XII: honeymoon.

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La suave música del violín llenaba el ambiente, las mesas de los invitados estaban decoradas con manteles de tela fina y perfumadas rosas blancas se veían por todo el lugar.

Después de tres meses de estrés y preparativos, por fin podían presumirle al mundo que estaban casados.

Dado el hecho de que el matrimonio entre el mismo sexo todavía no estaba permitido en Corea del Sur, decidieron comprometerse por el civil, en compañía de sus familias y más cercanos amigos.

Aún así, querían festejar su amor en grande. Alquilaron un salón con capacidad para cien personas, de las cuales asistirían compañeros de la preparatoria, universidad y trabajo. La decoración era clásica, con colores beige, comida acorde y un hermoso pastel de tres pisos con merengue sabor limón y esponjoso pan.

Ahora, Kyungsoo se encontraba saludando a los invitados, mientras su ahora esposo, Chanyeol, había sido atrapado por la señora Do y las tías cotillas del menor, encantadas con aquel hombre alto y atractivo, que era todo suyo.

—Felicidades, Kyungsoo.

Llevó su atención hasta el dueño de aquella voz y con cortesía se despidió de los primos de Chanyeol. La presencia de Luhan no era algo que le agradara por completo, mucho menos el día de su boda, pero era amigo de su pareja y tenía que ser tolerante, aunque por dentro estuviese muriendo del enojo.

Las cosas eran incómodas entre ellos debido a que el rubio estuvo enamorado de Chanyeol durante la universidad y más de una vez trató de conquistarlo. Después, cuando Kyungsoo y el mayor estaban saliendo, Luhan no paraba con el coqueteo y más de una vez pelearon a causa de ello.

—Espero que sean muy felices.— la voz del chino lo sacó de sus pensamientos. Parpadeó lentamente, encontrándose con la sonrisa calmada del rubio.— Ambos hacen una linda pareja.

—Gracias.— no supo que más responder. Esperaba escuchar un te haré la vida imposible o un pagarás por esto, tal vez debía dejar de ver tanta televisión.

—Chanyeol te mira como si fueras lo más valioso en su vida y estoy seguro que ese tonto moriría por ti.— continuó.— Yo también deseo tener a alguien que me mire de esa forma.

—Lo tendrás,— al escuchar las palabras honestas de Luhan decidió bajar la guardia y devolverle la sonrisa.— Eres una buena persona, pronto encontrarás a alguien.

—Eso espero.— Luhan suspiró.— Tengo que irme. Mañana tengo un vuelo a China a primera hora.

—¿Regresarás?

—Sí, conseguí un nuevo puesto de trabajo allá.— dijo con felicidad.— Nos vemos y me despides de Chanyeol.— el rubio le dio un pequeño abrazo y le sonrió.

—Suerte.

Después de que Luhan se retirara Kyungsoo caminó hasta su pareja, éste colocó un brazo en su cintura y dejó un casto beso sus labios.

—¿Todo bien?— preguntó luego de ver a Kyungsoo con Luhan.

—Todo bien.

Luego de ese momento, sus amigos decidieron hacer un brindis, pero sólo acabó en Baekhyun y Jongdae ebrios, balbuceando y diciendo cosas vergonzosas. De ahí le siguió el pastel, un pequeño baile y finalmente la hora de irse.

Todos los invitados se encontraban afuera del salón, llenando de abrazos y despedidas a los recién casados. Palabras acompañadas de llantos y risas eran susurradas, mientras la nostalgia comenzaba a hacerse presente.

Ambos subieron al auto y partieron rumbo a donde pasarían su luna de miel.

Recorrieron las calles de Seúl hasta llegar a una parte boscosa, de entre toda la oscuridad sobresalía una casa tenuemente alumbrada. Salieron del auto y justo cuando Kyungsoo iba entrar, Chanyeol lo cargó estilo princesa.

—¿Es necesario?— el menor dejó salir una risa.

—Hay que seguir la tradición, bebé.— con la cadera empujó la puerta y comenzó a caminar.

—Vaya, la casa es preciosa.— Kyungsoo observaba la decoración aún en los brazos del mayor.

