ALISON [EDICIÓN]

CAPÍTULO 11

Bueno... Después sucedido todo se complicó aún más.

Trevor no dejaba de mirarme de vez en cuando sin quitar esa sonrisa maliciosa y se dejó caer nuevamente en el sofá que estaba al otro extremo, después de eso no quise jugar más. Zach se había llegado y lo único que hacía era tomar y poner mala cara. Lo típico.

— ¿Quieres?— me dijo Amber, ofreciéndome Vodka.

—No creo que sea buena idea—Comenté.

—Apuesto qué si lo es— sonrió Zoe.

—En serio no creo qué...

—A la mierda todo Alison. Donde debe estar— dijo Zoe.

Me convenció sus palabras, tomé la botella de sus manos.

El tomar alcohol actúa de diferente manera en cada quién. Por ejemplo yo; me sentía mejor que nunca, dispuesta a hacer todo lo que me dijeran. Y lo mejor se sentía ese mareito sabroso.

El sabor de Vodka puro pasaba a través de mi garganta se sentía algo extraño... Pero increíble.

Duramos un largo rato así, ni siquiera miraba a Trevor, no podía después de lo que había pasado en el juego.

Heads Will Roll A-Track- Yeah Yeah Yeahs sonaba tan duro que al hablar y escuchar se hacía difícil.

Entonces todas las personas se metieron a bailar en la pista. Haciendo que esto se pusiera de puta madre

—Voy a bailar— dijo Amber.

Chad y Zoe se encontraban bailando en la fiesta plácidamente. Hasta hacían linda pareja... Lástima que a Zoe no le gustaba él, y él botaba la baba por ella.

De verdad que si era un buen tipo. Y ella una zorra injusta.

Las horas pasaban y los juegos cada vez se salían más de control. Yo no jugué ninguno después de lo que pasó.

Trevor se levantó del sillón, acercándose a mí nuevamente. Extendió su mano frente a mí invitándome a bailar, lo cual: obviamente yo acepté.

— ¡Adoro esa canción!— chille mientras llegábamos a la pista.

Dove Cameron-We Belong sonaba poniendo a todos a bailar.

Miré a mí al rededor y todos nos miraban. Luego mi vista dio con la de color avellana de Trevor.

— ¿Por qué nos miran?— dije algo desconcertada.

Él se acercó poniendo su oído cerca de mi boca, invitándome a que repitiera lo que acaba de decir.

— ¿Por qué nos miran?— dije más claro para que me entendiera.

—Porque somos los únicos que no estábamos bailando.

Miré a todos y era cierto, éramos los únicos.

Yo comencé a bailar, lo cual él se apegó a mí lo suficiente para que yo moviera mis caderas al ritmo de la música. El baile era algo sensual pero manteniendo lo decente. Llegó en un punto donde estuvimos muy cerca.

Tan cerca que su respiración chocó con la mía.

Luego fue su nariz, la que rozó con la mía.

Después de eso alguien se montó encima de la mesa y gritó:

—¡¡¡HASTA EL AMANECER!!!

Y la música aumentó su volumen.

Arrojaron su bebida que nos cayó a la mayoría encima, lo cual manchó un poco mi atuendo y él de Trevor. Después de eso la música cambió a una pista de mezcla.