CAPÍTULO 2

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Al día siguiente...



Me levanté temprano, pero tenía una horrible jaqueca, ayer cuando llegué a casa pasada de tragos mamá y papá me castigaron, sin celular por una semana.

Me bañé me vestí bajé a desayunar, cuando terminé de saborear la rica pizza que papá compró para desayuno. Si, lo sé, papá es flojo para cocinar y yo también, al igual mamá.

—Alison, vas a llegar tarde a la universidad, come. — dijo mamá.

Papá me miró con ese cabello marrón a través de sus gafas y se empezó a reír. Si señores mi papá se empezó a reír de mí.

—Bien, la resaca aún no se le pasa— y rio más.

— ¿Por qué ríes?, ¿No me vas a dar una patada sayonara?— pregunté.

Papá negó—No, creo que te lo mereces, pero es ciclo de la vida.

—El ciclo de la vida es castigarla, pero creo que tú sola puedes saber que embriagarse a esa magnitud no está nada bien. — comentó mamá con tranquilidad.

Y vaya que no, diablos, estoy mal.

Expulsé aíre por la boca— Sabes que no es lo que parece, siempre me sale todo mal.

Mamá me miró con sus ojos azules—Está bien, vete o llegaras tarde.

Papá cogió sus llaves agitándolas para decirme que ya no íbamos.

—Solo diré algo...—pausó— ¡Relájate!, pero eso si deja de meterte en problemas, soy de paz pero ya esta es la segunda vez que lo haces, y pues te tendré que castigar.

—Cierto— asintió mamá—, la última vez tuviste un problema con la universidad, deja de llegar tarde y meterte en problemas.

Papá siempre había sido comprensivo, era el mejor papá, mi padre era un amor totalmente pero no podía fallarle, no nuevamente por más flexibles que fuera.

Cuando llegué a la universidad era súper tarde, me armé de valor toqué la puerta de aula y abrió un profesor, no tenía cabello pero si una exuberante barba, cejas pobladas y cara demacrada. Me miró extrañado.

— ¿Usted es la señorita Parker?— comentó señalándome.

Yo asentí.

—Así es.

Él me miró nuevamente abrió la puerta y me dejó entrar, llegué a mi puesto donde pude reflejar Amber, estaba distraída pero en cuenta me vio se hizo a un lado para sentarme justamente al lado de ella. Ya que era la única clase que compartíamos juntas.

— ¿Qué?

— ¿Qué de qué?— refuté.

Ella rodó los ojos— ¿Me refiero a que pasó? ¿Te castigaron?

Me encogí de hombros— No. Pero a punto.

Mi amiga bufó— Sabes que odio demasiado esta clase, es tan insoportable.

—Lo sé.

Una voz me sacó de mis pensamientos, era el profesor.

—Señorita Parker, me gustaría que se acercara por favor.

Mis manos sudorosas se hicieron presente, justamente en el peor momento.

¿Qué hice ahora?

¿Supongo que nada no?

ALISON [EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora