ALMA ROTA III

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III

Boashan Shareng detuvo su paso en seco quedando frente Song Lan.

BS: Mentiría si dijera que no se destruirá toda tu esencia o que no dolerá y será rápido.

SL: Espere 32 años para completar la ofrenda... y mi alma ya esta condenada. No espero otra cosa más que salvar su alma.

Boashan Shareng extendió su mano cerrada en un puño y lo abrió frente a Song Lan, en su palma había lo que parecía una roca blanca.

BS: Tragala. Como mínimo disminuirá el dolor.

Tomó la roca y la engullo. Tan pronto como pasó por su garganta su cuerpo se paralizó y perdió el sentido.

Todo fue como estar en medio una pelea. Recibiendo todos los golpes, cortes y quemaduras sin poder moverse para defenderse. No se comparaba ni cuando fue la marioneta de Xue Yang.

Una y otra vez hubo momentos que sintió lo que vivió Xia Xingchen. Dolor por el desprecio de él (SL). El amor y compasión por sus nuevos compañeros; la niña ciega y el vagabundo desconocido.

Sintió como silencio su dolor y lo cambio por días felices. Tuvo algo parecido a un sueño, una familia.

Después le arremetió el sufrimiento. Todo había sido una far a jugada por Xue Yang. Y el lo había utilizado para diezmar el pueblo de Yin. Tantas vidas inocentes, tanto dolor y muerte y el había sido el arma. Ya había matado suficiente, Xue Yang lo había convertido en un monstruo.

Y Song Lang era una marioneta más. ¿Cómo peleará? Prefería rendirse ¿por qué vivir?

Tomó su propia espada y la hundió en su garganta.

Song Lan quiso detenerlo pero eso ya era el pasado.

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