Capítulo 4: ¿El regalo más precioso?: Tiempo.

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POV Nan

Pri vivía cerca del hospital, le pedí que me prestara su ducha. No me atrevería a salir con aquel hombre tan guapo recién salida del turno. 

Tomé mi vestido verde, las zapatillas doradas y me maquille un poco. Tenía algunas ojeras, era obvio que las tendría, dormí unas cuatro horas, muy a pesar de que mi horario normal de descanso fuera de seis la mayoría del tiempo. 

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Estaba esperando en la entrada del hospital, cuando el carro negro familiar se parqueó al frente de mí. Eran las dos de la tarde en punto, fue una suerte que Pri me cubriera la última hora para poder arreglarme con algún tiempo de sobra. 

Me acerqué al auto y abrí la puerta de este. 

Taehyung tenía una boina negra y unos lentes oscuros en su rostro. Su estilo era casual,  un suéter largo de color beige y unos jeans rasgados. Se veía muy guapo. 

-Hola. 

-Hola Tae. 

-¿Espero mucho? 

Negué con la cabeza y sonreí -¿A dónde iremos?

-Será una sorpresa. 

Era un hombre bastante encantador. 

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Llegamos a lo que parecía un restaurante, pero hubo un pequeño problema. Habían como diez periodistas en la puerta principal. 

-Lo siento… Creo que no podremos comer aquí. 

Se veía decepcionado. Yo no conocía muchos lugares así que …

-Tranquilo, está bien. 

Taehyung hizo una mueca y yo puse mi mano sobre su hombro. 

-¿Qué le parecería ir a mi casa? Ahí con certeza no habrá periodistas. 

Me miró sorprendido y luego sonrió. 

POV Kim Taehyung 

Esa había sido la propuesta más inocente para ir a la casa de una mujer que me habían hecho en la vida. 

Me dijo que la llevara a un supermercado cerca de Lenox Hill. La verdad, había planeado llevarla a almorzar a uno de mis restaurantes favoritos, cuando llegamos evidentemente me desanimé, estaba atiborrado de entrevistadores, cámaras a lo largo y ancho de la calle. Creí que nuestra cita se había jodido, hasta que ella ofreció su casa. 

-Listo, tengo todo lo que necesito, de hecho hoy por la noche pensaba cocinar esto. Pero ahora, lo haré para almorzar con usted y será mejor. 

Aparqué en el espacio que le correspondía a su apartamento, al parecer no lo utilizaba porque no tenía auto. 

Era acogedor, paredes blancas, muebles azules. Una pequeña sala estaba después de la puerta, me quité los zapatos y Nan me ofreció unas pantuflas café, me las puse y por suerte me quedaron. 

La ayudé cargando las bolsas del supermercado, pude entrever queso mozzarella, salami y mortadela… 

Pasando la sala había un desayunador con cuatro sillas y luego la cocina. Había un pasillo con dos puertas. Imagino que son habitaciones. 

Puse las bolsas en el desayunador y vi a Nan quitarse su abrigo blanco. El vestido que andaba la hacía ver hermosa, era verde. 

-Te ves muy bonita Nan. 

S of Stay KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora