El secreto escondido Parte I

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-¡Lo logré! ¡Por fin lo logré! -Una señora de avanzada edad sentada en la sala gigante de su inmensa casa, regocijaba de entusiasmo. Rompía el sello rojizo de un sobre negro, el cuál vendría una carta escrita con una caligrafía impresionante.

-¿Qué lograste, madre?

-Encontré el resto de familia de Title -dijo la señora al empezar a leer la misteriosa carta.

La señora O'Donis, una señora de unos sesenta y cinco años que enviudó hace quince primaveras. Es madre de dos hombres y una mujer, todos la convirtieron en abuela al paso de los años. La mayor parte del tiempo se encontraba sola en su gran casa, disfrutando de la estabilidad que le dejó su marido. La soledad y la compasión la orillaron a adoptar a un pequeño niño de escasos doce años. Conoció la historia al enterarse que la hija de su difunta amiga había muerto por cáncer. Le tomó algunos años tomar la patria potestad de por lo menos un hijo de esa mujer. Pero nuca encontró a los otros dos. Buscó por sus medios, pero nunca logro algo. Hace algunos meses se reencontró con un viejo amigo, podría ayudar de alguna forma.

-¡Por Dios! -dijo la señora.

-¿Qué has encontrado madre? -le decía uno de sus hijos que esa mañana la acompañaba. Este hombre hacía tronar sus dedos a causa de los nervios. Su misma madre le habría dicho hace años que esa costumbre le daría malos resultados a la complexión de esos dedos, en ese momento ya no importaba el minúsculo detalle.

-El padre de Title murió hace dos años en prisión...

-¿Qué dices madre? Ese señor estaba en un centro de rehabilitación.

-Perdón, no murió. Se suicidó ahorcándose con las sabanas de su celda.

No sabía que noticia sería peor que esa. Pronto se dio cuenta que la nota del padre sería la pequeña punta de un gran iceberg. Un iceberg congelado no por el frío si no por las mentiras que algún día fueron enmascaradas.

-Qué horror, ¿Cómo sabes eso?

-Tengo conocidos en el ministerio. -Pausó nuevamente para seguir leyendo la perfecta caligrafía-. También saben el paradero de sus hermanos-. Inquieta y preocupada movía los ojos de izquierda a derecha tratando de encontrar alguna otra notica -. Han sido adoptados por dos parejas de esposos. Las dos madres son hermanas por lo que no permanecen separados mucho tiempo.

-¿En serio?... ¿Dice algo más?

-Sí, hay algo más... pero parece una buena o muy mala noticia. Tal vez un poco de ambas. Malai cuando murió no lo hizo junto a su hijo. Tal parece que el bebé sobrevivió.

-¿Qué dices mamá? Nos habían dicho que ese bebé partió junto con ella.

-Tal parece que nos han mentido -pausó nuevamente para tomar aire y pensar en lo que estaba a punto de decir -. Quiero encontrar a ese niño también.- Dobló la hoja y la metió al sobre negro-. Necesito encontrarlo.

-Madre -dijo el hombre mientras tomaba de los brazos a la señora y se inclinaba-, han pasado muchos años. ¿Qué tiene de especial ese niño que lo quieres buscar?

-¿Qué harías tu si sabes que un niño está siendo mal tratado por una familia que ni siquiera es la suya?-decía mientras se levantaba de ese inmenso sillón de color carmín.

-Esto es diferente, madre. Muy diferente...

-No lo creo. No sé nada acerca de esa familia-gritó-. Puede que esté en peligro ese niño. Además le juré a Lawan que velaría por su hija. Si me entero que ese niño está mal no me lo perdonaría jamás. «Ni ella, ni yo

-Creo que no puedo hacerte cambiar de opinión. ¿Verdad? Pero que no se entere Title por favor, no sabemos cómo le afecte.

-La familia no solo es la unión de sangre. Es la unión de recuerdos y aprendizajes. Eso me lo enseñó Lawan, hace mucho tiempo...- remató la madre.

¿Podre dividir mi corazón en dos?Where stories live. Discover now