejaba. Y yo hace un par de semanas que regresé de la mini gira que hicimos por Andalucía. Has cargado con todo tu solita. Estás algo más que un poquito cansada - enumera haciendo incapié en la última frase.- Necesitas tranquilidad y silencio. Además así aprovecho y me pongo al día con Bea.

Y antes de que pueda rebatirle, la levanta en el aire, al estilo nupcial. Samantha protestó pero se echó a reir mientras se dirigian al dormitorio y la acostó sobre la cama.

-No estoy muy a favor de esto, pero vale. Recuerdo cuando esto era más sexy.

Flavio deja caer un beso en sus labio, suave pero sensual.

-Descansa anda.

-Gracias bebé. -A veces, Flavio sabía mejor lo que necesitaba más que ella misma.

                                    • • • • •

Samantha se despierta de repente con un sobresalto, sus ojos abriéndose de par en par y su espalda levantándose de golpe del reposabrazos. Le lleva sólo medio segundo orientarse. Está tumbada en el sofá con el libro, que supuestamente estaba leyendo, abierto sobre su estómago. Se ha quedado dormida. Pero a juzgar por la intensidad de la luz que entra por las ventanas no pueden haber pasado más que unos pocos minutos. Es todavía temprano por la tarde, pero está agotada. Pol la despertó a las 5:30 de la madrugada y no ha tenido un solo momento de descanso hasta ahora.

brillo 》 flamantha one-shots Donde viven las historias. Descúbrelo ahora