-¿Qué tal las clases?
-Sin más. ¿Las tuyas?– dice ella, sonriente.
Él sonríe también y ladea la cabeza, besando sus labios suavemente.
-Igual – le susurra, después de besarla.
Ella se muerde el labio al mismo tiempo que vuelve a sonreír, y rápidamente entrelaza su mano con la de él.
Comienzan a caminar juntos hasta la salida del campus. Ella le cuenta cómo han ido sus clases y él le explica que ha estado intentando estudiar en la biblioteca las últimas 2 horas, sin éxito.
-Lo aprobarás – le dice ella, segura de que lo hará.
-Sí bueno, eso espero. La nota de este vale un montón para el examen final.
Esperan juntos en la parada del metro y cuando éste llega, se suben y se sientan en los dos últimos asientos del fondo. Ella coloca sus piernas sobre las de Flavio y apoya la cabeza sobre su hombro, alzándola de vez en cuando para robarle algún que otro beso.
Flavio acaricia su cabello, enredándolo en su pelo, sonriendo cada vez que recuerda que después ella se cabrea porque dice que le hace nudos. Suspira y la besa cuando ella alza la cabeza buscando sus labios. Aunque el día haya ido mal, cuando está con ella siente que nada más importa.
Se bajan en la parada justo enfrente del bloque de pisos donde vive ella. Él la agarra por el brazo y besa sus labios, esta vez con más fuerza.
-¿Subes? – pregunta ella, esperando una única respuesta.
-No sé… ¿no… no les molestará a tus compis?
Ella ladea la cabeza, tratando de no sonreír, al mismo tiempo que rueda los ojos.
-Eva estará en teatro, solamente está Anaju. Y… de todas formas, sabes que les caes genial.
-Lo sé – dice con una sonrisa de suficiencia.
-Vamos - dice ella, ahora tirando de su brazo hacia el portal.
Cuando las puertas del ascensor se cierran, ella se acerca peligrosamente a él, atrapándolo en una de las esquinas de ese pequeño habitáculo. Cierra los ojos incontroladamente al sentirla tan cerca, conseguirá volverlo loco algún día con esa colonia que ella utiliza.
Ella se separa rápidamente cuando las puertas del ascensor se abren y sale como si nada, acercándose a la puerta de su piso y llamando al timbre, puesto que esta mañana se le olvidó coger sus llaves. A él le pone todavía más, si cabe, cuando cambia de esa faceta de desesperada por echar un polvo a niña buena en apenas unos segundos.
Suspira, tratando de dejar la mente en blanco y sale del ascensor, siguiendo los pasos que ella ha dado segundos antes. Anaju les abre la puerta, sonriente y saludando a Flavio con cariño, lo cual hace que él se sienta sucio, muy sucio por los pensamientos que ha tenido hace apenas minutos.
-¿Fla, estás bien? – dice, chascando los dedos delante de él.
-¿Eh? – dice él, regresando a la realidad. Sam ya ha entrado al piso y le mira desde dentro, tratando de contener la risa, mientras él sigue allí parado, como un estúpido.
-No te quedes ahí, pasa – insiste Anaju, divertida por el comportamiento del chico.
-Ah, sí, claro.
-Justamente estoy componiendo una cosa y quería que me dieses tu opinión – dice la morena cuando finalmente él entra.
Flavio le sigue hasta el salón y rápidamente él y Anaju comienzan a intercambiar opiniones sobre diferentes acordes y melodías. Samantha rueda los ojos y se marcha a su habitación a estudiar un poco mientras tanto, pues prevé que la charla musical durará todavía un rato.
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brillo 》 flamantha one-shots
Fiksi PenggemarHistorias de un solo capítulo sin ninguna conexión entre si. (Algunos tendrán más de una parte.)