CAPÍTULO 6

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Después de los desastres desatados últimamente, me encontraba en lo más cómodo de mi cuarto leyendo. Adoro estar en casa. Mi casa era mi refugio; en el instituto todo era un desastre, pero en casa no. Puedo hacer cualquier cosa sin meterme en problemas, sin tener tantos contratiempos, sin llegar tarde a clases.

Hoy domingo, y estaba todo y absolutamente en completo silen...

— ¡Alison baja!

...Silencio. Estaba en silencio.

Y yo que apenas me iba a acostar.

No respondo. Diablos, estaba tan concentrada leyendo desde ayer en la noche que sé había hecho de día, no había puesto cuidado. Y justamente cuando mi madre llega a llamarme apenas me iba a dormir.

¿Dónde quedó la paz en esta casa?

Leía sobre una historia de fantasía, donde había vampiros y demonios, seres sobrenaturales, lo terminé hoy.

¡Aplausos para Alison por terminarse el libro en un día en vez de adelantar tareas!

— ¡Alison!— volvió a gritar mi mamá.

Me hice la idiota, domingo de resurrección le dicen.

¿Quién osa molestar un domingo? Oh, espera, la mamá de Alison. O sea yo.

Puta vida.

Me enrollo más entre las sábanas y cierros mis ojos. Cuando mi mamá entra a mi cuarto:

— ¿Te estoy llamando, no oyes?—lo dice en tono amargo.

Yo la miro con mala cara.

— Es obvio que te escuché mamá, pero te ignoré, adiós. — dije cerrando mis ojos nuevamente para dormir.

Ella se reusó, abriendo de par en par las cortinas de mi cuarto. Permitiéndole al sol hijo de la chingada entrar.

— ¡Mamá!— exclamé—, ¡déjame ser feliz!

Mi madre mi miró de arriba abajo, Stella no era mujer de juegos—¿Cómo se supone que te deje ser feliz?— pero luego agregó:— ¿Leyendo hasta las tres de la mañana y viviendo en un mundo de fantasía?, ¿Después haciendo desastres, en fiestas, instituto, y casa también?

Yo suspiré—En primer lugar, leí hasta las siete— su cara se arrugó un poco más—, y segundo, ¡perdón! No es mi intención.

—Vuelve a mundo real Alison, deja de leer tanto, estás loca ya.

Yo solo bufé, ¿Se recuerdan que les dije que mi madre dice que tengo Toonofilia?, Pues ahí está, nuevamente.

—¿El punto de tu madrugada despertada es...?— pregunté.

Ella se cruzó de brazos, y con la punta de su zapato hacía resonar una y otra vez, a cada segundo, como contando— Te vas a quedar en el campus, porque tu padre y yo nos iremos de viaje.

¡¿Recontra What?!

—De ninguna manera. — dije firme.

—Sí, si la hay y se llama hazme caso o un golpe en tu cráneo.— puntualizó mi madre.

—Está bien sí, hay una manera. A la fuerza— puntualicé—, ¿pero por qué?

—Porque tienes que socializar, hay un mundo afuera, a través de esos libros, descúbrelo. Y la más importante porque no quiero que te quedes aquí, inventas demasiado. O jodes la universidad o jodes la casa— hizo a pensar—, la primera opción me parece justa. Además nos voy a New York, mamá necesita de mi ayuda.

ALISON [EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora