XXVI: good boy.

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—Estoy en casa.

Yoona salió de la cocina, dedicándole una cálida sonrisa, mientras se limpiaba las manos con un pañuelo.

—Bienvenido, ¿tuvo un buen día?— le preguntó, mientras Chanyeol le tendía el saco y su maletín.

—Demasiadas juntas y papeleo, lo regular.— Chanyeol sonrió.— ¿Dónde está Kyunggie?— preguntó extrañado de no ver al pequeño castaño colgándose de su cuello y besándolo como cada que regresaba del trabajo.

—Ah, sobre eso...— Yoona hizo una mueca.— Kyungsoo no quiso comer nada el día de hoy, incluso se llevó el tarro de galletas a su habitación aún cuando le dije que no tenía permitido comerlas antes de la comida.

El hombre frunció el ceño, su bebé siempre había sido obediente con Yoona.

—Hmm, iré a hablar con él. Ya puedes irte, Yoona.

—Sí señor, dejaré la cena sobre la mesa.

—Gracias.

Chanyeol caminó hacia la habitación de Kyungsoo, tocando levemente la puerta y al no recibir ninguna señal, se adentró observando al chico tendido sobre la cama, absorto en el libro que tenía sobre sus manos y a su lado, un gordo gato dormía profundamente sobre una almohada.

—Hola, bebé.— saludó sonriente, acercándose hasta la cama, pero Kyungsoo se mantuvo leyendo, ignorando su presencia.— Kyunggie.— llamó de nuevo.

El menor levantó la vista, haciendo un gesto sorprendido como si no supiera que estaba ahí.— Hola, papi.— musitó y siguió leyendo.

Bien, estaba resultando bastante extraño el comportamiento de Kyungsoo, generalmente el menor se mantenía preguntándole sobre su día o contándole lo que había hecho en la universidad. Pero ese día, Kyungsoo parecía ignorarle sin ningún motivo.

—Yoona dijo que comiste dulces sin permiso, sabes lo que pienso de eso.— dijo Chanyeol, tomando el pequeño tarro de galletas medio vacío entre sus manos.— No más dulces durante el resto de la semana.— declaró.

El hombre pudo ver el indicio de una mueca en los rojizos labios del chico, pero lo dejó pasar. Chanyeol esperaba un puchero y un "prometo no romper las reglas de nuevo, papi" como cada que lo amenazaba con dejarlo sin golosinas, pero no pasó nada.

—¿Hay algo malo?— preguntó, esta vez sentándose en la cama.— ¿Alguien te molestó?

—No pasó nada, papi.— dijo, manteniendo la mirada sobre el libro.

—Kyungsoo, deja eso y mírame.— ordenó y el chico dio un exagerado suspiro, mientras se reincorporaba hasta sentarse, ambos mirándose a los ojos.— Pequeño, sabes que puedes contarme lo que sea, ¿cierto?

—Sí, pero no ha pasado nada, papi.— la última palabra estaba teñida de fastidio y Kyungsoo se levantó.— Iré a tomar un baño.

Chanyeol se quedó un momento observando la estrecha espalda de Kyungsoo, pensando en que siempre por las noches, Kyungsoo le pedía un baño, pues le gustaba la forma en que lavaba su cabello.

¿Qué estaba mal?


🍼



Chanyeol suspiró levemente acariciando su cuello. Los días habían sido difíciles en la oficina, montones y montones de trabajo, agregándole el comportamiento malcriado que Kyungsoo estaba teniendo recientemente. Sentía que su cabeza iba a explotar.

No comprendía el porqué de esa nueva fase en Kyungsoo, pues siempre se había caracterizado por ser un Baby obediente y tranquilo, jamás rompía las reglas y tan solo de pronto estaba recibiendo quejas de Yoona sobre su mal comportamiento y llamadas del señor Jung acerca de que no se estaba presentando en las clases de piano.

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⏰ Última actualización: May 04, 2020 ⏰

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