¿Podre dividir mi corazón en dos?

Consecuencias

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Title entró al apartamento de Kao como lo habían planeado, él solo fue a dar un vistazo a su madre y recurrió a la vieja mentira «Tengo que hacer tarea en grupo, volveré para la cena». Al entrar vio al mayor, estaba preparando un té, sumergía para luego sacar la bolsilla del agua.

—Hola —dijo de forma apagada—, ¿cómo sigue?

—No ha mejorado mucho, sigue viendo por la ventana y preguntándose qué ha hecho mal.

—¿Habló con su madre?

—Sí —contestó y por fin dejó la bolsita tranquila adentro de la taza—, es mejor que te lo diga él.

Atravesaron el apartamento, Title a lo lejos oía un taconeo imparable. Ahora Kao abría la puerta del dormitorio y Earth estaba deambulando por la habitación. Tenía los ojos hinchados, los pómulos y la punta de la nariz rojizas. El hombrecillo por fin paró al ver a sus dos chicos.

—¿Qué te dijo? —preguntó Title desde la puerta con un gesto de preocupación casi palpable.

—¿Qué? —contestó Earth con una voz quebrada.

—¿Qué te dijo tu madre?

El pequeño hombre se echó a llorar cual bebé recién nacido, cayó a la cama y se dejó caer hacia atrás. Kao se posó en la cabecera y Title se sentó en el filo de la cama. El mayor de los tres pasó el té al hombrecillo pero este solo lo agarró y lo colocó sobre su barriga.

—Estoy acabado...

—¿Qué más?

—Puedo ir a recoger mis cosas y no me quiere volver a ver... mi vida está acabada.

—Perdón —dijo Kao con la cabeza gacha—. Supongo que es culpa mía por ir a esa fiesta y...

—Los tres fuimos culpables —corrigió Title —. Los tres fuimos y ahora hay que aceptarlo.

Hubo un silencio de algunos segundos, unos treinta si mucho. El mayor observaba al hombrecillo que estaba tumbado en la cama. Sentía su dolor y su pena, de alguna forma se asemejaba con lo que sucedería con su padre. Title, al igual que Kao, podía ver las lágrimas de Earth y de pronto recordaba cuando su madre —su ahora madre, como le decía— le había comunicado que su padre había muerto hace algunos años.

—Tienes razón, no hay culpables. Aunque yo les pedí que tomáramos esas cosas. —Earth rompió el silencio de la habitación, la falta de voces le provocaba aún más dolor. ¿El silencio otorga, no? Pues ese silencio, según él, le otorgaba la culpa que merecía.

—¿Y cuál es el plan?

—Se mudara conmigo. Y estaremos aquí hasta que él pueda regresar —contestó Kao.

—¡Eso es injusto! —Replicó Title— ¡Ustedes dos se van a divertir sin mí!

—Puedes mudarte si es lo que quieres. —Kao sonrió, al fin una sonrisa en el día.

—Pareceríamos rommies, ¿No? —Earth por fin se levantó y secó sus lágrimas con la manga del suéter triple XL del día —. Eso es lo que decías. Llamaré a papá, tal vez él pueda ayudar. Tiene que ayudarme, él lo prometió.

El plan estaba tramado, los tres empezarían a vivir juntos, como pareja —o rommies—. Comprarían la cama más grande que pudieran conseguir, compartirían los gastos y estarían ahí para el otro, como tiene que ser.