—Mañana habrá tiempo para verla. Hoy tenemos cosas que hacer.

Se adentraron a la habitación y Kyungsoo fue depositado sobre el suave colchón. Chanyeol apoyó una de sus manos cerca de la cabeza del menor y con la otra mano libre acarició el rostro de Kyungsoo.

—Te amo.— dejó salir para después unir sus labios con los de Kyungsoo. Un beso lento, disfrutando del sabor del contrario.

Chanyeol se reincorporó y quitó los zapatos de Kyungsoo. Bajó aquel pantalón negro y la ropa interior ajustada hasta deshacerse de ella y besó con delicadeza las regordetas piernas, desde los tobillos hasta las rodillas. El menor dejó caer la cabeza hacia atrás, mientras sentía aquella sensación de vértigo en el estómago. Era ridículo que su cuerpo reaccionara así en cuanto Chanyeol lo tocara.

—Eres tan hermoso.

Los dedos del mayor lo acariciaron cerca de su miembro, causando que apretara los dedos de los pies. Siguió acariciándole las piernas y la boca de Chanyeol subió hasta uno de sus oídos mientras le susurraba palabras que no lograba entender debido a que estaba delirando del placer. Hubo un momento en que apretó detrás de sus rodillas y eso fue suficiente para que dejara salir un gemido, que sólo hizo sonreír al mayor.

Chanyeol se despojó de su ropa, ayudando al mismo tiempo al menor con el saco y la camisa. De inmediato, atacó el cuello de Kyungsoo, besándolo con algo de rudeza, mientras dejaba marquitas rojas a lo largo del torso y clavículas.

Volvió a recostar a Kyungsoo y tomó uno de los muslos, acercándolo a su miembro. La dedos de Chanyeol deambularon hasta llegar a la entrada del menor, observó el rostro del contrario y sonrió al ver que tenía los ojos cerrados.

—No tengas miedo.— le susurró.

Adentró uno de sus dedos y volvió a observar el rostro de Kyungsoo, contrayéndose en una mueca de incomodidad, incomodidad que pasó a placer cuando adentró el segundo y tercero.

Cuando sintió que Kyungsoo estaba preparado sustituyó sus dedos por su miembro. Entró lentamente y el menor se aferró a él, abrazándolo por el cuello, enterrando las uñas en su espalda.

Estar dentro de Kyungsoo se sentía tan bien. No había palabras para explicar lo que sentían en ese momento, tan sólo estaban dejando que las cosas fluyeran, sin preocupaciones y sin timidez.

Empezó a moverse, yendo despacio, buscando el punto que hiciera enloquecer a Kyungsoo y cuando lo encontró no paró, embistió hasta hacer que el menor arqueara la espalda.

—Chanyeol...

Gimió el nombre de su pareja justo cuando se corrió, unos segundos después el mayor lo hizo en el interior de Kyungsoo.

Ambos respiraban de manera errática, llenos de descanso y comodidad. Ambos habían tenido sus encuentros en el pasado, besos y toqueteos, pero nunca había sido nada profundo como lo que acababan de hacer.

—Estoy tan feliz.— el mayor habló de repente.

—Yo también.

Chanyeol rió, abrazando de manera perezosa al menor y jaló la sábana para cubrirlos, Kyungsoo dejó salir un suspiro, acurrucándose en el pecho amplio de su pareja.

El sueño se fue apoderando de ellos hasta que ambos cerraron los ojos, dejándose envolver por la calidez y serenidad.













heyyyy❤

chicxs lamento no haber actualizado, entré en hiatus sin haberme dado cuenta. espero que aún tengan la historia y si tardo mucho en actualizar, archívenla, porque aún planeo seguir escribiendo hasta que las ideas se me acaben.

ya no les prometo que actualizaré seguido bc ya me he dado cuenta que no cumplo nada xd

ademásssss, grACIAS POR EL 1.13 K DE VISTAS, OH REALMENTE ME HACEN MUY FELIZ💕💕💕💕 no merezco esto ustedes son taaaan guay.

disfruten las vacaciones, cuídense y perdonen el lemon barato que les doy.

ciao💖💖



















things - chansooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora