"La fina caricia de sus dedos cambió de auge al reencontrarnos una vez; luego fueron dos, terminaron siendo tres que se resumirían en mente, corazón y alma; la diferencia abismal entre poder, querer y necesitar, y oh, soberano mío, a la fecha es innegable que en triangular sincronía le pertenezco."
— G. W.
Con los párpados encerrando un punto brillante entre el cielo y el mar, un rubio de cabello cenizo repasa las elegantes letras a penas rozando con las puntas de sus dígitos los ladrillos amarillentos donde fueron escritas años atrás, con lo que ahora parecería un desgastado marcador permanente. Fuera de la edificación, rodeado de suaves soplos de rosas, claveles, tulipanes y crisantemos, en un jardín que prometía florecer efímero aunque la tormenta pasara voraz entre los retoños, en su santuario testigo de mil promesas, reposaba William sobre la banca junto al único muro que permanecía sin revestir de pintura desde que fue construído.Esa cálida tarde estaba a la espera de su amado quien justamente había plasmado con esmero esas frases tan melódicas sobre la pared al jurarse ambos amor eterno ya varios años atrás. George William Federick se encontraba ansioso de rodear nuevamente en sus brazos al único hombre capaz de robarle mente, corazón y alma justo como lo escrito junto a él. ¡Era imposible olvidar las raíces de su latente cariño!, y tal vez sería adecuado sumirse por vez última en el entrañable recuerdo de sus viejos reencuentros, transportando a sí mismo como fue que cedió sin prisa a los encantos del eterno dueño de sus latidos.
Y es que, ciertamente, se había enamorado de la mentalidad rígida y el intelecto voraz, viéndose al principio obligado a observar de lejos a aquel atractivo virginiano de firme quijada quien dirigía inteligente a otros en una eterna batalla de intereses. Oh, siempre había existido el entretenido contraste entre ambos hombres, disputándose los ideales que cada quien defendía, en eternos debates que parecían agotar al guapo moreno y sin embargo embelesaban al rubio, impulsándolo a tomar sin titubeo alguno cualquier oportunidad de llevarle la contraria.
Así inició su relación, siendo este pensar complementario el que los orillaba entre cada altercado a unificarse más; a enamorarse en mente. No fue hasta un par de años más tarde cuando por azares del destino ya vivían bajo el mismo techo que sus corazones supieron enlazar cada latido.
Sentado en el cómodo sofá, se embriagaba en la dulce melodía de La Vie en Rose, obra de una francesa con falseto increíble. Afuera llovía, siendo el ambiente súbitamente interrumpido por la llegada de Washington quien, antes de poder tomar asiento del otro lado de la habitación, no dudó en comentar;
—La versión de Louis Armstrong es mejor que la de Edith Piaf.— inició mientras se cruzaba de brazos como de costumbre al comenzar un desacuerdo por más absurdo que pareciera.
—Estoy de acuerdo contigo.— Y sucedió lo impensable.
Sus miradas chocando por primera vez de esa forma tan distinta y sin embargo tan real, a pesar se saberse amantes por un largo tiempo, parecía que sus corazón latían en sintonía por vez primera, y no sería la última. William sonreía ampliamante ante la desconcertada expresión del virginiano. Se acercó al tocadiscos, dando la vuelta al vinilo e inundando la habitación con la melodiosa trompeta que daba inicio a la versión del músico americano.
Ninguno dijo nada, como un par de imanes opuestos acercaron sus cuerpos, sosteniéndose el uno al otro e iniciando un casi imperceptible vaivén. Los rubios cabellos cayendo sobre el fórnido hombro ajeno, ambas caderas a penas balanceandose bajo el flujo de las gotas golpeando los cristales. No había duda, y en ese momento les fue confirmado; ahora también se pertenecían en corazón.
Finalmente, les fue concedido el adorarse en alma. Mucho tiempo después, me temo, cuando las doradas cascadas de William se pintaban de platinado y las arrugas adornaban como toscos rastros de pintura la frente del general.
Conectaron sus labios por última vez bajo el manto de salados mares reprimidos entre las pestañas rubias, prometiendo entre susurros que sus almas se encontrarían una y otra vez en busca de saciar la siempre eterna necesidad de sentirse entre sus brazos, de acariciar sus pieles y volver a conocerse, volver a enamorarse. Así fue como el alma abandonó un cuerpo anhelando volverse una con la de su complemento; el alma gemela que permanecía melancólica tras la finita partida.
Esa tarde había sido la última en la que ambos hombres habían conectado con azul y café en sus írises, sobre la fría camilla de un hospital repleto de soldados lamentando la pérdida de Washington. Eran las seis en punto cuando el ensordecedor pitido anunció que el brillo en los orbes castaños se apagaría para siempre. Ahí se supo que sus almas se encontrarían para seguir amándose algún día, se pertenecían.
Tal vez ese día no tardaría mucho en llegar.
—Siempre me lo dijiste.— susurró entonces al viento, a sabiendas de las buenas mensajeras que son las nubes cargadas de lluvia. –Está escrito en mí, en nosotros. Y es importante, ¿no? solo así reencontraremos nuestras miradas, aunque sean después de otro color.
Quedó pues en silencio, sentado en aquel columpio revestido en tela, sintiéndose nuevamente rodeado por los cálidos y fuertes brazos del general quien por fin volvía a casa. El rubio recargó su cabeza en el mueble que había dejado de moverse, soltando como última herencia un tranquilo suspiro aliviado hacia la ráfaga de viento que, en un dulce vaivén, había transportado su alma junto a la de su amado, tal vez no por última vez.
Muchos dicen que William murió de tristeza, pero solo él y los retoños aún relucientes en el jardín conocen la verdad tras la dulce sonrisa en sus labios cuando fue a reunirse con el único hombre al que perteneció en mente, corazón y alma.
𝙲_𝚂𝙺𝟾_𝚉༻✧༺
Notas;
No tengo ninguna nota jejox, pero Lena pone notas en sus escritos y me quería sentir especial. Así que no sé, tomen agua y ámense mucho. (?
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𝙬𝙖𝙨𝙝𝙠𝙞𝙣𝙜 ┊ 𝙤𝙣𝙚 𝙨𝙝𝙤𝙩𝙨
Fanfiction↳ ☁︎ solo son ellos, y ellos solos serán siempre ☁︎ Haremos one shots de la OTP, porque el mundo lo necesita. ➴ Lena & Candy ࿐ ©️ Dibujos de la portada by Szin ©️ Portada by @c_sk8_z