Mutantes [SHINEe & B.A.P]

∞11∞

El día había pasado tranquilo, más o menos, JunHong se disculpó con Harley, YoungJae se puso a conversar sobre el libro que le había regalado Harley, yo por mi parte estaba estudiando y pensando sobre el "nuevo" en la escuela, me levanté de mi lugar para ir al biblioteca y buscar un libro nuevo, si sobre anatomía celular ya que quería estudiar la mutación como el profesor McCoy.
Iba de camino cuando al igual que ayer MinHo estuvo chocando con todo y trasladándose a todo lugar sin rumbo fijo hasta que por desgracia, chocque con él en la puerta de la biblioteca y en ese choque fuimos a parar en la azotea del castillo-escuela con los dones del sujeto haciendo que pasará de aquí para allá por unos minutos.
-¿Qué... cómo... por qué... qué rayos con este sujeto?
Voltee con hostilidad observando al mayor tomando un par de esferas amenazandolo con estas luego de recobrar el equilibrio ya que no era costumbre la transportación ya que apenas estaba con JunHong cuando quería ir rápido.
-Yo... lo siento... no entiendo que sucede y... ya no quiero sentir esto.
Dijo MinHo tomándose las sienes con las manos apretando su cabeza dejando de pensar por un rato al parecer ya que se quedó quieto, baje las esferas un poco acercandome al mayor cuando volvió a tambalear apareciendo y desapareciendo en el mismo lugar.
-Oye deja de hacer eso.
Mis sentidos estaban en alto, era de cierta forma aterradora al forma en la que se adaptaba a su mutación, juraría que le dolía lo que le pasaba.
Tome las sienes del contrario e hice que me viera y de pronto dejó de temblar.
-No, no pienses en nada... sólo mirame.
Ordene sin intención de quitarmelo de encima, los resultados fueron placenteros ya que se calmó y dejó de temblar, eso era algo amigo favor ya que había logrado algo, tal vez podría ser maestro, o tal vez no.
-¿En qué piensas para estar de aquí allá?
Pregunte soltandolo, ya había dejado por completo las convulsiones y ahora caminaba normal.
-Yo... no sé sólo... empieza a doler y es lo único que me preocupa... sólo eso y veo los lugares a mi alrededor y aparezco allí.
Hablo tranquilo con sus manos temblando un poco.
-¿Pensaste en la azotea antes de llegar aquí?
Pregunté sentado en el suelo guardando un libro en mi mochila ya que al parecer no podría ir a la biblioteca.
-Si... llegó a mi mente, pero choque... choque contigo antes... y luego aparecemos aquí, no fue mi intención y... de verdad lo siento.
A decir verdad no era tan grave pero debía sacar provecho del asunto, si se disculpaba era porque tenía las agallas de hacerlo y no es que fuera rencoroso ni nada pero, en este momento cada segundo valía, el miedo interno hacia el sujeto se había esfumado con ese "lo siento", pero como soy una mala persona me vengaria de alguna buena/mala forma.
-Sabes, no te preocupes, no soy rencoroso, no mucho, así que, podría ayudarte con ese problema.
Sonreí de lado una idea había pasado por mi mente, cinco pisos le daban suficiente tiempo para transportarse, lo levanté con mis dones y lo solté una caída libre de quince metros más o menos sin antes decir.
-Vuelve, y te ayudo.
Al caer no gritó, me siento orgulloso de eso, por supuesto estaba cayendo más lento porque de haber sido rápido no abría vuelto, me asomé a ver si estaba ya en el suelo o algo porque ya no sentí el metal donde estaba él y me preocupé un poco, esperaba verlo desparramado en el césped o parpadeando como es costumbre pero no, no había nada, en su lugar sentí a alguien tomarme por el hombro, era él, con cierta decepción sonreí y levante el pulgar hacia arriba.
-Muy bien, ahora una caída real.
Lo empuje por el barandal y de verdad jure que ya era su fin pero cayó a mi lado, no de rodillas ni nada, cayó de cara al suelo por no calcular bien, pero lo había hecho, eso contaba mucho.
-Muy bien... ahora me da flojera caminar, quiero volver a la biblioteca así que me voy, pero antes...
Caminé hacia él que estaba sentado sonriendo como idiota con las piernas extendidas, a mi parecer era demasiado justo, pisé una de sus piernas justo en la rotula y no deje de hacerlo hasta sentir que uno de sus huesos ya no estaba en su lugar, reí satisfecho y caminé al barandal de la azotea.
-Sabes... hasta hace unas semanas apenas puedo caminar gracias a ti y a tus lambiscones, por lo menos siente algo de lo que sentí yo.
Hablé con calma con ese demonio interno mío que me agradaba tanto, giré las esferas que siempre traía conmigo a mi alrededor y como todo un amo me fui volando de allí hasta la cancha de básquet donde estaban mis amigos.
-Zelo lo vio todo, hiciste bien.
Mencionó YoungJae comiendo un emparedado de queso con una sonrisa, por alguna razón estaba sólo y observando a un sujeto, si no mal recuerdo era YongGuk o tal vez YongNam, pero estaban jugando y YoungJae parecía enamorado, bueno sus ojos estaban brillantes aunque tal vez era el sol.
-¿Y donde está Zelo?
Pregunté ya que nunca nos dejaba solos.
-Se fue a besuquear con Harley en la azotea después se que te fuiste, o tal vez fueron los dos a golpear a MinHo.
Si, definitivamente YoungJae era bueno con las personas, aún más si estos hacían daño a los más cercanos, por otro lado Zelo, cargando a Harley en la espalda se acercaban a toda prisa, ¿por qué lo sé si no se ven? Porque se detuvieron frente a nosotros riendo y el rubio en la espalda de mi muy castaño amigo.
Por sus caras podía adivinar lo que sucedía, pero tenía dos o tres opciones, o se habían besado como dijo YoungJae, se habían vengado de MinHo como también dijo YoungJae o ambos habían hecho alguna travesura y golpeado a MinHo, que era la nueva opción, cualquiera que fuese se veían felices, pero lo que hicieron fue peor a mi modo de ver porque ni menos terminaron de contarlo el mayor se fue enojado cambiando su rostro al de Harley para ir a meter la pata por aquí o por allá, ya que según lo que entendí fue idea del rubio no de Zelo, aunque yo veía a ambos igual de culpables.